miércoles, 6 de diciembre de 2017

CRÍTICA: "PERFECTOS DESCONOCIDOS" (Álex de la Iglesia, 2017)

Posiblemente la mejor película española del año
PERFECTOS DESCONOCIDOSêêêê
DIRECTOR: ÁLEX DE LA IGLESIA.
INTÉRPRETES: EDUARD FERNÁNDEZ, BELÉN RUEDA, EDUARDO NORIEGA, ERNESTO ALTERIO, JUANA ACOSTA, PEPÓN NIETO, DAFNE FERNÁNDEZ.
GÉNERO: COMEDIA NEGRA / ESPAÑA / 2017 / DURACIÓN: 96 MINUTOS.
   
   
   Su penúltima película El Bar no es un film despreciable aunque muchos coincidamos que está alejada de la excelencia demostrada por el director bilbaíno Álex de la Iglesia en obras como El día de la bestia o La Comunidad, en cualquier caso mucho más aseada que la flojita Mi gran noche. Hacía años, concretamente desde el 2006 que realizó el magnífico telefilm La habitación del niño incluido en la serie Películas para no dormir, que De la Iglesia no rayaba a la altura que lo hace en este remake del film homónimo italiano dirigido por Paolo Genovese. Película que no se ha estrenado en España, que recuerdo que vi subtitulada y que a pesar de las deficiencias en la traducción me pareció un buen hallazgo.


    Seamos sinceros, son pocos los móviles que resisten una simple mirada, tan llenos están de secretos y vergüenzas que hay quien lo esconde bajo siete llaves cuando se va a dormir por si su pareja se ha convertido en experto/a en romper contraseñas. La película nos cuenta la misma historia que el film seminal: En una cena entre cuatro parejas de entre 45 y 50 años, que se conocen de toda la vida, deciden jugar a un juego que pondrá sobre la mesa sus peores secretos: leer en público todos los mensajes y las llamadas de sus móviles. Su vida entera volcada en público durante la cena.


    Rayando incluso por encima del film original, Álex de la Iglesia, un director dinámico e inconformista cuya filmografía abre un amplio abanico multigenérico y que ha demostrado sobradamente su talento, domina bien los escenarios únicos, los espacios reducidos que a medida que avanza el metraje se van tornando cada vez más claustrofóbicos y opresivos. Lo demuestra aquí sumergiendo al espectador en una cáustica comedia rebosante de situaciones hilarantes, peripetéticas, amargas, jocosas y ridículas. El tono teatral de la función, la gran dirección de actores, la precisión del director para colocar la cámara en el sitio exacto, el gran nivel interpretativo de todo el elenco que hace imposible que nadie sobresalga y que todos gocen de su momento de gloria, conforman los ingredientes básicos del éxito de Perfectos desconocidos, además de contar un argumento de rabiosa actualidad.  


    A pesar del ingenio que atesora, hacía tiempo que no veíamos al director vasco medir con tanta pulcritud las pautas de la función, mostrarse tan sinuoso a la hora de captar una actitud, un gesto, una mirada, un detalle, dotando de gran agilidad al torrente de diálogos y a la intensidad de las emociones. Surgidas todas ellas de un juego avieso y con más peligro que un barbero con hipo. Un juego con mil aristas envenenadas que destapa secretos, desnuda sentimientos y mentiras y hurga en las humillaciones que se derivan del turbio concepto que tenemos las personas sobre la ética y la moral.


    Con una sublime puesta en escena y una ejemplar lección de complicidad artística, la reunión de amigos se ve presidida en la terraza por una impresionante superluna que se va tiñendo de sangre. El eclipse es cuanto  menos motivo de inquietud para los que piensan que puede afectar a los estados de ánimo, más si se está inmerso en un juego nada inocente en donde saldrán a relucir las miserias y secretos más indecentes de los personajes. En la historia es posible escuchar los ecos del Buñuel de El ángel exterminador y del Polanski de Un Dios salvaje, pero dentro de las sorpresas que nos depara esas tremendas cajas de Pandora que son los smartphone vale la pena subrayar la emotiva y genial conversación con el manos libre que mantiene un superlativo Eduard Fernández con su hija. Un prodigio de ejecución y contención.


    Estamos posiblemente ante la mejor película española del año, y tanto Juana Acosta (bebiendo vino como si no existiera un mañana), Dafne Fernández (mancillada por el engaño), Eduardo Noriega (un pitodulce incapaz de controlar sus debilidades), Belén Rueda (a quien se le hace insoportable el paso del tiempo), Ernesto Alterio (víctima de su personalidad infantil y sus errores) y Pepón Nieto (sin fuerzas para convertirse en la brújula moral de esa panda de desdichados), dan el do de pecho para que la trama alcance una progresión tragicómica nada previsible y siempre interesante. Hay quien dice que el final carece de la energía y del tono rompedor del conjunto, pero a mí, irónicamente me resulta devastador. 


BONO REGALO: FOTOS DE DAFNE FERNÁNDEZ, UNA DE LAS PROTAGONISTAS DE "PERFECTOS DESCONOCIDOS" Y UNA DE LAS ACTRICES MÁS BELLAS DEL CINE PATRIO. 


2 comentarios:

  1. Da igual que sea un remake, es uno de los grandes títulos de su director.

    ¡Bravo por el bono regalo!

    Un abrazo.

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  2. De la Iglesia atesora un gran talento, lo ha demostrado sobradamente, lo que pasa es que a veces no fluye. Tienes razón, gran película... y grande (1´79 m) Dafne Fernández.

    Un abrazo.

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