POLYTECHNIQUE (Denis Villeneuve, 2009) ★★★★
Me he atrevido a ver por segunda vez Polytechnique (2009), film basado en unos terribles hechos reales que el siempre interesante director canadiense Denis Villeneuve (Prisioneros, Sicario) narra a través de los testimonios de los supervivientes de la masacre que Marc Lépine, de 25 años, perpetró en la Escuela Politécnica de Montreal el 6 de diciembre de 1989. Armado con un rifle semiautomático legal y un cuchillo de caza, Lépine mató a catorce mujeres e hirió a otras catorce personas antes de colocarse el rifle sobre la frente y suicidarse.
Su ataque comenzó
en un aula de la universidad en donde primero ordenó que se separaran los hombres de las mujeres, y tras hacer salir a los hombres de la clase disparó de manera fría y cruel contra las
nueve mujeres que se encontraban dentro alegando que estaba en guerra contra el feminismo. Posteriormente,
fue disparando durante veinte minutos contra todas las mujeres con las que se
cruzaba en la universidad. Al parecer, este asesino de masas había sufrido
abusos por parte de su padre durante su infancia y en su nota de suicidio
culpaba a las feministas de arruinarle la vida.
Villenueve filma esta conmovedora película con un elegante y
a veces espectral blanco y negro logrando secuencias absolutamente
desasosegantes. Sabemos que es difícil explicar la demencia, el odio, la violencia y la
sinrazón sin que desde la bondad de muchos seres humanos se intente atenuar la
culpa de pertenecer a esta especie y que al mirarnos en el espejo no se vea
reflejada la imagen de un monstruo. El director no entra en profundas
introspecciones sobre la misoginia y el carácter antisocial del perturbado asesino, pues lo que le
interesa es hacer una reconstrucción fiel y sensitiva de cómo sucedieron los
hechos a través de los recuerdos de los supervivientes de la matanza, ofreciendo
diversos ángulos de visión y tomando como hilo narrativo a dos amigas
estudiantes que comparten piso y que se encontraban entre las primeras víctimas
(solo una sobrevivió), a otro estudiante amigo de las jóvenes que trató de ayudarlas
y al asesino en su maldito itinerario.
El pavoroso suceso, que fue catalogado como un acto de
terrorismo, dejó una huella indeleble en la conciencia social canadiense hasta
el punto que el 6 de diciembre fue declarado contra la violencia machista. Con
magníficas interpretaciones de todo el reparto, Villeneuve aporta pinceladas
sobre la personalidad obsesiva y paranoica del asesino y se detiene para tomar
el pulso de la frenética actividad universitaria esbozando las inquietudes de
los estudiantes y cómo aquel acto salvaje e irracional marcó sus vidas para
siempre.
Polytechnique es un film duro y triste que sobre el paisaje nevado de
Montreal compone una sinfonía de dolor y muerte. Porque la razón esencial de la
violencia fanática son las víctimas, ese corolario trágico que llena de
angustia y amargura palabras tan hermosas como tolerancia y humanidad. Con bellísimos
planos y pulcros travellings, Villeneuve clausura el emocional relato
intentando atrapar la luz de la esperanza a pesar de que como confiesa una de
las víctimas que logró sobrevivir y hacer realidad su sueño de ser ingeniera
aeronáutica: “El asesino, que se suicidó,
está muerto y yo estoy viva; él está libre y yo vivo acorralada”.
Espléndida película.
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