Otra comedia española del montón… malo
“LA PEQUEÑA SUIZA” ê
(Kepa Sojo, 2019)
Con un solo y olvidable largometraje
en su filmografía, El síndrome de Svensson (2006) un absoluto disparate en formato
road movie y media docena de irrelevantes cortometrajes, el director vasco Kepa Sojo ni mucho menos eleva el
listón con esta nueva comedia titulada La
pequeña Suiza, cuyo argumento trata sobre sobre el dilema de los habitantes
de un imaginario pueblo castellano enclavado en el centro del País Vasco
llamado Tellería, que desean, tras 700 años de historia, pasar a formar parte
del territorio vasco. Tras la negativa del gobierno, un curioso hallazgo en el
santuario del pueblo originará que los osados habitantes de Tellería pidan su
anexión a uno de los países más ricos del mundo: Suiza.
El esfuerzo de los actores no resulta
suficiente para levantar una película con un guión plano y una premisa agotada
en otras películas como 8 apellidos vascos y series como Allí abajo. Así, el argumento está muy
inflado con la intención de estirar el metraje, pero las ideas se acaban
pronto, pues cuando termina la sátira sobre los nacionalismos y los chistes
derivados de situaciones pretendidamente cómicas que surgen entre los habitantes
de un pueblo que no tienen claro su identidad, la función deriva en una comedia
romántica insulsa.
Tomando como
inaccesible referencia a Bienvenido Mr.
Marshall, la idea original proviene de un clásico del cine británico, Pasaporte a Pimlico (Henry Cornelius,
1949) que no he tenido la oportunidad de ver, pero el resultado del conjunto es
pobre más allá del desfile de personajes extravagantes y unos chistes
previsibles sobre la peregrina aspiración de los habitantes de Tellería de
convertirse en el 27 Cantón de la Confederación Helvética, tras el sorprendente
hallazgo de una tumba y unos documentos. Mediocre comedia de aires
costumbristas.
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