Digna serie
emitida por la cadena británica E4 que mezcla el cine fantástico, el humor y el
drama que, con 37 episodios, se emitió desde el 12 de noviembre de 2009 y tras cinco
temporadas en antena se dejó de emitir el 22 de diciembre de 2013. En España Misfits
se emite por el canal MTV con una audiencia aceptable para la media del canal. La
trama sigue a un grupo de jóvenes de comportamientos antisociales que son
obligados a trabajar en un programa de servicios a la comunidad (community
payback). Durante el servicio, una extraña tormenta les dotará de superpoderes
que se irán desvelando a lo largo de la serie.
Me lo he pasado
en grande siguiendo las correrías de este grupo de inadaptados sociales y
delincuentes de poca monta que a raíz de una extraña tormenta adquieren unos
poderes especiales aunque esto sólo sea una coartada para hablar de lo que más
les interesa a sus responsables: las relaciones de los adolescentes entre ellos
y el mundo que les rodea, el sentido de la amistad sin mensajes moralistas ni
excusas pueriles. De modo que el invento contiene un barniz corrosivo en su
crítica social y se impone como una bofetada en la cara del establishment desde
una óptica a veces fresca y chispeante y otras desde una visión más cruel y
macabra. De tal forma que es posible pasar de la risa al drama en un pestañeo.
Seis capítulos
por temporada rebosantes de ingenio, humor e imaginativas obscenidades, tan
groseras y desvergonzadas que muchos espectadores se quedarán ojipláticos
pensando cómo se ha podido emitir por televisión una serie tan descarada. Pero así
es, y nos alegramos mucho por ello, ya que de una jodida vez la cámara se
acerca a los extrarradios y los suburbios de las grandes urbes para recoger lo
que allí sucede, aquí en la ciudad británica de Bristol y en la populosa Chicago
que sirve de escenario a la magnífica Shameless.
Ambientada con una potente y exquisita banda sonora que incluye grandes temas
de Joy Division, Prodigy, Blur… una línea de diálogos grosera y algunas de
momentos de violencia explícita, las vidas de esos cinco chicos (Nathan,
Alisha, Kelly, Simon y Curtis) están marcadas por las drogas, el sexo
compulsivo, el abandono y la marginalidad, y no será precisamente un programa
de servicios comunitarios lo que cambie el estado de las cosas. Misfits
apunta con claridad hacia unos culpables, y aunque sea mediante el cinismo y
desde una cierta distancia, la hostia duele.
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