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sábado, 8 de junio de 2019

CRITICA: "EL HIJO" (David Yarovesky, 2019)


El reverso maléfico de Superman
“EL HIJO” êêê
(David Yarovesky, 2019)

   
   Tras varios cortos y un irregular largometraje (The Hive, 2015), David Yarovesky llega a un público más amplio con esta película cuya premisa parte de una misteriosa pregunta: ¿Qué pasaría si un niño de otro mundo realizara un estruendoso aterrizaje de emergencia en la Tierra y en lugar de convertirse en un héroe para la humanidad demostrara ser algo mucho más siniestro? En Brightburn (Kansas), un matrimonio de granjeros formado por Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Dennan) siempre ha querido tener un hijo pero no ha podido ser. Cuando deciden criar a Brandon (Jackson A. Dunn) un niño llegado de la estrellas, descubrirán que éste posee unas habilidades muy especiales. El problema surgirá cuando se dan cuenta de que el niño no utiliza sus poderes para hacer el bien, pues el mal comienza a crecer dentro de él.

    
   El Hijo fusiona con eficacia el terror, la ciencia ficción y las historias de superhéroes para presentarnos a una especie de Superman en su cara más cruel y siniestra (la vertiente conceptual es idéntica a la del superhéroe de Krypton pero cambiando los valores), tanto que se venga con verdadera saña cuando alguien le hace daño o simplemente regaña o contradice. El primer tramo del metraje, con la presentación de la pareja que ve su vida alterada cuando una extraña nave se estrella dentro de los límites de su granja y por sorpresa encuentran a un niño que adoptan, engancha al espectador que pronto se dará cuenta que lo que parece un regalo de Dios poco a poco se convertirá en regalo envenenado. Así, todo parece transcurrir con cierta normalidad hasta que una noche Brandon sufre un ataque epiléptico que actuará de resorte para hacer brillar su lado más oscuro.


    En el guión, bien estructurado y escrito por los hermanos Brian y Mark Gunn, subyace un especie de terror primitivo a la paternidad, pero partiendo de una premisa sencilla tal vez se olvidan de explicar qué motivos puede tener ese Superman tan villano y lleno de ira y maldad para actuar así por cualquier mínimo incidente, sin ningún control sobre sus instintos más salvajes. Está claro que los responsables buscan muy pronto que no empaticemos con la cruel y volátil criatura, de ahí la angustia temprana reflejada en el rostro de Brandon y su facilidad para sustituir cualquier emoción positiva por odio. Con algunos momentos gores, una atmósfera malsana y aceptables interpretaciones, El Hijo es un entretenido homenaje a los cómics con un Superman en su reverso maléfico que no llega a la Tierra para salvar a la humanidad sino para contribuir lo más rápidamente posible a su exterminio. 

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