“WHITE BIRD IN A BLIZZARD” (Gregg Araki,
2014)
Conocida por su papel en la serie Vida secreta de una adolescente
(2008) y nominada a los Globos de Oro por sus interpretación junto a George
Clooney en Los descendientes (Alexander Payne, 2011), la actriz Shailene
Woodley (Simi Valley, California, 15 de noviembre de 1991) es más conocida por
las generaciones de jóvenes aficionados por su papel de Tris Prior en las adaptaciones cinematográficas de la trilogía
escrita por Veronica Roth Divergente. Recientemente la hemos
visto en el film Snowden (Oliver Stone, 2016) cinta en la que da vida a la novia
del protagonista. Woodley obtuvo también el reconocimiento juvenil con su papel de la adolescente Hazel, que
sufre un cáncer terminal en el drama romántico Bajo la misma estrella
(Josh Bone, 2014).
Shailene Woodley dejó atrás su inocencia
al protagonizar la película de Gregg
Araki Pájaro blanco de la tormenta de nieve, largo título que sitúa
la acción a finales de la década de los 80 y que nos presenta a Kat Connor (Woodley), una joven de 17
años cuya vida cambia de forma inesperada cuando su madre (Eva Green), una ama
de casa aparentemente perfecta, desaparece de repente sin dejar rastro. Aunque será
complicado, Kat debe hacer frente a su nueva situación e intentará seguir
adelante con su vida.
Basada en la novela homónima de Laura
Kasischke, Araki, uno de los popes de aquella corriente surgida a finales de
los 80 y principios de los 90 denominada New Queer Cinema, fusiona el drama
familiar (y adolescente) y la intriga detectivesca para construir una película
interesante pero que está lejos de la frescura e irreverencia de su primigenio
universo, debido a una temática y una narrativa más convencional que nos narra
la desaparición de una madre desequilibrada y la relación con su hija adolescente, dentro de un
relato irregular, a ratos brillante y a ratos vago pero, finalmente, bastante
deslavazado.
Ni siquiera los flash backs, construidos
más con los recuerdos de Kat que con los avances de una investigación que no
aporta demasiado, ayudan en su misión de explicar el presente y la sensación de
orfandad que se va adueñando de la protagonista. Pájaro blanco de la tormenta de
nieve se eleva como una cinta aceptable y en cierto modo simpática por
sus nulas pretensiones y sus hechuras de telefilm, por el aseado trabajo de sus
máximas protagonistas, Woodley y Green, y las fabulosas secuencias oníricas
dotadas de un tono inquietante, pero se ve penalizada por una premisa que
incide en los conflictos familiares que en su monótono discurrir atomizan el
núcleo deparando unas derivadas que atormentan a la joven Kat, que de paso irá
descubriendo su sexualidad para alegría de sus fans. Buena apuesta para la
tarde de un lluvioso domingo.
No está mal pero me quedo con el GIF de Ludivine Sagnier.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro, Ricard, y a mí también, pero Shailene Woodley tiene muchos fans a raíz de esa memez titulada "Divergente", a ellos va dedicado el post. La Sagnier salía bellísima en la película de Ozon "La piscina".
ResponderEliminarUn abrazo.