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jueves, 6 de abril de 2023

CRÍTICA: "MANTÍCORA" (Carlos Vermut, 2022)

 “MANTÍCORA” (Carlos Vermut, 2022) êêêê

    Cuarto largometraje del guionista y director madrileño Carlos Vermut demostrando de nuevo que es uno de los cineastas más originales y menos complacientes del cine español. Mantícora nos presenta a Julián (Nacho Sánchez), un exitoso creador de criaturas monstruosas para videojuegos que vive atormentado por un oscuro secreto. Cuando Diana (Zoe Stein), aparece en su vida, Julián sentirá muy cerca la posibilidad de ser feliz.

     Aunque recientemente he visto dos películas que abordan la misma temática turbia y espinosa, Del inconveniente de haber nacido (2020) y The Wandering Moon (Lee Sang-il, 2022), Vermut nos lleva un poco más allá para realizar una severa introspección sobre una patología malsana (no diré cual), que se sigue considerando tabú en el arte y la literatura, dando forma así a la estructura dramática de un relato desasosegante y alejado del morbo sobre la laceración íntima y el difícil autocontrol de quienes padecen tan innombrable anomalía. Julián, a quien da oxígeno un Nacho Sánchez que cumple sin demasiados registros, necesita ayuda, tiene la necesidad de amar y ser amado para poder huir de sus conflictos internos, de esa bestia que lleva tiempo intentando derribar todas sus defensas. Un día, una compañera de trabajo le presenta a Diana, una chica aparentemente frágil, sensible, inteligente… y con “cara de niña” que cuida de su padre enfermo e inmóvil en una cama. En ella Julián ve su tabla de salvación, la posibilidad de una isla, una compañera ideal acostumbrada a terapias del sufrimiento con la que conecta rápidamente.  

    Antes de esto, Julián se había convertido en un héroe salvando la vida a su pequeño vecino, un niño de su edificio cercado por las llamas de un incendio cuando se encontraba solo en el piso. Su madre le está eternamente agradecida. En una escena inicial, Julián conoce a una chica en una discoteca. Cuando están en la cama dispuestos para practicar sexo, Julián no responde. Sucederá lo mismo cuando se de la misma situación con Diana debido a un ataque de ansiedad. Sabemos ya dónde radica el problema, la enfermiza obsesión que se esconde tras su inocente y vulnerable apariencia. Sin embargo, no puede evitar ser lo que es. Sabemos también que el título de la película hace referencia a la mantícora, una criatura mitológica con cabeza humana, cuerpo de león y cola de dragón. Pero su vecinito ve a Julián como un tigre con cabeza humana, de ahí el significativo dibujo que Julián ve en la antesala de un infierno muy real.

     El título puede servir de metáfora descarnada del retrato de este diseñador de videojuegos tan humano, con un trabajo que consiste idear bestias, aunque nunca tan fieras e inmortales como la que habita en su interior, con la que libra una feroz batalla que sólo puede tener un final trágico para Julián, porque su abyecto e inmoral secreto es lo que en realidad le marca, expone y define. Así, uno llega a pensar que, más que el inestable amor, siempre amenazado por la sombra del engaño, es nuestro dolor y tormento lo que mejor define nuestra existencia y nos predispone para la eterna oscuridad. Magnífica película.

2 comentarios:

  1. Estamos de acuerdo. Es una excelente película de uno de nuestros más interesantes directores/guionistas.

    Un abrazo.

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  2. Sí, merecía muchísima más suerte en los desprestigiados Goya, aunque yo nunca he creído en los premios, porque es, junto con "As Bestas", lo mejor del cine español del pasado año.

    Un abrazo.

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