"THE ACCUSED" (1988)
Por
la película Ausados (Jonathan Kaplan, 1988), la
actriz Jodie Foster consiguió su primer Oscar a la Mejor
Actriz, pero muchos aficionados ignoran que la preferida por Kaplan para
interpretar ese papel era Kim Basinger, pues temía de que Jodie no resultase
demasiado sexy y atractiva. Basinger declinó la oferta en lo que fue uno más de
los grandes errores que jalonan su muy irregular carrera cinematográfica. Acusados está rodada en un formato casi de
telefilm que gracias a sus intérpretes se convierte en un potente y
estremecedor drama que nos cuenta la historia de Sarah Tobias (Jodie Foster), una joven solitaria
que acumula fracasos en sus relaciones sentimentales, frustraciones que ahoga
tomando cervezas en la barra de un bar. Precisamente en los billares de uno de
esos garitos se topa con un grupo de chicos que la asaltan, agreden y violan
repetidamente sobre una máquina de pinball. Conmocionada y ultrajada acude a
pedir justicia, pero todos piensan que ha sido ella quien ha provocado la
violación. Sarah emprende una dolorosa odisea que le lleva a enfrentarse a todo
un sistema judicial con la única ayuda de su abogada, Kathryn Murphy (Kelly McGillis), en pos de conseguir
que la justicia condene a los criminales y a los que permitieron pasivamente
que pudieran cometer su crimen.
Como curiosidad contaré que Kelly McGillis, que da oxígeno a la abogada que sirve de apoyo
moral y ariete judicial a Foster y que se haría famosa formando pareja con Tom
Cruise en Top Gun, fue
víctima de una violación cuando en 1982, con 20 años, fue agredida en su casa
después de regresar del trabajo. El criminal, un tal Leroy Johnson, de 15 años,
fue condenado en 2010 a 50 años de cárcel por otros delitos. En Acusados Jodie
Foster demuestra que su talento para la interpretación –en ocasiones también
para la dirección- es excepcional. La Basinger no hubiese podido mejorar los
registros de una interpretación muy convincente hasta en el ambiguo preludio
del crimen, ese inocente coqueteo que jamás, repito, jamás, puede justificar
una agresión sexual. Su desesperación,
sus gestos, su forma de hablar, conforman el retrato medido de una mujer de
clase baja perdida en la soledad de su aflicción post-traumática. Kaplan,
como buen artesano, crea una ambientación inquietante con la angustia in
crescendo en ese club de carretera, y finalmente, el farragoso itinerario para
que se haga justicia y la joven pueda sentirse respetada y limpia.
Amo a Jodie Foster, mucho más que el
psicópata de John Hinckley Jr, que atentó contra Ronald Reagan en 1981 alegando
que pretendía llamar la atención de Foster, con la que estaba obsesionado a
raíz de su papel de la joven prostituta Iris en el mítico y magistral film de
Martin Scorsese Taxi Driver (1976). La amo desde que la vi en esta película que
se estrenó en Barcelona en 1977 y me dejó absolutamente noqueado con una
actuación perfecta que le valió ser nominada al Oscar. Jodie tenía entonces 13
años, y mucho ha llovido desde entonces, le ha dado tiempo de ganar otro
estatuilla por El silencio de los corderos (1991), de tener dos hijos aunque
nunca ha revelado la identidad del padre (se rumorea que puede ser su gran
amigo Mel Gibson, aunque no deja de ser una especulación) y de reconocer sus
lesbianismo en la gala de los Globo de Oro en 2013, una orientación sexual tan
legítima como cualquier otra que, de todas formas, a esas alturas era de
dominio público porque había mantenido una relación con la productora Cydney
Bernard. Jodie Foster cuenta en la actualidad con 54 años de edad, ha participado
en medio centenar de películas como actriz y dirigido cuatro películas… Yo creo
que tiene reservado ya un sitio preferente en el Olimpo de las diosas
cinematográficas. Amén.
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