DR. STRANGE êêê
Director: Scott Derrickson.
Intérpretes: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel
McAdams, Tilda Swinton, Mads Mikkelsen.
Género: Fantástico
/ EEUU / 2016 Duración: 115 MINUTOS.
El director Scott
Derrickson está considerado por el aficionado al género de terror como uno
de los más proteicos especialistas aparecidos en los últimos años. Su carrera
comenzó con una muy irregular quinta entrega de la saga Helraiser, Helraiser
V: Inferno (2000) que fue directamente a parar al mercado del vídeo. No
obstante, en el año 2005 nos entregó una aseada cinta sobre posesiones que se
publicitó con el “basada en hechos reales”, El exorcismo de Emily Rose,
que incluye algunas secuencias verdaderamente conseguidas. No convención a
nadie su primera incursión en el cine de ciencia ficción, Ultimátum a la Tierra
(2008), pobre remake del clásico de 1951 firmado por Robert Wise. En 2012
regresa al género que más domina con Sinister, película protagonizada por
Ethan Hawke dando vida a un periodista que investiga una serie de salvajes
asesinatos. No rayó a la misma altura con su siguiente película, Líbranos
del mal (2014) sobre un policía que interpretado por Eric Bana
investiga unos asesinatos relacionados con una posesión.
Con Dr. Strange Derrickson se adentra en
el universo Marvel para trasladar a la pantalla grande el cómic creado por Stan
Lee y Steve Ditko que tiene como protagonista al Dr. Steven Strange (Benedict Cumberbatch) cuya vida da un giro
tras sufrir un accidente de coche que le deja inmovilizada las manos. La medicina
tradicional no puede hacer nada por él y busca la cura en una comunidad aislada
llamada Kamar-Taj. Pronto descubre que no es sólo un centro de recuperación
sino que también actúa como lugar de operaciones contra las fuerzas oscuras
empeñadas en destruir nuestro mundo. En poco tiempo, Strange, armado con poderes
mágicos recién adquiridos, se encontrará ante el dilema de volver a su antigua
vida de riqueza y privilegios o dejarlo
todo para defender el mundo como el mago más poderoso del planeta.
Parece que existe bastante unanimidad en
calificar Dr. Strange como lo único salvable de la desdeñable filmografía
de Derrickson. De acuerdo que es su film más conseguido, pero como apuntaba
anteriormente el director ya había mostrado su oficio anteriormente. El mayor
activo de esta nueva adaptación de un personaje menor de la Marvel lo
encontramos en su protagonista, un Benedict
Cumberbatch que resuelve su “extraña” incursión en este delirio surrealista
y tono espiritual de una manera sobresaliente. Así, el espectáculo tiene
entidad y resulta entretenido tanto en su abracadabrante vena mística como en
el frenesí de la acción que mantiene un buen ritmo durante todo el metraje.
Cambios de escenarios, distintas
dimensiones de mundos que se alternan y desdoblan, personajes tan sugerentes
como extravagantes, un humor descacharrante y una arquitectura ornamental colorista y visualmente fascinante
conforman el corpus de un espectáculo desarrollado con mimo y amor por el
personaje, una espiral de locura psicodélica y hechicería, de universos paralelos y bucles temporales levantados sobre, esta vez sí, una chispeante imaginación y potentes efectos visuales.
Al igual que el Dr. Strange, doctor en
Medicina y Artes Místicas, la función resulta excesiva y excéntrica en su
apartado técnico (el CGI alcanza una dimensión ultrahiperbólica) superando
todas las leyes físicas y la más febril imaginación, lo que sin duda dejará
ojiplático al espectador amante de este tipo de artefactos (que encontrará referencias a Origen, Batman Begins...) que serían difícil
de desarrollar sin los más rabiosos avances tecnológicos, un compendio de
artificios y pirotecnia muy bien elaborado.
Pero es que Dr. Strange
funciona también en un plano artístico, con un arrogante y carismático Benedict
Cumberbatch muy bien acompañado por Rachel McAdams (su entrañable colega), Tilda Swinton (sabia gurú),
Chiwetel Ejiofor (aventajado discípulo) y Mads Mikkelsen (como cautivador villano) que despliegan todo su oficio sin complejos,
sabedores de que el mejor modo de que el invento funcione es no tomárselo
demasiado en serio. El mensaje: Sólo la fe puede lograr que un hombre renazca
de sus cenizas.