“CAMPEONES” êêê
(Javier Fesser, 2018)
Han pasado veinte años desde
el debut de Javier Fesser en el
largometraje con El milagro de P. Tinto (1998), film en formato de comedia
absurda protagonizado por Luis Ciges. En 2003 estrenó su segunda e irregular
cinta La gran aventura de Mortadelo y Filemón, pero fue en 2008
cuando firmó la que es para este cronista su mejor película, Camino,
estremecedora historia basada en un caso real que contó con una magnífica
interpretación de Nerea Camacho. Algo más aseada que la primera entrega se me
antoja Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo (2014), y es
ahora, con Campeones cuando logra la aceptación casi unánime de la crítica
además de un gran éxito en la taquilla.
Veamos: Marco (Javier Gutiérrez) es un entrenador profesional de baloncesto
que se encuentra en medio de una crisis personal. Tras un altercado con la
policía, es condenado a prestar un servicio social que consiste en entrenar a un
grupo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Pero lo que comienza
por ser un problema se acaba convirtiendo en una lección de vida.
Rodada con actores no profesionales con
algún tipo de discapacidad, Campeones sale airosa del espinoso
jardín que representa siempre tratar de narrar con naturalidad y ternura un
relato que tiene como eje central el tema de la discapacidad intelectual, sin
caer en la sensiblería ni el trazo de brocha gorda. Javier Fesser lo logra
dotando a sus personajes de una humanidad y fisicidad tangible, con un
excelente Javier Gutiérrez que no puede esconder su gran corazón a pesar de estar sufriendo una mala racha derivada de
un dilema de tipo sentimental que le ha llevado a abandonar la convivencia con
su mujer. La mirada de Fesser es divertida, a veces ácida y siempre cautivadora
y humana, pero sobre todo certera a la hora a la hora de preguntarse ¿quién es
normal en este mundo y quiénes son los verdaderos discapacitados sociales? Una película
digna, entretenida y entrañable.
Una película mucho más arriesgada de lo que pueda parecer a primera vista. Y coincido en tu valoración sobre la filmografía de Fesser. "Camino" es su mejor título, aunque "El milagro de P. Tinto" es muy original y absolutamente reivindicable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y desnuda una dolorosa realidad: los discapacitados sociales somos nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.