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martes, 4 de septiembre de 2012

LAS FOTOS HIPNÓTICAS: CARLA GIRALDO




      A petición de mis amigos colombianos que visitan asiduamente mi blog y que saben que tengo debilidad por las mujeres francesas y colombianas, presento a mis lectores a la modelo y actriz de telenovelas CARLA GIRALDO (Medellín, Colombia, 30 de agosto de 1986), que debutó siendo una niña en pequeños papeles en los seriales La otra mitad del sol (1995) y Paquita Gallego (1997). No fue hasta 1999, con 14 años, cuando protagonizó la telenovela La llaman Lolita, que la convertiría en todo un fenómeno de masas en su país y toda Latinoamérica. Hija adoptiva de un empresario textil y de una peluquera que a partir de su éxito en televisión se convertiría en su manager y ángel de la guarda, Carla ha protagonizado grandes seriales televisivos de éxito como Francisco el Matemático (1999), Pobre diablo (2000), La Diva (2006) y Verano en Venecia (2009). Sin embargo, su vida personal siempre ha estado marcada por la polémica: sus relaciones íntimas con otra mujer, la estúpida decisión de reducirse los pechos (en las fotos la vemos antes de operarse) y sus supuestos problemas con el alcohol. Rebelde, liberal y sin pelos en la lengua, Carla comento: “Este es un país muy moralista, no sé si yo quepo aquí”, “Uno no se enamora del sexo sino de la persona”. ¡Pobre Carla! Amor, cuando notes que te falta el aire para respirar, en mi casa sí cabes.

      Acabo de ver el magistral y sobrecogedor documental Last days here (Dan Argott y Demian Fenton, 2011), que nos presenta a Bobby Liebling, cantante y frontman de Pentagram, una de las bandas de rock de culto más malditas de la historia, a quien vemos agonizando en el sótano de la casa de sus padres atizándole al crack y la heroína, convertido en una especie de esqueleto zombi desdentado y punteado por llagas e infecciones cutáneas. Pentagram, sin apenas éxito, fue una de las bandas pioneras del doom metal y el documento que nos presentan el tándem Argott/Fenton resulta estremecedor en su dimensión social y humana. Ahí aparece el amigo y manager Sean Pellet Pelletier intentando con todo su ánimo que Liebling abandone las drogas, se levante y comience a andar para relanzar su carrera.

      Sabes, Carla, amo a todas esas viejas bandas surgidas en los 70, siento una enorme empatía hacia aquellos ídolos caídos y cercados en el condenado triángulo del sexo, las drogas y el rock and roll. Desvío la mirada de las sombras, el olvido y la mugre y te encuentro a ti, dulzura carnal, catálogo de esplendorosa belleza concentrada en 1´65 metros, a ti, eterno verso y cántico sonoro. Temo acariciarte y que desaparezcas, como un sueño peregrino que traspasa fronteras y anida en un lecho de rosas.   

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