La ira
de Becky
“BECKY” êêê
DIRECTORES: Jonathan Milott y
Cary Murnion.
INTÉRPRETE: Lulu Wilson, Kevin
James, Joel McHale, Amanda Brugel, Robert Maillet, Ryan McDonald.
GÉNERO: Terror / DURACIÓN: 100 minutos / PAÍS: EE.UU.
/ AÑO: 2020.
Jonathan Milott y Cary Murnion debutaron en el año 2014 dirigiendo la simpática
comedia de terror Dulces criaturas, film que versa sobre un misterioso virus
que se extiende por un colegio y transforma a los alumnos preadolescentes en
una cuadrilla salvaje de zombis. Tres años mas tarde, presentaron en el
Festival de Sitges Bushwick (2017) irregular cinta que está protagonizada por
el actor y exluchador profesional de artes marciales mixtas Dave Bautista y que
narra la odisea de una chica que al salir del metro de Buswick se encuentra con
un grupo de hombres armados que no dudan en disparar a matar.
Becky (Lulu Wilson) es una adolescente que pasa el fin de
semana en una cabaña en el bosque junto a su padre viudo y la que pretende ser
su madrastra y su hermanastro. Pero todo toma un giro inesperado cuando un
grupo de convictos que se han fugado durante un traslado aparecen de repente invadiendo
su hogar y sus vidas.
Partiendo de la base de que la premisa no
tiene nada de original y que el subgénero “home invasion” está ya muy trillado,
Becky se impone como un film
aseado en el que asistimos a la explosión de ira de una adolescente que ha
tenido que pasar por acontecimientos tan dramáticos como la muerte por enfermedad
de su madre además de haber sufrido el acoso escolar en el colegio por parte de
sus compañeros. La repentina aparición de un grupo de convictos supremacistas
de la Hermandad Aria que buscan una llave escondida en la casa (lo que se llama
un aunténtico MacGuffin), será el detonante para liberar toda la ira, el dolor,
la tensión y la frustración acumulada.
Becky es un relato sobre un alma herida en
donde se despliega una violencia visceral y los aspersores de hemoglobina
salpican la pantalla con momentos gores que pueden resultar muy desagradables
para los estómagos delicados. Podemos aceptar que algunas escenas están
filmadas de forma efectista pero el buen pulso de Milott y Murnion hace que la
tensión atrape al espectador durante todo el metraje. Con una rápida
y eficaz presentación de unos personajes apenas dibujados, un comienzo en donde
brilla el montaje paralelo y momentos que trazan el arco dramático (la trágica
muerte del padre) y otros diseñados con una sencilla y calculada planificación
(el diálogo a través del walkie-talkie entre Becky y el líder de los villanos),
que inciden en el mensaje de hasta dónde puede llegar una persona que está
dolida y se siente traicionada, amenazada y herida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario