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domingo, 5 de agosto de 2012

LAS FOTOS HIPNÓTICAS: LUDIVINI SAGNIER


      
      Siguiendo con mi galería de musas francesas hoy le toca el turno a la actriz LUDIVINI SAGNIER (La Celle Sint-Cloud, 3 de julio de 1979), que se interesó por la interpretación a una edad muy temprana, matriculándose en el Conservatorio de Arte Dramático de Versalles a los 15 años si bien su debut en el cine se produjo a los 10 años en películas como Je veux rentrer à la maison (Pascal Thomas, 1989) y Les maris, les femmes, les amants (Alain Resnais, 1989), aunque este cronista la conoció en el drama de época Confesiones íntimas de una mujer (Diane Kurys, 1999), con la suerte de poder seguir su carrera a través de títulos como Gotas de agua sobre piedras calientes (François Ozon, 2000), el film de terror Juegos de niños (Laurent Tuel, 2001), la comedia musical 8 mujeres (François Ozon, 2002), metida en el papel de Campanilla en Peter Pan: La gran aventura (P. J. Hoogan, 2003), en el intrigante drama Swimming pool (Fraóis Ozon, 2003), en el thriller Una chica partida en dos (Claude Chabrol, 2007), en el magnífico film sobre las consecuencias de la guerra Un secreto (Claude Miller, 2007), en la segunda parte del biopic Mesrine: El enemigo público nº 1 (Jean François Richet, 2008), y en el resultón film de suspense Crime D´Amour (Alain Corneau, 2010). El 25 de noviembre de 2005, Ludivini Sagnier dio a luz a una hija llamada Bonnie, cuyo padre es el actor Nicolas Duvauchelle.

        Lo sabes bien, Ludivini, por encima de la ley, de la justicia y de Dios está la verdad. Cierto que la verdad sólo tiene un camino, pero existen miles para adulterarla. Y es ahora que, enredados en una maraña de sucias mentiras y medias verdades, me da por recordar nuestros primeros besos con la nieve cayendo sobre nuestros cuerpos, ahora que hemos prostituido la verdad sobre un jergón apestoso. Es difícil que me imagines tendido y borracho junto a la chimenea, sin poder retener las lágrimas mientras los británicos Keane ponen el énfasis a mi dolor con su magnífico tema “Neon River”: “Ella dijo que las luces de neón iluminarían mi camino / Y todas las cosas que habíamos estado soñando se harían realidad”. Todo se ha viciado, me acusaste de usar palabras como puñales, como látigos, no supiste entender que sólo era un niño ahogado en la pena, el auxilio de la última rabieta. Donde estés, deja volar los despojos de mi alma impía. Pretium doloris.

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