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sábado, 11 de febrero de 2023

CRÍTICA: "EN LOS MÁRGENES" (Juan Diego Botto, 2022)

 

El drama social de los desahucios

“EN LOS MÁRGENES” êê

DIRECTOR: Juan Diego Botto.

INTÉRPRETES: Penélope Cruz, Luis Tosar, Adelfa Calvo, Christian Checa, Aixa Villagrán, Juan Diego Botto, Font García, Nur Levi.

GÉNERO: Drama / DURACIÓN: 105 minutos / PAÍS: España / AÑO: 2022

    Nos encontramos, amigo lector, ante el primer largometraje como director del actor Juan Diego Botto, pues hasta ahora sólo había participado en el episódico y zarrapastroso documental Hay motivo y dirigido un par de episodios para series de televisión. Y, como era de esperar de un actor “comprometido” (entre comillas y en cuarentena), qué mejor que hacerlo con una historia con severo sesgo social y dramas familiares derivados de una sociedad capitalista que vive de espaldas a las pequeñas tragedias. Su trama gira en torno a varios personajes con historias entrecruzadas que tratan de mantenerse a flote y sobrevivir a 24 horas claves que pueden cambiar el curso de sus vidas. La película explora el efecto que una situación de estrés económico provoca en lo personal y sentimental, y cómo el afecto y la solidaridad pueden ser el motor para salir adelante.


 

     Juan Diego Botto no inventa la pólvora, lo que nos cuenta ya lo han contado en infinitas ocasiones y mejor directores de cine social como Ken Loach, los hermanos Dardenne o Robert Guédiguian, por poner tres ejemplos. El problema en este caso no es de verosimilitud, porque la función narra una realidad contrastada, tan conocida y cotidiana que nadie pondrá en duda la verdad de lo que vemos en la pantalla. Y es ahí donde radica su mayor defecto, en la falta de originalidad y en el empeño en contarnos con espeso dramatismo todo lo que ya sabemos, e incluso, lo que imaginamos. En los márgenes nos presenta a Penélopez Cruz, una cajera de un supermercado, que junto con su familia va a ser desahuciada, la tensión que surge entre ella y su pareja, Botto, y la lucha de una coordinadora antidesahucios para impedirlo. Por otro lado, un abogado sindicalista al que da vida Luis Tosar que cuenta con escasas horas para impedir que a una madre magrebí le quiten a su hija los servicios sociales. En la carrera contra el tiempo, Tosar siempre va acompañado de su hijastro adolescente, que infunde sentido común y que es el mejor hallazgo de la película. Por otra parte, un obrero de la construcción, vive con la inabarcable amargura del sentimiento de culpa porque un día pidió a sus padres que avalaran con su casa un negoció que montó y que fracasó. Así, Juan Diego Botto va recogiendo todos los restos de los naufragios y centra su esfuerzo en captar el estrés, la desesperación y la devastación de esas vidas para levantar acta de la intensidad de las llamas de esos infiernos cotidianos y la hazaña de unos pocos héroes para intentar sofocarlos 

    En esa cuenta atrás, en esa lucha contrarreloj, la ciudad vive su ajetreo diario, mientras seres anónimos se pelean contra la burocracia y la lentitud de los trámites para evitar la tragedia. Es, como apuntaba anteriormente, la realidad, focalizada en uno de los más lacerantes dramas, la precariedad y los desahucios, que, atendiendo a los datos, se producen alrededor de cien al día en nuestro país. Y es que al final de todo (también al principio), siempre hay un banco. Tan implacable en su castigo como inconsolable el abandono y dolor de las víctimas. Sin embargo, mis objeciones no se basan en poner en duda el verismo de lo narrado, sino en los subrayados, en la forma didáctica y textual con que se nos cuenta un problema que, como sociedad avanzada, debería avergonzarnos.  

2 comentarios:

  1. Ha leído alguna crítica en el mismo sentido. Me apetece más ver "Venus", pero es que en mi pueblo no echan ninguna de las dos.

    Un abrazo.

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  2. Según creo recordar, tu pueblo es Igualada, y claro, eso está a 70 km de Barcelona. Lejos para ir a ver una peli de estreno. En cambio yo, cuando vivía en Barcelona, me quedaba muy cerca la parada de metro de San Ildefonso y llegaba en pocos minutos a todos los cines.

    Un abrazo.

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