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sábado, 10 de enero de 2015

EL CINE MÍTICO: "TORO SALVAJE"

TORO SALVAJE
(RACING BULL)
Drama/Biopic - USA, 1980 - 129 Minutos.
DIRECTOR: MARTIN SCORSESE.
INTÉRPRETES: ROBERT DE NIRO, JOE PESCI, CATHY MORIARTY, FRANK VINCENT.


    La idea de convertir en película la biografía del boxeador Jake La Motta nace, según parece, de una propuesta que Robert De Niro le hace a Martin Scorsese. Con un guión de Paul Schrader y Mardik Martin basado en la novela biográfica del púgil del Bronx, el realizador italoamericano nos presenta este potente film, el mejor para muchos críticos de su autor. Ya se habrán dado cuenta de que es la tercera película que incluyo en este libro de este autor, sólo puedo decir: señor Scorsese, me gusta su estilo. El relato se centra, sobre todo, en intentar diseccionar la controvertida e inestable personalidad del boxeador, que le lleva a la destrucción  de su vida profesional y familiar, convirtiendo su existencia en una lucha por la supervivencia. 


     La película arranca con un Jake La Motta (Robert De Niro) seboso contando chistes malos en un decadente club neoyorquino, para más tarde mostrarnos su primera derrota en 1941, una derrota por otra parte injusta, ya que derribó siete veces a su adversario Johny Reeves. Problemas de autoconfianza le hacen confesar a su hermano que tiene las manos pequeñas, para a continuación, en un exceso de exhibicionismo que denota algún tipo de desorden o patología, pedirle a su hermano que le pegue en el rostro con todas sus fuerzas. El estudio que hace Scorsese sobre la vida del púgil es el retrato de un hombre que ha saboreado la gloria y descendido a los infiernos y que arrastra también problemas afectivos. Un día La Motta conoce en una piscina a Vicky (Cathy Moriarty) se enamoran, pero más adelante se hará también difícil su convivencia debido a los celos enfermizos que sufre, acusando incluso a su hermano (Joe Pesci) de acostarse con su mujer.

    
     
     Jake La Motta arrebató el título mundial de los medios al francés Marcel Cerdan en 1949, un púgil con un estilo refinado y elegante, a diferencia del italoamericano cuya mayor virtud era una poderosa capacidad de sufrimiento y resistencia en el ring. La excelente fotografía en blanco y negro, una vez más de Michael Chapman, recrea con virtuosismo esta historia de degeneración y redención, los acontecimientos en la vida de un hombre que fue capaz de conseguir, gracias a un enorme sacrificio, la corona de los medios a finales de la década de los 40, para después acabar cinco años más tarde en la cárcel acusado de corrupción de menores, y en su ocaso, ganándose la vida de patético Showman en un cuchitril apestoso. A través de la figura de un boxeador y utilizando la clásica fórmula ascenso-triunfo-caída, Scorsese propone una reflexión realista, una visión incendiaria sobre la profundidad de los abismos humanos y los difíciles caminos de expiación del alma hasta la aceptación social, el tránsito de la fama a la soledad, aprendiendo a convivir en el vacío, soportando la humillación de todos, la vergüenza y la pena. 


     Las escenas del sangriento combate con Sugar Ray Robinson cuando La Motta pierde el título y, además, recibe una demoledora paliza inaguantable para cualquier ser humano, son tal vez las más realistas y brutales jamás vistas en una pantalla ilustrando un combate de boxeo. Robert De Niro, actor entusiasta y camaleónico como pocos, tuvo que engordar veinticuatro kilos en poco tiempo para poder hacer la película, su esfuerzo no fue en vano, ya que consiguió el Oscar de Hollywood al Mejor Actor. Cuando a los más prestigiosos realizadores tanto europeos como americanos se les pregunta por su canon de diez películas, Racing Bull está en casi todas las listas, nada extraño, porque además de ser uno de los mejores films sobre el mundo del boxeo, es el que mejor destripa las entrañas de la derrota y la lacerante senda de la redención.


4 comentarios:

  1. Cuando la vi en su estreno me desconcertó un poco su estructura; esperaba algo parecido a "Rocky" pero en mejor. Con el tiempo, me doy cuenta de que es una obra maestra; a su realización brillantísima une el retrato preciso de un personaje contradictorio, un pecador que expía su culpa recibiendo golpes en el cuadrilátero y en la vida y que reúne todos los atributos de los anti-héroes scorsesianos. Por otro lado, una interpretación genial de DeNiro.

    Excelente post. Un abrazo.

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  2. Pues yo, amigo Ricard, salí conmocionado del estreno de este film magistral. No sólo porque nunca había visto una película en el que la temática del boxeo estuviera rodada con tanta crudeza, sino por lo perturbador que resulta como crónica sobre los abismos de la existencia. Es una de las películas más amargas y brutales sobre los infiernos cotidianos y la necesidad de expiación del ser humano.

    Me alegra que te guste el post, seguramente las sensaciones que sentimos sean muy análogas.

    Un abrazo.

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  3. Saludos...

    Hace como un par de años, creo... la vi, no voy a proponer nada nuevo que no sepáis, Robert como siempre no me decepciona, un gran papel y una inmejorable interpretación. Y me pasa como a Ricard, esperaba algo como un clásico de Rocky, pero igual algo mas crudo... y vaya sorpresa, mas que nada la crudeza de la vida de tal personaje, nada mal, eh?
    Da pena como acabamos viendo a un boxeador de primera, como un perdedor de la vida, una lástima... y aun siendo una película no tiene nada de imposible.

    Un abrazo y mi enhorabuena por los cambios en tu blog, a más las visitas que sumas y acumulas cada vez. Ciao!

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  4. Gracias a ti, Verónica. Estoy de acuerdo, la película, quien conocía bien a Scorsese sabía que nada en común tendría con Rocky, salvo eso sí, la temática del boxeo. Como bien dices, está rodada con mucha crudeza, retratando con un amargo realismo las tinieblas del alma y la devastación física.

    Besos, cuídate mucho.

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