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lunes, 12 de enero de 2015

CRÍTICA: "CORAZONES DE ACERO" (FURY)

El horror y la propaganda
CORAZONES DE ACERO êê  


     La incursión en el cine bélico de David Ayer, firmante de la reciente Sabotage y de la magnífica Sin tregua (2014), no ha resultado todo lo satisfactoria que uno esperaba, no porque Corazones de acero sea una mala película sino por la simpleza de un guión que la hace volar a baja altura y que se nos muestra rebosante de personajes estereotipados que se mueven por lugares demasiado comunes y caminos excesivamente trillados. La acción nos sitúa en la Alemania de 1945. Al mando del veterano sargento Wardaddy (Brad Pitt) una brigada de cinco soldados americanos a bordo de un tanque (el Fury) lucha contra el ejército nazi al borde de la desesperación, pues los alemanes saben que su derrota está ya cantada.


     La episódica Corazones de acero se ve con facilidad a pesar de su a todas luces excesivo metraje pero no deja ningún poso, apenas alguna escena para el recuerdo más allá de los claustrofóbicos momentos rodados en el interior del tanque. Convencionalismos en la representación de los horrores de la guerra y el salvajismo ilimitado de los hombres en combate, en ocasiones con secuencias filmadas con escasa verosimilitud debido en parte a la deriva de unos personajes en exceso prototípicos, acartonados y en actitud tan impostada como la rimbombante y enfática música de Steven Price. Uno tiene la sensación de que Corazones de acero es un film desequilibrado en el que Ayer nunca encuentra el tono en las transiciones entre las escenas cotidianas de los soldados de la brigada y la cruda descripción de los espantos de la guerra.


     Finalmente, las cotas de lirismo y su denuncia sobre la desolación y los infiernos interiores y exteriores que devoran a los protagonistas se ve diluida por los apuntes épicos y heroicos en medio de un paisaje dantesco. El caso es que el film comienza de manera prometedora con un oficial de las SS paseándose majestuosamente con su caballo entre montones de chatarra bélica apoyándose en la fastuosa luz creada por Roman Vasayanov, un comienzo que te hace pensar en el carácter orgulloso y suicida del ejército alemán que pronto sacrificará a sus hijos para morir matando. Pero no hay nada mágico ni emocionante en ello, tampoco nada excesivamente novedoso en los ritos de la monstruosidad de ese disparo inútil en la cabeza de soldado alemán que se había rendido. Pero la película tiene como cabeza de cartel a Brad Pitt (que nunca resulta creíble con su peinado molón y el mismo mentón que se le quedó en Malditos bastardos) y es por eso que la batalla final tiene que encumbrar a ese granítico héroe, un final caricaturesco y propagandístico que resta credibilidad a todo lo vivido.

2 comentarios:

  1. Una buena actuación conjunta de todos los personajes. Brad Pitt nuevamente realiza un excelente protagónico. Escenas muy violentas, pero que describen muy bien lo difícil que es la supervivencia en la guerra.

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  2. Verás, en mi opinión las dos mejores interpretaciones de Brad Pitt son en "Se7en" y en "El curioso caso de Benjamin Button", no sé cómo se tituló ésta última en tu país. Por lo demás, "Fury" no es una película redonda pero tampoco despreciable, pero esperaba algo más que el retrato de unos estereotipos heóicos y la trillada recreación de los infiernos de una guerra ya por todos conocidos.

    Un abrazo.

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