MALAS CALLES
(MEAN STREETS)
Drama - USA, 1973 - 110 Minutos.
DIRECTOR: MARTIN SCORSESE.
INTÉRPRETES: ROBERT DE NIRO, HARVEY KEITEL, DAVID PROVAL, RICHARD
ROMANOS, CESARE DONOVA.
Martin Scorsese nacido y criado en el barrio de
Little Italy de Nueva York, manifestó pronto que la música rock y el cine iban
a ser sus mayores inquietudes, aunque la llamada de la fe le hace seguir un
curso de seminarista que rápidamente abandonaría para estudiar cine en la
universidad de su ciudad. Tras realizar algunos cortos, en el año 1969 dirige
su primer largometraje, Who’s That Knocking at My Door, con un Harvey
Keitel jovencísimo.
Malas calles es su primera película
de alcance, con guión coescrito entre el propio Scorsese y Mardik Martin varios
años antes. A pesar de ser considerada por algunos analistas como un borrador
de Uno de los nuestros (1990), y aun admitiendo ciertos paralelismos y
similitudes circunstanciales, pues, de hecho, se puede considerar un film
seminal o iniciático sobre su larga serie de películas dedicadas a la mafia, Mean
Streets tiene un aura propia, chispeante e intransferible que hace
memorable esta crónica hiper-excitada de personajes desquiciados, una historia
que tiene como base la amistad por encima de razones o fundamentos materiales.
El pulso eléctrico de su autor se deja sentir ya en los títulos de crédito que
van acompañados del “Be my baby” de The Ronettes, canción que para mí
siempre irá asociada a Harvey Keitel levantándose de la cama. La fuerza visual
de Scorsese se hace patente en la utilización de la luz y el tono de la
fotografía, así como en el empleo compulsivo de los travellings y el uso
abusivo de los planos-secuencia.
Los movimientos enloquecedores de cámara, tan
detestados por algunos críticos que en aquellos años tacharon al autor de
manierista -más tarde imitados hasta el vómito- son casi siempre sintomáticos
de este director, si me apuran, perfectos dentro del engranaje anfetamínico de
la historia, de lo contrario no concibo como se pueden hilvanar relatos como
éste, en cuyo discurso frenético y asfixiante no hay lugar para la relajación
mental, la cámara es como el ojo de un cíclope que sondea un microcosmos sucio
y agobiante, y Scorsese asocia los movimientos de cámara con la actitud
incoherente y contradictoria de éstos. Sin embargo, lo que si advierte el
espectador, es la evolución desasosegante hacia un final trágico e
imprevisible. Y es que, la violencia emocional que envuelve todo el film, lejos
de la cruda fisicidad de la mayoría de películas setenteras, desemboca en un
The End brutal y desesperanzador que marca el pulso de uno de los años -1973-
más convulsos de la historia de América.
En esencia lo que Malas calles nos
relata es la agitada vida de un grupo de amigos en las fiestas de San Genaro en
el popular barrio de Little Italy, que frecuentemente se reúnen en el bar de
Tony para tomar unas copas y malviven endeudados con toda clase de apuestas,
trapicheos y trabajos esporádicos, rodeados de pequeños hampones que les
prestan dinero y que intentarán cobrarlo con intereses a toda costa. Es para mí
Malas calles -junto con Taxi Driver- la obra mas
perdurable en la filmografía de su autor, y sin lugar a dudas, visionarla ahora
es, con la perspectiva de los años transcurridos desde su estreno, una forma
totalmente válida de tomar el pulso a aquella juventud desarrraigada de
principio de los setenta, para acompañarlos una jornada por ese laberinto
lacerante, de atmósfera sórdida que se respira en las húmedas malas calles de
las comunidades marginales. La escueta y casi familiar crónica urbana que
retrata este film no interesó a ningún productor, y sólo em la Quincena de
Realizadores del Festival de Cannes fue bien acogida. Hoy, sus personajes
principales, sobre todo Johnny Boy (Robert De Niro) y Charlie (Harvey Keitel),
se han convertido en auténticos iconos referenciales, la película alcanza la
calificación de magistral, elevándose como una de mis imprescindibles y siendo
película de cabecera para un buen número de jóvenes realizadores. Su autor, ya
plenamente consagrado, sigue regalándonos destellos de su empaque visual y su
talento no se ha visto nunca seriamente devaluado.
Todo Scorsese está en esta película.
ResponderEliminarCreo que en su momento fue muy mal estrenada en nuestro país. Recuerdo que la pasaron en un cine de pueblo cerca de Igualada cuando yo era adolescente y un chaval del pueblo en cuestión comentó algo así como: Ayer echaron en el cine del pueblo una película malísima. ¡Sólo hablan! Se fue toda la gente del cine, jaja, sólo nos quedamos dos a verla hasta el final.
Sé que se trataba de "Malas calles" porque me dijo el título pero yo no podía opinar porque no la había visto y Scorsese era todavía un perfecto desconocido. Paradójicamente -o no- el amigo en cuestión es ahora de mayor un gran cinéfilo. En fín, curiosidades.
Un abrazo.
Pues, seguramente en esa época algunos ya habíamos visto en reposiciones veraniegas películas como "Citizen Kane" y "Blow up", no quiero ni imaginar cuántos hubieran aguantado en ese cine con ese programa doble. Tal vez lo que ocurrió es que era demasiado niño para una experiencia como esa, pero te confesaré que yo era muy pequeño cuando vi "Deliverance" y me gustó tanto que no sé las veces que la vi seguidas. "Malas Calles" puede ser tomada como un magnífico borrador de lo que serían más adelante "Taxi Driver" e incluso "Uno de los nuestros".
ResponderEliminarUn abrazo.