Tras debutar con esta película, la directora
Susan Streitfeld sólo se ha situado
otra vez detrás de la cámara para rodar Golf in the Kingdom (2010) película
independiente basada en la novela de Michael Murphy que tiene el mundo del golf
como trasfondo. Tan escueta filmografía puede tener su explicación en el
carácter poco comercial de su cine y la mala distribución con que han contado
sus criaturas cinematográficas, siempre englobadas dentro del cine
independiente que, como el film que nos ocupa, tuvo su premiere en el Festival
de Sundance.
Perversiones de una mujer nos
presenta a Eve (Tilda Swinton) una
joven abogada de éxito cuya vida oscila entre su elocuencia y frialdad en el
tribunal y su extrema vulnerabilidad. El punto culminante de su carrera podría
llegar pronto si la nombran jueza, pero su puesto comienza a peligrar cuando su
hermana cleptómana, Maddie (Amy
Madigan) es detenida. Eve viaja para estar a su lado cuando está en la cárcel.
La lucha contra la enfermedad de Maddie provoca conflictos previamente
reprimidos.
Protagonizada por una casi desconocida Tilda Swinton, que cuatro años antes
había sido descubierta en el film de Sally Potter Orlando (1992) magnífica
película basada en la novela de Virginia Woolf, Perversiones de una mujer
toma como eje un extraño y ambiguo personaje, una abogada de prestigio y
bisexual que sufre pesadillas como consecuencia de un trauma infantil. Su
demostrada pericia en los tribunales está a punto de ser reconocida cuando sea
nombrada jueza, pero los problemas llegarán con la irrupción en su vida de su
hermana, amiga de lo ajeno y un tanto desequilibrada.
Perversiones de una mujer es una
película muy caprichosa y en cierto modo arbitraria que pasó sin pena ni gloria
allí por donde fue exhibida (en nuestro país fue directa al mercado del VHS) a
pesar de que estuvo nominada al Gran Premio del Jurado en Sundance. Casi nada tiene mucho sentido en esta
historia en donde las escenas oníricas causan bochorno, y el soso argumento,
siempre oscilante entre la intriga psicológica y el drama erótico, sólo es
digerible en algunos momentos de sádica sexualidad que derivará en una crisis
existencial de la protagonista. Película víctima de su tiempo, una época en
donde graciosamente el erotismo se exprimía como ingrediente para dar sabor a
cualquier salsa. Buenos tiempos si los comparamos con la mojigata y repugnante
época actual.
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