Interesante pero no fascinante
LOS ODIOSOS OCHO êêê
DIRECTOR: QUENTIN
TARANTINO.
INTÉRPRETES: SAMUEL L. JACKSON, KURT RUSSELL, JENNIFER
JASON LEIGH, DEMIAN BICHIR, WALTON GOGGINS, TIM ROTH, BRUCE DERN, MICHAEL
MADSEN.
GÉNERO: WESTERN /
EE.UU. / 2015 DURACIÓN: 167 MINUTOS.
Para este
cronista el cine de Quentin Tarantino
dejó de ser fascinante para resultar simplemente interesante desde el estreno
de aquella obra maestra titulada Kill Bill (vol. 1 y 2). Interesante me
pareció aquel placer culpable titulado Death Proof (2007) un divertido y
aparatoso homenaje al cine grindhouse o exploitation de los años 60 y 70 realizada con múltiples
retales cinéfilos. Por supuesto, interesante fue su primera y única incursión
hasta la fecha en el cine bélico con Malditos bastardos (2009) que con un
flojo guión y algunos diálogos ingeniosos que invitan a la burla tocando temas
que son muy serios, sólo sobresalía un Christoph Waltz en una actuación
luminosa que evitaba que se derrumbara toda la película. E interesante resultó su
primer western, Django desencadenado (2012) film que
alterna escenas extremadamente grotescas y chirriantes con otras realmente
sublimes para armar un homenaje a los títulos míticos del spaguetti-western. Todo
está muy bien, pero ninguna alcanza la maestría de Pulp Fiction, Jackie
Brown
y Kill
Bill,
por lo que tenía ganas de comprobar si con Los odiosos ocho (un título en
español verdaderamente gilipolla) nos volvía nuevamente a fascinar.
Pues va a ser que
no, desgraciadamente, en la nueva apuesta encontramos el personalísimo sello y
todas las constantes estilísticas de su director, pero aún no sé qué aporta a
lo ya conocido ni la ambición que persigue. Veamos: Varios años después de la
Guerra de Secesión, una diligencia cruza el paisaje nevado de Wyoming. En ella,
el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell)
y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer
Jason Leigh) intentan llegar al pueblo de Red Rock, donde Ruth la entregará a
la justicia. Por el camino se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson)
antiguo soldado de la Unión y cazarrecompensas con mala fama y Chris Mannix (Walton Goggins) un
renegado sureño que afirma que es el nuevo sheriff del pueblo. La ventisca está
cerca y Ruth, Domergue, Warren y Mannix se refugian en la mercería de Minnie,
una parada de diligencias. Al llegar al local, se encuentran con cuatro rostros
desconocidos: Bob (Demian Bichir)
que se ha refugiado junto con Oswaldo
(Tim Roth) el verdugo de Red Rock; el vaquero Joe Cage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras
arrecia la tormenta, los ocho viajeros comienzan a pensar que tal vez no
lleguen nunca a Red Rock.
Tarantino dijo
una vez que se retiraría tras rodar su
décima película. No sabemos si cumplirá su promesa, pero lo cierto es que su
octava película se encuadra dentro de uno de sus géneros favoritos, el western
con toques de comedia negra, y que seguramente realizará una tercera para
conformar una trilogía emulando a su admirado Sergio Leone. Mi opinión es que
tiene más tino con el thriller y el cine negro, pues subvertir los rígidos códigos
del Far West se ha demostrado bastante complicado más allá del toque
hiperbólico y granguiñolesco que aportaron maestros del spaguetti-western como
el citado Leone, Enzo G. Castellari o Sergio Corbucci, directores a los que el
director de Reservoir Dogs rinde pleitesía en esta última película aunque
también encontremos estilemas de clásicos como Sam Pechinpah o Sam Fuller. Los
odiosos ocho evoca resonancias a la literatura detectivesca de Agatha
Christie (Los diez negritos) y juegos
de misterio como el Cluedo, y por la pantalla desfilan cazarrecompensas, forajidos
sanguinarios, ex militares sudistas y unionistas, verdugos, fugitivas y
vaqueros inquietantes, personajes tocados por la fatalidad y las heridas aún en
carne viva que la reciente y fratricida Guerra de Secesión ha dejado en los que
combatieron –y en los que no- en uno y otro bando. Divida en dos partes bien
diferenciadas (antes y después de la primera muerte), Los odiosos ocho es un
western más por su estética que por su narrativa en clave y espíritu de relato
de suspense, siempre salpicado por el humor corrosivo tan característico de su
autor y que tanto molesta a algunos sectores. Durante el dilatadísimo metraje (un error de bulto) tenemos la
impresión de que Tarantino es cada año que pasa mejor director de actores, a
los que suele tratar con mucho mimo, pero también nos invade la molesta
impresión de que esa madurez la ha conseguido a costa de perder frescura y espontaneidad en la
planificación de escenas donde confunde clasicismo con encorsetamiento.
Y esto tal vez venga impuesto por el minimalismo del
escenario donde se desarrolla casi toda la acción, esa parada de diligencias
convertida en una ratonera que a medida que va avanzando la acción se va
haciendo más claustrofóbica debido a la tensión ambiental. No nos engañemos, el
film tiene muchos altibajos, exceso de verborrea, pasajes que no aportan nada a
la historia y algunos subrayados innecesarios, como esos flash backs que
revelan la identidad real de los personajes (también el secreto del insufrible maltrato que Ruth infringe a la fugitiva)
cuando llegado ese momento casi todo es previsible o imaginable. Salvo en su espectacular, brioso y sublime
arranque (20 minutos) con la diligencia atravesando el blanco paisaje mientras
caen los copos de nieve y zumba el viento con la música de Morricone
envolviendo el incomparable marco, el resto de la trama se ve penalizada por
una forzada teatralidad que aún con la tensión in crescendo y el acertado tono
atmosférico pide a gritos que la cámara transite por la inmensidad de ese agorafóbico,
gélido y amenazante paisaje, opción que hubiera dotado de dinamismo a la
historia. Era previsible que los intereses cruzados del heterodoxo grupo
acabaran en un baño de sangre tras la metralla charlatana, los monólogos excitantes
y la resolución del ¿quién es quién y qué quiere? Pero la pregunta que se
impone es ¿aporta Tarantino alguna idea novedosa en esta extraña miscelánea de
géneros que nos presenta? La respuesta es: ninguna, ni siquiera que una enorme polla negra es un buen instrumento para la humillación.
Es cierto que el último Tarantino no ofrece novedades relevantes, incluso parece un replegamiento hacia la fórmula de "Reservoir Dogs", con su planteamiento claustrofóbico. De todos modos, me ha parecido compacta y brillante. No es espectacular como "Kill Bill" o "Django desencadenado" pero no se le puede pedir tanto a una pieza de cámara.
ResponderEliminarUn abrazo.
En fin, son gustos, apreciaciones, impresiones, pero yo esta película no la calificaría de brillante. Tiene sus momentos, ninguno que me deje con la boca abierta u ojiplático. Salvo su potente comienzo, el metraje es brutal para lo que propone, la verborrea es excesiva y estéril en muchos de sus pasajes y el ego insufrible de Tarantino le lleva a no tener medida de su genio loco en el pringoso derramamiento de sangre. El octavo film de su autor ha sido resultado al fin una pequeña decepción para quien esto suscribe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente artículo y muy detallado. Sin duda el cine de Tarantino es muy interesante e impactante, además siempre elige un elenco completamente profesional y muy capaz. Cuando un actor logra encarnar personajes con personalidades distintas, puede decirse que es un buen actor, así nos demuestra Walton Goggin con su nuevo personaje como Lee Russell en la serie Vice Principals, aquí se presenta como el Vicepresidente de una secundaria, luchando contra Neal Gamby (interpretado por Danny McBride Director también de la serie) que también busca ocupar el lugar vacío del Director de la escuela. Así Walton Goggin nos aleja del personaje que había tomado en la serie The Shield como Detective o en la película “Los odiosos ocho” y nos adentra a uno en donde los tintes cómicos y dramáticos están presentes.
ResponderEliminarClaro, Victoria, y te recomiendo leer el libro de Wensley Clarkson sobre Tarantino "A bocajarro", un viaje a través de su peculiar personalidad desde que era un niño pasando por su etapa como dependiente en un videclub hasta que le llegó la fama con "Reservoir Dogs". Te gustará. En cuanto a Walton Goggins siempre me ha parecido un gran secundario muy desaprovechado, un actor con un abanico registros y recursos interpretativos, para demostrarlo ahí están sus aportaciones en "Iron Man", "Lincoln", "American Ultra" "The Shield"... Aún no he visto "Vice Principals", pero lo haré y comentaremos.
EliminarGracias por tu comentario y saludos cordiales.