El mejor film de Spielberg de la última
década
EL PUENTE DE LOS ESPÍAS êêêê
DIRECTOR: STEVEN SPIELBERG.
INTÉRPRETES: TOM HANKS, MARK RYLANCE, AMY RYAN, ALAN ALDA,
SCOTT SHEPHERD, SEBASTIAN KOCH.
GÉNERO: ESPIONAJE
/ EE.UU. / 2015 DURACIÓN: 135 MINUTOS.
Con un guión en el que han colaborado los hermanos Coen
junto a Matt Charman, el prestigioso Steven
Spielberg vuelve a sumergirse en los grandes avatares históricos de su país
para narrar un episodio basado en hechos reales y contando de nuevo con el
protagonismo de Tom Hanks en lo que
supone su cuarta colaboración para la pantalla grande con el director de El
diablo sobre ruedas. Sabido es el respeto mutuo que se tienen ambos y
la franca amistad que mantienen. Lo cierto es que desde Munich (2005), ninguna
película de Spielberg me ha resultado tan interesante como El puente de los espías,
a pesar de que ni La guerra de los mundos (2005) ni Lincoln (2012) sean películas
desdeñables dentro de esos saltos genéricos a los que nos tiene acostumbrados
el realizador.
La acción nos sitúa
en la década de los 60 en plena Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión
Soviética. El 1 de mayo de 1960, un avión U-2 espía norteamericano es derribado
por el ejército enemigo cuando sobrevolaba territorio soviético. Sorprendentemente,
el piloto Francis Gary Powers
(Austin Stowell) logra escapar en paracaídas del siniestro. Pero, cuando ya se
creía a salvo, es capturado por los soviéticos. Tras el suceso, el abogado
especializado en seguros James B.
Donovan (Tom Hanks) es reclutado por la CIA como encargado de negociar la
liberación del soldado. Ante el peliagudo encargo, el abogado se ve súbitamente
inmerso en las entrañas de la Guerra Fría, pues su misión supone llevar a cabo
intensas negociaciones para canjear el piloto capturado por Rudolph Abel (Mark Rylance), espía del
Kremlin atrapado por el FBI en el Brooklyn de 1957. Teniendo como objetivo
hacer lo justo y correcto, este hombre ordinario y padre de familia, tendrá que
enfrentarse a situaciones extraordinarias y arriesgarlo todo en defensa de
valores como la integridad, el patriotismo y la honradez.
A
contracorriente de la actual cartelera, resultan muy dignos estos ejercicios de
revisionismo históricos que de vez en cuando nos presenta Spielberg, en un
loable intento por acercarnos al pasado para arrojar luz sobre algunos de los
enigmas que encierran las claves del presente. Estimando el esfuerzo y el alto
grado moral del artista detrás de la cámara, El puente de los espías
se eleva así como una pieza coherente dentro del decálogo ético y el carácter
pedagógico que persigue el director para que entendamos mejor la sociedad en la
que vivimos. Gran potenciador de la imagen y magnífico creador de atmósferas,
Steven Spielberg, logra un arranque soberbio de la acción para sumergir al espectador
en una época tenebrosa en la que la tensión de la Guerra Fría y el peligro
nuclear hacía gravitar la paz mundial sobre dos ejes principales; las democracias
occidentales lideradas por Estados Unidos y los regímenes comunistas y
totalitarios de la Europa del Este encabezados por la URSS.
Un comienzo en el que la sobria
presentación de los personajes protagonistas, el abogado de seguros James
Donovan, tan familiar, y la soledad del espía soviético Rudolph Abel (y su
imagen en el óleo y el espejo que sirven de metáfora a las múltiples máscaras)
logra proyectar todas las constantes definitorias del cine realizado con
oficio: elegancia, exquisita ambientación y maestría formal, conceptual, visual
y narrativa. No exenta de un cierto maniqueísmo, representado en el diferente
trato que reciben los espías detenidos a uno y otro lado del Telón de Acero, la
película nos habla del honor, de la dualidad del ser humano, del idealismo, de
la integridad, de la convicción de un hombre decente para hacer lo justo y
correcto aunque esto le procure severos inconvenientes contra las instituciones
del sistema.
El puente
de los espías está dividida en dos partes; una primera que se cimenta en el
caso judicial del espía ruso y su relación cada vez más humana con su abogado,
venciendo así los iniciales prejuicios; y una segunda tamizada por todos los
códigos y claves del cine de espías, potenciada por el clima de luz expresionista
cortesía del gran Janusz Kaminski y una reconstrucción histórica admirable.
Spielberg nos entrega un thriller de espías a la vieja usanza en el que podemos
encontrar los ecos de John Le Carre, y levanta acta sobre las tensiones de un
tiempo en donde la política era tan afilada y letal como la hoja de un
cuchillo. Gran película.
Pedro mira que montaje mas bueno, con todo los estrenos 2015.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=3UxZLCtatAo
Bueno, no están todos, encuentro ausencias importantes, pero aun así, está muy conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo.
"El puente de los espías" es una película a la altura de los grandes clásicos del cine americano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una verdad como un templo. Un clásico instantáneo y una de las mejores películas del año. Un film absolutamente atmosférico con interpretaciones de altura.
ResponderEliminarUn abrazo.