martes, 9 de febrero de 2016

CRÍTICA: "EL RENACIDO" (Alejandro G. Iñárritu, 2015)

La venganza como aliento
EL RENACIDO êêê
DIRECTOR: ALEJANDRO G. IÑÁRRITU.
INTÉRPRETES: LEONARDO DICAPRIO, TOM HARDY, DOMHNALL GLEESON, WILL POULTER.
GÉNERO: WESTERN / EE.UU. / 2015  DURACIÓN: 156 MINUTOS.   
         
                                                             
      Como millones de aficionados, me considero un fan declarado del cine de Alejandro González Iñárritu, y me parece espectacular lo que él y otros directores mexicanos como Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro están aportando a este arte para el que tienen abiertas las puertas de Hollywood. De Iñárritu, sigue siendo Amores perros (2000) mi película favorita, un film brutal a modo de collage sobre tres historias cruzadas que retratan la sociedad mexicana en el cambio de milenio, y Biutiful (2010) su obra más desafortunada a pesar del notable esfuerzo de Javier Bardem. El realizador cuenta en su filmografía con películas que han dejado en mí un gran poso, es el caso de 21 gramos (2003) un sugerente puzzle narrativo que nos presenta a un inmenso Benicio Del Toro dando vida a un ex convicto alcoholizado y fuertes creencias religiosas que desata una tragedia al colisionar su coche con otro en el que viajan una madre y sus dos hijas. Me encantó Babel (2006) una obra perfecta de ingeniería narrativa en la que bastaba sacar a dos turistas occidentales y económicamente solventes de su ambiente urbano natural y colocarlos en el llamado Tercer Mundo, para que todos sus sueños solidarios, su romanticismo de diseño, su ingenua e ilusa moral, sus moderneces y afanes aventureros saltasen en pedazos. Notable fue también la oscarizada Birdman (2014) que resulta igual de magnífica y mágica en sus momentos de alocado vodevil como en la íntima devastación de su feroz mirada al abismo.


     El renacido, film favorito en las quinielas para el Oscar del presente año con 12 nominaciones, nos sitúa en el año 1823. En el territorio de la América salvaje de Las Rocosas, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo Hawk (Forrest Goodluck) en una expedición de tramperos que recolectan pieles. Gravemente herido por el ataque de una osa grizzly, Glass es abandonado a su suerte por un avaricioso y traicionero miembro de su equipo, John Fitgerald (Tom Hardy) que ha asesinado cobardemente a su hijo. Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre tribus de nativos americanos, en una búsqueda implacable por conseguir la venganza.


      Basándose en la novela de Michael Punke sobre la leyenda apócrifa del explorador Hugh Glass, Iñárritu busca con su nueva obra acercarse a la pureza del cine con una historia extrema de supervivencia y sed de venganza. Visualmente la función resulta deslumbrante, una sucesión de fastuosas postales como consecuencia de la belleza agreste y virginal del paisaje y la prodigiosa iluminación de Emmanuel Lubezki, que acompañado de todo el equipo técnico y artístico, logran sacar adelante un film rodado en condiciones climáticas excepcionalmente adversas. El renacido, hay que advertirlo, es un film muy violento que contiene escenas impactantes y especialmente crudas sobre el tormento y las penurias que tiene que soportar el protagonista, un comprometido Leonardo DiCaprio en su terrible odisea. De lo que hablamos, vaya, es de un western salvaje filmado con enorme inclemencia y un atroz naturalismo. Y no es que DiCaprio desarrolle una línea de diálogos formidable, más bien al contrario, pues se pasa casi todo el metraje en un estado agónico gruñendo y gimiendo con su cuerpo horriblemente lacerado tras haber sido atacado brutalmente por una osa, una secuencia rodada con un magistral y enfático plano secuencia que se impone como uno de los momentos más escalofriantes vistos en una pantalla de cine en los últimos años. Glass a duras penas se sobrepone al temible ambiente glacial mantenido por la única llama de dar caza al desalmado que asesinó a su hijo. El renacido es una buena película más por el goce de su impecable factura que por lo emotivo de una descarnada epopeya que se me antoja poco verosímil, y unas actuaciones que, siendo sincero, requieren más del esfuerzo y la resistencia física que de la excelencia interpretativa.

       
     De hecho (y algo tendrá que ver mi debilidad por este actor), resulta más lucida y llena de matices la interpretación del villano Tom Hardy (nominado al Oscar al mejor actor de reparto) dando oxígeno al despiadado trampero John Fitgerald, que la del mismísimo DiCaprio (nominado al mejor actor principal) ese renacido convertido en un despojo humano al quedar moribundo tras el terrorífico ataque de una osa, que se alimenta de hierbas y carne cruda de bisonte, es arrastrado por la corriente de un río  hacia unas cataratas y cae con su caballo por un precipicio, pero que se las apaña para sobrevivir haciendo uso de recursos básicos e imaginativos; como ese en el que tras eviscerar el cadáver de un caballo utiliza su carcasa a modo de saco de dormir para no morir congelado. No estamos ante un personaje memorable ni mucho menos complejo, pero me da que esta vez el Oscar no se le escapa. El espectador, por supuesto, está más pendiente del incomparable marco que sirve de escenario natural a la acción que a un arco dramático con evidentes carencias emocionales y torpes recursos oníricos. Es como si Iñárritu hubiera querido recrear la belleza inmanente del cine de Terrence Malick vaciándola del espíritu y la lírica que te zarandea el corazón, extasiado por el entorno y el carácter físico de la función. Insisto, la hipnótica poesía visual lo inunda todo sin apenas hueco para el volcán de los sentimientos. 


2 comentarios:

  1. Bastante de acuerdo con tu valoración. Le van a dar el Oscar a DiCaprio por un film cuyo protagonista es la naturaleza salvaje que rodea a los personajes. Y, puestos a elegir, yo también prefiero a Tom Hardy.

    Un abrazo.

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  2. ¿Recuerdas cuando te hablé de Tom Hardy y comenté que era de mis actores favoritos? Apenas habías oído hablar de él entonces, pero dije que le íbamos a tener hasta en la sopa porque debido a que es un gran actor su presencia sería muy demandada. En ello estamos.

    También yo coincido contigo, estos líricos y exuberantes ejercicios telúricos se le dan mejor a Malick. Pero te confesaré que yo tengo la costumbre de ver al menos una vez al año "Amores perros", la más alta cima alcanzada por Iñárritu hasta la fecha y tengo la esperanza que volverá a entregarnos pronto una obra mayor. Talento no le falta.

    Por cierto, para mí la mejor película del pasado año fue "Mad Max: furia en la carretera", como ya sabes. También con Hardy como protagonista.

    Un abrazo.

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