Un entrañable impostor
DIRECTORES: Aitor Arregi, Jon Garaño.
INTÉRPRETES: Eduard Fernández, Nathalie Poza, Daniela
Brown, Chani Martín, Vicente Vergara.
GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 98 minutos / PAÍS: España / AÑO: 2024
Los directores Aitor Arregi y Jon Garaño ficcionan la historia real de Enric Marco Batlle (Eduard Fernández), un sindicalista español que fue Secretario General del sindicato CNT en 1978 y presidente de la Amical de Mauthausen en España. Durante su etapa al frente de la asociación de deportados españoles de los campos de concentración del Tercer Reich, Marco dio un gran número de charlas principalmente en centros de enseñanza, sobre su pretendida vivencia como superviviente de uno de aquellos campos nazis. Más adelante, un historiador descubrió que había falseado datos de su biografía para aparecer como superviviente del campo de concentración de Flossenburg durante la Segunda Guerra Mundial.
Los firmantes de la excelente La trinchera infinita, nos presentan la extraordinaria historia sobre un entrañable y para mí nada infausto impostor que, a pesar de sostener durante muchos años la farsa, logró, debido a su magnífica retórica, dar publicidad a la Amical de Mauthausen y que las penurias de los supervivientes de los campos de concentración fueran conocidas tanto en el ámbito de la enseñanza como a nivel institucional.
Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña en aquel entonces, le entregó la Creu de Sant Jordi y llegó a ser Secretario General de la CNT, apoyándose en la falsedad de que fue amigo del líder anarquista Buenaventura Durruti. Enric Marco murió con 101 años en 2021 y aunque era un farsante, su engaño se debió más a sus enormes ansias de protagonismo que por ánimo de lucro. La impostura como forma de vida, pero también como escape de una vida vulgar y carente de un pasado notorio.
Marco es un ejercicio de precisión y rigor que nos muestra la complejidad de la personalidad del protagonista y su habilidad para ocultar la gran mentira. La interpretación de Eduard Fernández dando oxígeno al carismático personaje es superlativa, capturando la esencia de un hombre que se inventó un pasado falso y lo mantuvo durante tres décadas.
Marco no es sólo una película sobre la farsa de un impostor, es también una aguda reflexión sobre los ángulos
oscuros de la memoria histórica y los fundamentos de la verdad. En un momento
en que la posverdad y la manipulación de la información es moneda corriente,
esta película actúa como recordatorio sobre la importancia de la honestidad
buceando por la naturaleza humana y la maraña de mentiras en la que uno se
puede ver enredado para construir una identidad falsa o para huir de una
mediocre existencia. Estamos ante una de las grandes películas españolas del pasado año por
la que Eduard Fernández se alzó con el Goya al Mejor Actor Principal.
Un personaje incómodo al que Eduard Fernández aporta humanidad. Amén de que, como señalas, su impostura tuvo un lado beneficioso por la difusión de la memoria de los campos de concentración, sobre todo entre los más jóvenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este personaje siempre me provocado más lástima que ira. Sé que causó un desprestigio importante a la Amical, pero también otorgó una notoriedad de la que esa asociación carecía. En la balanza pues, existe ese incómodo equilibrio que tú comentas.
ResponderEliminarUna abraçada.