lunes, 10 de abril de 2023

CRÍTICA: "NO MIRES A LOS OJOS" (Félix Viscarret, 2022)

 

“NO MIRES A LOS OJOS” (Félix Viscarret, 2022) êêê

      Tengo ya lejano el debut del director pamplonés Félix Viscarret titulado Bajo las estrellas (2007), aunque recuerdo que me resultó interesante su mezcla de comedia y drama con un tono costumbrista. Mas reciente tengo Vientos de La Habana (2016), irregular thriller que adapta una novela de Leonardo Padura sobre el asesinato de una profesora en donde la capital cubana se impone como un personaje más. A falta del estreno en junio de su última película, Una vida no tan simple, tenía pendiente el visionado de No mires a los ojos, con un argumento que sigue a Damián (Paco León), un carpintero que es despedido de su trabajo tras veinte años en la empresa. Damián no reacciona bien, y lleno de rabia sale corriendo y se esconde en el primer sitio que encuentra: un armario cargado en un camión. El armario, con Damián dentro, es entregado en casa de Lucía y Fede (Leonor Watling y Álex Brandemühl), una pareja más o menos de su edad que tienen una hija adolescente. Esa misma noche, un impulso inesperado, lleva a Damián a quedarse con la familia para convertirse en una misteriosa presencia que observará y se moverá desde la sombra.

     Basada en la novela Desde la sombra de Juan José Millás, escuchamos en la mítica canción de Golpes Bajos “No mires a los ojos de la gente”, que suena insistentemente, la siguiente estrofa: Escóndete en el cuarto de los huéspedes, con todo a oscuras no pueden verte. Y eso es lo que hace Damián, esconderse dentro de un viejo y clásico armario de una habitación matrimonial. Él, que es un tipo tímido y solitario se mantendrá alerta espiando a la que en apariencia representa la familia perfecta. No es así, el marido es infiel, y la esposa nos muestra el semblante triste de quien sufre la herida de la ausencia. Por otra parte, la hija adolescente se deja manipular y chantajear por un joven traficante de quien está enamorada.

    Damián, un contraído Paco León, se moverá como un fantasma por la casa cuando la familia no está o está dormida, y con el paso del tiempo irá descubriendo todos sus secretos, el origen de la aflicción de Lucía y la infidelidad de Fede, al mismo tiempo que se entretiene lavando los platos y dejando la cocina impoluta. Viscarret arma un relato sobre la necesidad de afecto (la conexión imaginaria entre Damián y Lucía), y la soledad, un vacío en el que cae Damián cuando le dejan sin el único asidero que representaba el trabajo. Para huir de una vida sin nada, Damián crea una ilusión, deforma la realidad y se siente protagonista de un universo en el que no existe más allá de su carácter de sombra en la sombra. Pero la ilusión no es sólo de Julián, también de Lucía, que siente cercana y cálida esa presencia que se esconde en el armario y ayuda en las labores domésticas. Y es que los dos comparten las mismas frustraciones y melancolía. El sueño de dos náufragos.

2 comentarios:

  1. Ya veo que te estás poniendo al día de cine español.

    Aunque como thriller no es nada del otro viernes, la película funciona como una suerte de relato en clave casi poética sobre la soledad y la añoranza.

    Un abrazo.

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  2. Bueno, salvo "Mantícora", que no la exhibieron por aquí, las otras las he ido relegando por una cuestión de pereza. Pero todo llega.

    Un abrazo.

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