Otro tormentoso regreso a los
orígenes
EL JUEZ êêê
DIRECTOR: DAVID DOBKIN
INTÉRPRETES: ROBERT DOWNEY JR.,
ROBERT DUVALL, VERA FARMIGA, BILLY BOB THORNTON, VINCENT D´ONOFRIO.
GÉNERO: DRAMA /EE. UU. / 2014 DURACIÓN: 141 MINUTOS.
David
Dobkin, firmante de tonterías como De boda en boda, Fred
Claus, el hermano gamberro de Santa Claus, El Cambiazo, Con derecho a roce,
se pasa al drama familiar con El Juez, un film para el que cuenta
con el trabajo de dos figuras indiscutibles de la pantalla grande; una en su
etapa de decadencia, el muy senior Robert
Duvall; y otra, en su tránsito hacia la madurez, Robert Downey Jr., que cuelga los trajes de Iron Man y Sherlock
Holmes para permitirse trabajos más íntimos que se alejan de lo meramente
alimenticio. El film nos narra la
historia de Hank Palmer (Robert
Downey Jr.), un importante y excéntrico abogado que regresa a al hogar familiar
tras la muerte de su madre. Será entonces cuando se entere de que su padre, Joseph Palmer (Robert Duvall), del que
está distanciado y es el juez del pueblo, es el principal sospechoso de haber
cometido un crimen. La decisión de Hank de investigar el caso supone el
restablecer poco a poco una relación con los suyos que llevaba mucho tiempo
rota.
Lo primero que este cronista piensa es
que David Dobkin apuesta por este proyecto para demostrar y demostrarse que
además de sus dudosas habilidades para el artefacto de carácter humorístico,
también está capacitado para hacer frente a historias dramáticas más
introspectivas y personales. El extenso metraje de El Juez (casi dos horas y
media) nos indica que Dobkin se encontró a gusto durante el rodaje con esos dos
pesos pesados de la interpretación y jugando a ser un competente director de
actores, pero el observador más impenitente observará que una poda no le
hubiese venido mal al relato.
El film no
aporta ninguna novedad al drama familiar o judicial, y dentro de este subgénero
de “retorno a las raíces” al que Hollywood está abonado en los últimos tiempos,
uno acaba escuchando los ecos del reciente film Agosto (John Wells, 2013), con el que El Juez guarda ciertas analogías mosqueantes: Una familia que se
reúne en la casa de sus padres tras la muerte de un ser querido, lo que hace que todas las miserias salgan a la luz. Resultando
muy sospechoso el cúmulo de elementos argumentales comunes: conflictos
paternofiliales, infidelidades, enfermedades terminales, pasados tormentosos, amores a la deriva del tiempo, heridas
sin cicatrizar, muertes extrañas, reconciliaciones.
Una pegajosa sensación déjà vu que lastra a
una función que tiene como mayor aliciente el duelo interpretativo entre ese
juez respetable y padre inclemente al que da oxígeno un sobrio Robert Duvall, y
el hijo, un cínico abogado picapleitos y sanguijuela encarnado por un Robert
Downey Jr. demasiado dado a los movimientos mecánicos de cabeza pero con un
carisma irreprochable, un tipo de penosa vida sentimental que prefiere siempre
llegar a acuerdos económicos antes que presentar su defensa ante un tribunal. La
película no es ni mucho menos desdeñable, el problema es que este crítico anda
ya un poco cansado de estos atormentados regresos al hogar y sus tópicos
objetivos de desahogo emocional, reconciliación y redención, y se hace aburrido
estar atento a unas subtramas que sólo sirven de relleno en un relato que no
daba para tan largo (la historia muy desmadejada de los otros dos hijos del
juez, la acción de un fiscal implacable y el reencuentro de Hank con su ex
novia, una deliciosa Vera Farmiga), y que sólo sirven para iluminar vías
narrativas en exceso trilladas.
Podemos
concluir que El Juez es sólo un
vehículo para el lucimiento de sus dos estrellas protagonistas en una historia
muy castigada por un guión rebosante de esquematismos. Convencionalismos
calculados para desentrañar un enigma psicológico más antiguo que las pinturas
de Altamira: la búsqueda de ese padre perdido en la distancia pero cuya figura
horada la conciencia y el subconsciente como un martillo mecánico. Para poner
énfasis emocional a los momentos más dramáticos e íntimos está la reiterativa y
en ocasiones molesta música de Thomas Newman.
No creo que sea una mala película como lo leí en algunas críticas, ya vi esta producción y es atractiva. The Judge en un inicio puede parecer monótona, pero la realidad es que conforme pasan los minutos la historia te atrapa. Además el reparto de calidad, habla muy bien de esta película.
ResponderEliminarPues, como dices, no es una película desdeñable, pero también te aseguro que tampoco es una obra maestra. Un drama judicial del montón protagonizado por buenos actores y en donde late la mítica idea freudiana de la búsqueda del padre y la llamada de las raíces.
ResponderEliminarSaludos cordiales.