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martes, 12 de mayo de 2015

MIS PELÍCULAS ESPAÑOLAS FAVORITAS: "LA CAJA 507"

LA CAJA 507
Thriller - España, 2002 - 112 Minutos.
DIRECTOR: ENRIQUE URBIZU.
INTÉRPRETES: ANTONIO RESINES, JOSÉ CORONADO, GOYA TOLEDO, DAFNE FERNÁNDEZ, SANCHO GRACIA.


    La caja 507 es el segundo thriller rodado por Enrique Urbizu tras Todo por la pasta (1990) y la verdad es que no había vuelto a rayar a tanta altura desde entonces. Tras el film que nos ocupa, rueda La vida mancha (2002) también con José Coronado, otro buen ejemplo del magnífico estado de forma en que se encuentra el cineasta. Empeñado en adaptar la novela de Bernardo Atxaga “Esos cielos”, el realizador bilbaíno se retiró una temporada a la Costa del Sol para trabajar en el guión de la misma, y como la financiación para esa película se demostró una empresa harto difícil, con sólo observar la realidad circundante surgió el argumento de la presente cinta, un libreto coescrito junto a Michel Gaztambide. La trama de este notable film muy resumida es la siguiente: por un lado tenemos al director de una sucursal bancaria en la Costa del Sol, Modesto (Antonio Resines) a quien un mal día atracan y, para más desazón, descubre en unos documentos guardados en una caja de seguridad -la 507- que el incendio en que murió su hija (Dafne Fernández) fue provocado. Modesto, que tiene a su mujer en coma (Mirian Montilla) decide que la hora de la venganza ha llegado. Por otra parte nos encontramos a Rafael (José Coronado) un expolicía que atraviesa malos momentos, y a su novia alcohólica (Goya Toledo). Modesto entra en su mundo de corrupción, observa sus relaciones con la mafia, comprenderá que la vida de la pareja depende de esos documentos, y él está ahí para ajustar cuentas.
    
      
      Con un tratamiento ejemplarizante del suspense y genial en el dibujo de los dos personajes principales, Urbizu nos propone una película que, aunque con momentos de acción, se centra primordialmente en los conflictos ético-morales de las dos personalidades enfrentadas: el trabajador anodino que se levanta cada día a las 7 de la mañana y que por azar encuentra razones para lanzarse al barro y ejecutar su particular venganza. Enfrente, un encallecido killer que tras dejar la policía se ha situado al margen de la ley. Concatenación de sucesos, unos más imprevisibles que otros, La caja 507 recrea una realidad contemporánea, no sé si universal, pero sí fácil de situar localmente.  La ciega avaricia, especulaciones urbanísticas, extorsiones, mafias internacionales en negocios turbios, corrupción política, mentiras, vendettas sangrientas... Es la España del nuevo amanecer, la cruda y espeluznante visión de una sociedad y su tiempo, la espesa negrura subterránea que acaba salpicandolo todo, un lodazal contaminado cuyos virus son ampliados, devastadoramente potenciados por la cámara del director vasco, una mirada inteligente, un lenguaje escueto, seco, punzante.  


      Con pulso firme, enérgico, Enrique Urbizu ha realizado una película que será muy difícil de olvidar, tiene la inmediatez de un reportaje -para lo que el cineasta ha llevado a cabo una gran labor documental- pero al mismo tiempo resulta imperecedera porque glosa el escarnio, la rapiña salvaje, también la aflicción y desolación del hombre moderno, su trama proyecta una brutal metáfora de los males que ensucian la vida española en las primeras escalas del nuevo siglo. Se adivinan todas las tragedias y la imposible esperanza en ese inquietante escenario triangular -Marbella, Gibraltar y Tánger- que escupe desde sus cloacas personajes que se cruzan y se encuentran y desencuentran hasta el choque final: Antonio Resines,  magnífico como casi siempre, lastrado por una vida llena de golpes y heridas, lacerado por el dolor más grande, el desgarro más íntimo. José Coronado -magistral como nunca- malo, malísimo, granítico, sólo respeta a su compañera y va lanzado a una tortuosa huida hacia delante, dando por finiquitada, tal vez, una existencia amarga y desaprovechada.



       Magistral elocuencia: “uno busca al otro, y el otro busca al uno, hasta que se encuentran, y por el camino se desentraña una trama que acaba muy arriba, en la sede de un banco suizo. Al final de todo siempre hay un banco. Las víctimas inocentes están en la arena de Tánger”. Lo dice Urbizu, un banco, nuestra encrucijada vital tiene su epicentro en un banco, y como su potente thriller puede que también languidezca jalonada de fracasos. El itinerario convulso y desgraciado de un nuevo adalid, un hombre bueno cargado de razones, de rabia, capaz de todo ante la imposibilidad de alcanzar un quimérico ideal. Un espejismo llamado paz. Un thriller puro, emocionante, una excelente película.

3 comentarios:

  1. Como dices, un thriller magnífico. Y la posterior "La vida mancha" también me pareció excelente. O "No habrá paz para los malvados", un western disfrazado de thriller.

    Un abrazo.

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  2. Estamos de acuerdo Ricard. Enrique Urbizu es uno de los directores de cine más importantes de nuestro país en estas últimas décadas. Con él me pasa como con Alberto Rodríguez, su cine me interesa siempre. También a mí me gustaron mucho esas dos películas que citas de las que, por supuesto, también realicé la crítica.

    A ver qué nos depara esa cinta suya titulada "2014 hijos de puta"

    Un abrazo.

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  3. Ah, se me olvidaba. Claro que recuerdo esa incontestable obra maestra firmada por el genio sordo de Calanda en su etapa mexicana: me tocó hacer un análisis crítico de diez páginas sobre esa película hace ya mucho tiempo. Soy un gran fan de Buñuel, mi película favorita suya es "Viridiana", cuya crítica también puedes leer aquí.

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