sábado, 5 de octubre de 2013

CRÍTICA DE: "GRAVITY"


Una descomunal obra maestra que te dejará ojiplático
GRAVITY êêêêê
DIRECTOR: ALFONSO CUARÓN.
INTÉRPRETES: GEORGE CLOONEY, SANDRA BULLOCK.
GÉNERO: CIENCIA-FICCIÓN / EE. UU. / 2013  DURACIÓN: 112 MINUTOS.   

    El mexicano Alfonso Cuarón es un realizador interesantísimo al que cualquier cinéfilo puede poner como ejemplo de versatilidad temática, mutabilidad que le ha hecho gravitar sobre el cine infantil, La Princesita (1995), el romance, Grandes Esperanzas (1998), pasando por la comedia dramática, Y tu mamá también (2001), e incluso por el más puro cine fantástico, firmando la mejor entrega de Harry Potter, aquella titulada Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004), para posteriormente dar forma la que era su mejor película hasta la fecha, Hijo de los hombres (2006), cine futurista y apocalíptico que basado en una novela de P. D. James se encuentra entre lo mejor del género que este cronista ha visto en las últimas décadas. Ahora nos presenta una magistral odisea espacial que parte de una idea original de su hijo Jonás Cuarón, y que con un libreto escrito por padre e hijo, se ha cambiado la ambientación y el contexto de la historia original, situando la acción en la termosfera, la cuarta capa de la atmósfera de la Tierra, a 600 kilómetros de nuestro planeta.


      GRAVITY nos presenta a la Dr. Ryan Stone (Sandra Bullock), una brillante ingeniera especializada en medicina que se embarca en su primera misión en un transbordador con el veterano astronauta Matt Kowalsky (Geroge Clooney), al mando de su último vuelo antes de retirarse. Pero en su paseo espacial, una operación aparentemente de rutina, se desencadena el desastre: el transbordador queda destruido por la basura espacial dejando a Stone y Kowalsky completamente solos, unidos el uno al otro y dando vueltas en la oscuridad. El terrible silencio les indica que han perdido cualquier vínculo con la Tierra… y cualquier posibilidad de rescate. A medida que se apodera de ellos el pánico, cada bocanada de aire va consumiendo el poco oxígeno que les queda. Pero el único camino que puede encontrarse es adentrándose más y más en la aterradora inmensidad del espacio.     


        Este cronista no sabe si han sido ciertos problemas personales (en parte sí, o al menos eso es lo que me asegura alguien en quien tengo confianza) la causa de que el magnífico cineasta mexicano haya estado siete años alejado de la pantalla grande. Me  gustaría pensar que gran parte de ese tiempo lo ha dedicado a elaborar de forma pausada y metódica la que sin duda es la mejor odisea espacial de la historia. Han leído bien, mejor que 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) a la que hace algunos guiños, y Solaris (Andrei Tarkovsky, 1972). GRAVITY está a otro nivel, su visionado en 3D logra un grado y una calidad de inmersión que hace que el espectador se sienta tan perdido en el espacio como sus protagonistas, una sensación de misterio, desolación y plenitud que te convierte en un personaje más de la acción. Rodada con larguísimos planos secuencia (el film arranca con un plano secuencial que dura 16 minutos sin ningún corte) que aumenta hasta el delirio la sensación de ingravidez, dejándole a uno al albur de un espacio infinito no apto para agorafóbicos con problemas de tensión arterial o emocional.


        GRAVITY es una experiencia sensitiva arrebatadora e innovadora, una maravilla visual narrada con gran pericia técnica y un control exquisito de las emociones, excitación y estremecimiento ante la trágica certeza de que ese ciego, abisal vagabundeo al que está expuesta nuestra principal heroína sólo puede tener un destino fatal. Jamás la soledad fue tan sinuosa en la desventura, tan tétricamente bella en su marcada y lacerante profundidad, en su electrizante y desnuda crueldad.


        Insisto, es en películas así en donde el formato estereoscópico alcanza su más diáfano sentido, su objetivo de enaltecer un arte convertido en un espectáculo arrollador, en una aventura espacial conmovedora capaz de fusionar la lírica y el horror. La otra gran noticia es que Sandra Bullock impresiona, en su esfuerzo, preparación y dando rienda suelta a un abanico de registros (desde la indefensión al coraje, de la inteligencia a la confusión), es casi imposible que otra actriz pudiera aportar más dosis de verosimilitud a un personaje, tal vez Vera Farmiga. George Clooney no ocupa mucho tiempo en pantalla, el suficiente para dejar un rastro indeleble de su imponente carisma. Talento, encanto y sentido del humor en una presencia insustituible que ilumina a su compañera como lo haría un faro en una espesa noche de niebla. La película supone también la superación a un nivel sublime del director de fotografía Emmanuel Lubezki, que realiza un trabajo impecable humanizando el blindaje frío y aséptico de la tecnología, virtuosismo al que pone énfasis el apenas conocido Steven Price, ajustando una banda sonora que sincroniza cada movimiento y coreografía y creando una ambientación climática absolutamente envolvente.


      Alfonso Cuarón ha creado una obra para la posteridad de una concisión prodigiosa, una referencia insustituible que ha visto la luz por una asombrosa conjunción de talentos en su momento más alto de inspiración y lucidez. Cuando caen los títulos de crédito, las lágrimas resbalan por mis mejillas, trato de salir del trance y doy gracias a la providencia por haber podido vivir lo suficiente para disfrutar del visionado de esta descomunal obra maestra. 

6 comentarios:

  1. cuando salí de la sala de cine miré al cielo, pensé que somos realmente desde arriba, que somos realmente desde abajo, somos todo y nada a la vez, con la sensación de que algo ha pasado desde arriba, un triunfo a la esperanza es una obra de arte está claro esas cosas se sienten y esta película se siente, tiene alma, como ryan stone quiere tocar alguna parte para agarrarse y no verse arrastrada en el espacio consigue agarrarse a nosotros para siempre, al menos a mí, esa es su esperanza, como lo más terrible se puede superar sin nada, dentro y fuera de nosotros, renaciendo de nosotros mismos, me quedo con ese mensaje...¿Que buscamos en el cine realmente?…

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  2. ESTOY DE ACUERDO CONTIGO, LA PELÍCULA MARCA UN PUNTO DE INFLEXIÓN, UNA NUEVA PANORÁMICA EN LA BÚSQUEDA DE NUEVAS FORMAS DE EXPRESIÓN. UNA VEZ MÁS EL CINE SE SITÚA EN LA VANGUARDIA E INICIA EL CAMINO DE UNA REGENERACIÓN VISUAL.

    SALUDOS CORDIALES

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  3. Realmente exquisita, punto de inflexión y de reflexión.
    Que dificil es subir ahí para cualquiera de nosotros y que facil puede resultar morir ahi arriba.
    La disfrutado mucho, no solo por la calidad de imagen si no por lo logrado que esta el contexto de antigravedad, aunque he de reconocer que sufri en las escenas donde te dices a ti mismo, madre mia que la palma, corre cosa que no puedes, irónico... hasta que llegué al punto donde me dije, vamos a ver niña que es una peli!! entonces fue donde la empece a disfrutar de verdad, y apreciar ciertos detalles que no se aprecian a la primera.
    Me maravilló cuando ella intenta desacerse del paracaídas de la capsula de aterrizaje (supongo) cuando empiezan a colisionar una piezas contra otras haciendo ese efecto dominó, los centelleos de los metales con el reflejo del sol y ese infinito por todos lados donde van por todas partes y a ninguna sabiendo que no pararían jamas de rodar y rodar...
    Como la consciencia de uno

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  4. ES DE ESAS PELÍCULAS EN DONDE TODO ESTÁ EN SU SITIO Y TODO ADQUIERE SENTIDO. ME FIGURO QUE PERDERÁ MUCHO SI NO SE VISIONA EN 3D, PERO ES QUE ADEMÁS DEL APARTADO TÉCNICO, HAY QUE VER CÓMO ESTÁN SANDRA BULLOCK Y GEORGE CLOONEY, QUÉ SIMBIOSIS TAN PERFECTA ENTRE UNOS PERSONAJES QUE ABRAZAN CON HEROISMO, DIGNIDAD E INCLUSO HUMOR EL FATAL DESTINO.

    VUELVE PRONTO, VERO.

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  5. Gravity es una película que ha dejado a más de uno con la boca abierta, éste filme ha sorprendido por todo el uso de la tecnología, es algo que Cuarón se atrevió a hacer y que le trajo muy buenos resultados.

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  6. Claro, Carolina, se ha buscado el mayor realismo para una historia de ciencia ficción muy cercana. De lo que se trata es de fusionar la poética visual que nos proponen las nuevas tecnologías con el horror y la soledad que uno se puede encontrar en el universo infinito, y que cada día podemos sentir más cerca.

    Saludos.

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