La modelo de glamour eslovena
Manja Dobrolovic (Celje, 11 de
noviembre de 1992) fue elegida Playmate en la edición de la revista Playboy del
mes de septiembre de 2013. Con una estatura de 1`73 m y 57 kg de peso, presume
de tenerlo todo natural pues su hermoso cuerpo no esconde trampas ni cartón.
Tiene el cabello castaño, los ojos de color caramelo y con una mirada
chispeante y una sonrisa pícara confiesa que nunca ha tenido miedo de ser ella
misma, aunque eso sí, cree que lo de ser modelo
es algo transitorio, pues lo que realmente le gustaría es convertirse en
una mujer de negocios y viajar por el mundo.
Como no tiene pudor en decir lo que le
gusta o a quién ama, cuenta que sus pasiones son la buena comida, el vino
blanco dulce y los momentos románticos en ropa interior sexy. Cuando se le
pregunta por las cosas sin las que no podría vivir, Manja nos da una respuesta
muy estereotipada: “Amor, felicidad y salud”, se supone que el dinero va
incluido en la felicidad. En cualquier caso, es algo que firmaría cualquiera.
La bella eslovena cree que todo sucede por una razón, por eso, a sus 26 años,
sólo espera que la vida le regale la mejor de las suertes.
En una sociedad como la actual, tan ñoña,
gazmoña y retrógrada, unos tiempos en verdad siniestros en los que son más
admisibles la exposición pública de la violencia y el odio que la naturalidad
de los cuerpos desnudos de las personas, Manja es como una brisa fresca que nos
invita a reflexionar sobre el modelo de sociedad que estamos creando y el
sórdido futuro que les espera a las nuevas generaciones. Piensa, como yo, que
lo mejor de la vida están en las cosas sencillas y bellas… y en las mujeres
como Manja.
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