HABLANDO CON LA
MUERTE (TALK RADIO) êêêê
DIRECTOR: OLIVER
STONE.
INTÉRPRETES: ERIC
BOGOSIAN, ALEC BALDWIN, ELLEN GREENE, LESLIE HOPE
GÉNERO: DRAMA /
EE. UU. / 1988 DURACIÓN: 107 MINUTOS.
Nacido en la
ciudad de Nueva York, Oliver Stone (1947)
dejó la universidad de Yale para marchar a Vietnam, en donde trabajó en la
enseñanza, país al que regresó dos años más tarde, esta vez como soldado en
primera línea de fuego. A su vuelta desempeña diversos oficios, entre ellos el
de marino mercante, todo esto antes de matricularse en la escuela de cine de su
ciudad, estudios que terminó en 1971. Debuta en el largometraje con Seizure
(1974) que resulta un auténtico fracaso, pifia que repetiría años más tarde con
La
mano (1981), una ridícula historia de terror a la que no salva ni la
presencia como protagonista de Michael Caine. Paralelamente alcanza gran
prestigio como guionista firmando los libretos de El expreso de medianoche,
Conan
“El Bárbaro”, El precio del poder y Manhattan
Sur. Con Salvador (1985), una historia sobre la convulsa y trágica
historia centroamericana que aún hoy se cuenta como una de sus mejores
películas, le llega por fin el reconocimiento
Platoon (1986), con cuatro Oscar de Hollywood, es la primera
entrega de la trilogía sobre la Guerra del Vietnam, compuesta además por Nacido
el 4 de julio (1989) y El cielo y la tierra (1993).
Otras películas de este autor son: Wall Street (1987), con la que
Michael Douglas gana el Oscar. The Doors (1990), biopic sobre la
legendaria banda liderada por Jim Morrison. J.F.K. Caso abierto
(1991), que basada en el informe de fiscal Jim Garrison analiza las claves del
magnicidio de John Fitgerald Kennedy, el primer presidente católico de los
Estados Unidos. Asesinos Natos (1994), polémico y anfetamínico film sobre una
pareja de asesinos. Nixon (1995), relato sobre el político más decisivo de la
reciente historia de Norteamérica. Giro al infierno (1997), producción
polvorienta y manierista que acoge muy pocas virtudes de su autor y casi todos
sus defectos. Un domingo cualquiera (1999), film sobre el mundo del fútbol
americano. Comandante (2002), pestilente documental hagiográfico sobre la
vomitiva figura de Fidel Castro, “el carnicero de La Habana”. Oliver Stone está
casado, tiene tres hijos y actualmente vive en Los Ángeles. De su última
película, Salvajes (2012), podéis encontrar la crítica en las páginas de
este blog.
Sinopsis:
Dallas, un programa local de radio, “Charlas
en la noche”, se ha convertido en el refugio de toda una variopinta fauna
de insomnes y noctámbulos. El espacio radiofónico está conducido por Barry
Champlain (Eric Bogosian), un cínico y algo cruel animador que ha
conseguido situar en programa en unos altos índices de audiencia, tanto que una
compañía está dispuesta a comprarlo para ser emitido a nivel nacional. Barry es
una persona voluble, en ocasiones simpático y agradable, pero en otras
insultante y odioso, una actitud personal que le está generando gran cantidad
de enemigos. Tras recibir múltiples amenazas de organizaciones extremistas y
neonazis, los responsables, de la emisora le piden, por su seguridad, que
modere el tono de sus manifestaciones, auténticos alegatos antifascistas.
Barry, que es de origen judío, no sólo no hace caso, por el contrario, eleva el
tono de sus denuncias.
Oliver Stone logra la que es para mí
su película más conseguida y la que mejor ha resistido el paso del tiempo, con
una reflexión tan trágica como mordaz sobre los peligros que lleva aparejados
la libertad de expresión –siempre amenazada- y el carácter poco tolerante del
ser humano en general y de algunas organizaciones radicales en particular.
Stone, bautizado, no sé si despectivamente, “la conciencia de América, declaró:
“fui a Vietnam de derechas y volví de
izquierdas”. En realidad, lo que trata de demostrar en este film
denunciatorio, es que en su país, camuflado bajo la bandera estrellada de la
libertad y la democracia, a poco que levantes la tela aparece una sociedad
intransigente, reaccionaria, revestida de salvajismo, brutalidad y racismo
sistemático. Barry Champlain llegó a la radio por casualidad, vendía trajes en
una tienda cuando un día conoce en ella a un locutor que le propone ser el
invitado de uno de sus programas, sus intervenciones en el mismo son
inteligentes y llenas de de un corrosivo cinismo, lo que hace que la dirección
de la cadena se fije en él y le ofrezca un programa de radio que rápidamente
alcanza los primeros puestos del ranking de audiencia. Al personaje, el director
neoyorquino no lo retrata de forma angelical, es más, le confiere un matiz
ambiguo cercano a la doble moral: lleva una vida caótica, engaña a su mujer más
por hacerla daño que porque realmente lo necesite, sale con una chica a la que
casi dobla la edad y a la que tampoco ama, y su relación con los demás
compañeros de trabajo, lejos de ser afable, es autoritaria e inflexible.
Por otra parte, su fiero verbalismo, sus ácidas soflamas
radiofónicas se van haciendo cada vez más flamígeras y provocadoras, esa doble
moral, esa hipocresía queda reconocida por Barry en su última alocución de
resonancias catárticas antes de ser asesinado. Un monólogo duro e implacable y
sobre todo sincero: “Deberían colgarme, soy un hipócrita. Pido
sinceridad y miento, denuncio un sistema que abrazo, quiero poder, dinero,
prestigio, quiero índice de audiencia y éxito, y usted y el mundo me importan un carajo. Esa es la verdad, podría
decir lo siento, pero no quiero ¿por qué debería hacerlo? ¿Quién diablos es usted,
ustedes, el público? Sólo sé que me atacan cada noche como una manada de lobos
porque no pueden soportar lo que son ni lo que han hecho. Me dan pena,
desprecio a todos y cada uno de ustedes, no tienen nada, absolutamente nada, ni
cerebro ni poder ni futuro ni esperanza ni Dios. Ustedes sólo creen en mi ¿Qué
sería de ustedes si no me tuvieran? Yo no tengo miedo, estoy aquí todas las
noches, argumento mis puntos, sostengo aquello en lo que creo. Voy a decirles
lo que son, tengo que hacerlo, no tengo alternativa… ustedes me asustan, estoy
aquí todas las noches, me meto en sus vidas, les degrado, les insulto, y
ustedes siguen volviendo para recibir más. Doy margaritas a los cerdos”.
Palabras que
serán leyenda cuando Barry, que se sabe amenazado, salga del estudio para respirar
el aire purificador de la noche, y alguien de entre esa jauría desafíe la
libertad ejecutando un plan perfecto para silenciarle. Desde una lógica
terrorista se puede llegar a pensar que Barry Champlain muere víctima del mundo
que él mismo ha creado, pero no nos engañemos, en la tejana y ultraconservadora
Dallas, ciudad donde se desarrolla la acción del film, el presidente Kennedy
fue asesinado, otro hombre que, reconociendo sus muchos errores, odiaba las
mordazas, elegir dicha urbe no es para Stone, una cuestión aleatoria. HABLANDO
CON LA MUERTE es un film en el que Eric
Bogosian es el único y absoluto protagonista, con un guión escrito también
por él, la cinta tiene ritmo, suspense, una cierta pátina de cine negro y se
aprecia en ella el apasionamiento crítico de su autor, alejado del caótico
montaje de otras obras suyas consigue una mayor sobriedad artística. TALK
RADIO es una modestísima producción que sin las pretensiones de otras
películas de su realizador, alcanza objetivos más nobles. Oso de Plata en el
Festival de Berlín al Mejor Actor y al Mejor Guión para un film que nos ayuda a
reflexionar sobre el tremendo fracaso de una sociedad que desprecia los más
elementales valores de convivencia: la tolerancia y el humanismo.
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