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domingo, 26 de octubre de 2014

CRÍTICA: "EL JUEZ"

Otro tormentoso regreso a los orígenes
EL JUEZ êêê
DIRECTOR: DAVID DOBKIN
INTÉRPRETES: ROBERT DOWNEY JR., ROBERT DUVALL, VERA FARMIGA, BILLY BOB THORNTON, VINCENT D´ONOFRIO.
GÉNERO: DRAMA /EE. UU. / 2014  DURACIÓN: 141 MINUTOS.    
   

     David Dobkin, firmante de tonterías como De boda en boda, Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus, El Cambiazo, Con derecho a roce, se pasa al drama familiar con El Juez, un film para el que cuenta con el trabajo de dos figuras indiscutibles de la pantalla grande; una en su etapa de decadencia, el muy senior Robert Duvall; y otra, en su tránsito hacia la madurez, Robert Downey Jr., que cuelga los trajes de Iron Man y Sherlock Holmes para permitirse trabajos más íntimos que se alejan de lo meramente alimenticio. El film nos narra la historia de Hank Palmer (Robert Downey Jr.), un importante y excéntrico abogado que regresa a al hogar familiar tras la muerte de su madre. Será entonces cuando se entere de que su padre, Joseph Palmer (Robert Duvall), del que está distanciado y es el juez del pueblo, es el principal sospechoso de haber cometido un crimen. La decisión de Hank de investigar el caso supone el restablecer poco a poco una relación con los suyos que llevaba mucho tiempo rota.


      Lo primero que este cronista piensa es que David Dobkin apuesta por este proyecto para demostrar y demostrarse que además de sus dudosas habilidades para el artefacto de carácter humorístico, también está capacitado para hacer frente a historias dramáticas más introspectivas y personales. El extenso metraje de El Juez (casi dos horas y media) nos indica que Dobkin se encontró a gusto durante el rodaje con esos dos pesos pesados de la interpretación y jugando a ser un competente director de actores, pero el observador más impenitente observará que una poda no le hubiese venido mal al relato.


      El film no aporta ninguna novedad al drama familiar o judicial, y dentro de este subgénero de “retorno a las raíces” al que Hollywood está abonado en los últimos tiempos, uno acaba escuchando los ecos del reciente film Agosto (John Wells, 2013), con el que El Juez guarda ciertas analogías mosqueantes: Una familia que se reúne en la casa de sus padres tras la muerte de un ser querido, lo que hace que todas las miserias salgan a la luz. Resultando muy sospechoso el cúmulo de elementos argumentales comunes: conflictos paternofiliales, infidelidades, enfermedades terminales, pasados tormentosos, amores a la deriva del tiempo, heridas sin cicatrizar, muertes extrañas, reconciliaciones.  


   Una pegajosa sensación déjà vu que lastra a una función que tiene como mayor aliciente el duelo interpretativo entre ese juez respetable y padre inclemente al que da oxígeno un sobrio Robert Duvall, y el hijo, un cínico abogado picapleitos y sanguijuela encarnado por un Robert Downey Jr. demasiado dado a los movimientos mecánicos de cabeza pero con un carisma irreprochable, un tipo de penosa vida sentimental que prefiere siempre llegar a acuerdos económicos antes que presentar su defensa ante un tribunal. La película no es ni mucho menos desdeñable, el problema es que este crítico anda ya un poco cansado de estos atormentados regresos al hogar y sus tópicos objetivos de desahogo emocional, reconciliación y redención, y se hace aburrido estar atento a unas subtramas que sólo sirven de relleno en un relato que no daba para tan largo (la historia muy desmadejada de los otros dos hijos del juez, la acción de un fiscal implacable y el reencuentro de Hank con su ex novia, una deliciosa Vera Farmiga), y que sólo sirven para iluminar vías narrativas en exceso trilladas.

      Podemos concluir que El Juez es sólo un vehículo para el lucimiento de sus dos estrellas protagonistas en una historia muy castigada por un guión rebosante de esquematismos. Convencionalismos calculados para desentrañar un enigma psicológico más antiguo que las pinturas de Altamira: la búsqueda de ese padre perdido en la distancia pero cuya figura horada la conciencia y el subconsciente como un martillo mecánico. Para poner énfasis emocional a los momentos más dramáticos e íntimos está la reiterativa y en ocasiones molesta música de Thomas Newman. 


2 comentarios:

  1. No creo que sea una mala película como lo leí en algunas críticas, ya vi esta producción y es atractiva. The Judge en un inicio puede parecer monótona, pero la realidad es que conforme pasan los minutos la historia te atrapa. Además el reparto de calidad, habla muy bien de esta película.

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  2. Pues, como dices, no es una película desdeñable, pero también te aseguro que tampoco es una obra maestra. Un drama judicial del montón protagonizado por buenos actores y en donde late la mítica idea freudiana de la búsqueda del padre y la llamada de las raíces.

    Saludos cordiales.

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