Todo cinéfilo debe conocer ya de qué va
esta película dirigida por Marc Forster en
el año 2001 que consiguió entronizar a Halle
Berry como musa inmarcesible de mitómanos, iconoclastas y pajilleros de
toda clase y condición. Por si acaso, refrescaré la memoria de mis lectores: En
una pequeña localidad del sur de los Estados Unidos, Hank Grotowski (Billy Bob Thornton) al igual que su padre antes que
él, trabaja en la sección de condenados a muerte de la prisión local. Su hijo Sonny (Heath Ledger) también ha
comenzado a trabajar allí.
Después de tanto tiempo, Hank se ha vuelto
frío y distante, mientras que Sonny demuestra poseer una gran sensibilidad. Los
dos estarán a cargo de la ejecución de Lawrence Musgrove, un afroamericano cuyo
pasatiempo favorito es dibujar retratos. Su esposa Leticia (Helle Berry) y su hijo Tyrell, van a visitarlo
regularmente. A causa de un trágico suceso, Hank y Leticia se conocerán y éste
encuentro cambiará sus vidas.
El director alemán Marc Forster no quería
que Halle Berry protagonizará esta magnífica película por considerarla
demasiado guapa. Tampoco creía que la actriz accedería a rodar una escena absolutamente tórrida y explícita que es lo más recordado del film. pero ella le sorprendió contestando que si Billy estaba
dispuesto a rodarla desnudo, ella también. Así no utilizaron dobles como tenían
pensado y Berry se llevó el Oscar por su actuación… tremendamente convincente. Sobre
todo en esa secuencia en la que estos dos personajes atormentados lo hacen como
animales. Una gráfica y cruda escena de altísimo voltaje sexual que ha dejado
una muesca indeleble en la memoria del aficionado. Halle estaba aterrorizada
antes de rodar tan recordada secuencia, pero según confiesa, a veces el valor
te llega de maneras muy extrañas. Cuando ahora ve la película se pregunta
¿quién es esa chica? Tú, Halle, tú, siempre tú.
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