TOWER êêê
Tower es una interesante película
documental que fusiona imágenes reales con imágenes animadas para situarnos
justo el día 1 de agosto de 1966. Ese caluroso día, Charles Whitman, un ex marine de 25 años, mató a 15 personas e
hirió a otras tantas en el campus de la Universidad de Texas en Austin. Pertrechado
en el mirador de la famosa Torre del Reloj del centro universitario y armado con
un arsenal, disparó indiscriminadamente con un rifle de precisión a todas las
personas que asomaban por la mira telescópica. Previamente había asesinado a su
madre y a su esposa (para que, según él, no sintieran vergüenza ante lo que iba
a hacer), así como a tres personas dentro de la torre. Algunos de los heridos
murieron posteriormente y Whitman fue abatido por los agentes de policía Ramiro
Martínez y Houston McCoy.
El mensaje se repetía insistentemente en
los medios de comunicación de Austin ese 1 de agosto de 1966: “Aléjense de la
zona universitaria, hay un francotirador en la torre y está disparando”. El sitio
del campus de la University of Texas duró 96 minutos, lo mismo que esta
magnífica película dirigida por Keith Maitland, que poniendo en práctica una
fascinante técnica que combina imágenes de archivo del suceso con la animación,
nos acerca a la reconstrucción de una tragedia que ha quedado reflejada en la
historia como el primer tiroteo masivo en un centro educacional. Luego,
desgraciadamente, vinieron muchos otros.
Tower cuenta con un
prodigioso montaje para desarrollar una técnica visual y narrativa innovadora
que Maitland desarrolla con excelencia para ofrecer diferentes perspectivas y
puntos de vista sobre aquel infernal tiroteo perpetrado por Whitman (un tipo
blanco, rubio y de clase media), que escupía muerte con su rifle mientras el
calor derretía el asfalto. Utilizando como banda sonora grandes éxitos de la
época e intercalando entrevistas con los supervivientes de la matanza y los
héroes que jugándose la vida ayudaron a algunas víctimas heridas tendidas en el
suelo del campus (como la joven embarazada de ocho meses Claire Wilson, cuyo
feto murió y que quedó tendida junto a su novio muerto) el film nos ofrece un
enfoque humanista, y lo hace con dignidad y precisión, sin mencionar al autor
de la masacre ni contarnos nada sobre su vida.
Si lo hubiera hecho, sabríamos que
Charles Whitman tenía un tumor cerebral aunque él lo ignoraba, pero que algunos
exámenes médicos señalaron como maligno y situaron en la zona emocional del
cerebro. Seguramente el tumor le hubiera matado en poco tiempo y no sabemos qué
hubiera ocurrido si se le hubiera diagnosticado antes… pero esa es otra historia.
La animación rotoscópica es muy realista, tanto que nos acercan a los
personajes con la edad que tenían entonces, su estado de ánimo, sus
sentimientos e ilusiones. Y es que algunos de los personajes reales están ahí
para evocar aquél día aciago que, aunque distante, ha dejado una huella
indeleble en todos lo que sobrevivieron o estuvieron allí para narrar el
inmenso drama que se vivió.
Claire Wilson es el alma de la función,
pero en el suceso tuvieron un papel preponderante otros personajes: un
adolescente repartidor de periódicos que fue alcanzado por una bala, dos
policías, una joven que se acercó hasta Claire y se quedó tendida junto a ella
en el suelo del campus, un dependiente de unos grandes almacenes que subió a la
torre con los policías, un estudiante de 21 años que junto a un amigo ayudó a
Claire y un locutor de radio que narraba y advertía de cómo se iban
desarrollando los acontecimientos. Después del terrible episodio, todos los involucrados
perdieron el contacto, eran otros tiempos, pero la herida sigue abierta hoy, y
Tower sólo puede servir de catarsis y desahogo… de consuelo purificador que
hace aflorar las lágrimas al rememorar la estancia en un infierno sobrevenido
en un ya lejano día de verano. Una película espléndida.
No había oído hablar de esta película, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues te la recomiendo encarecidamente. Trata de un suceso real muy conocido por los aficionados a la historia del crimen (como yo), desde un enfoque humanista y, como digo en la reseña, utilizando imágenes de archivo, fotos fijas y una animación fascinante. Ya sabes, Ricard, que estas joyas que ni siquiera se estrenan en nuestro país, hay que pillarlas en medios alternativos. Un film magnífico e innovador.
ResponderEliminarUn abrazo.