"I AM A HERO" êêêê
Tal vez la mejor película de zombies de la década
Si tuviera que hacer una lista de las
mejores películas de zombies vistas en las tres últimas décadas, seguro que
ocupando los primeros puestos estarían Amanecer de los muertos, 28
días después, Rec, Train to Busan (ver
crítica en este blog) y, por supuesto, I Am a Hero, film dirigido por Shinsuke Sato que nos narra la
terrorífica odisea que le toca vivir a Hideo
Suzuki (Yô Ôizumi), un dibujante de
manga con una vida gris y miserable. Un día, su novia, Tekko (Miko Suzuki) le
echa de casa cansada de que sea un perdedor y, al cabo de unas horas, se
abalanza sobre él convertida en una zombie agresiva. Es la primera señal de que
el mundo a su alrededor camina hacia la extinción.
Premio del Público y Mejores Efectos
Especiales en el Festival de Sitges del pasado año, I Am a Hero es la magnífica
adaptación a la pantalla grande del manga creado por Kengo Hanazawa, una
montaña rusa rebosante de ironía, emoción y entretenimiento del bueno que
disfrutarán todos los amantes de este subgénero del terror tan maltratado
últimamente. Parece que la llegada del apocalipsis en Japón no podría encontrar
un héroe mejor que un dibujante de manga que trabaja en un cuchitril y que
cuando su penosa vida se derrumba y se ve acosado por una horda infinita de
infectados, se echa su rifle de caza al hombro (y su licencia, por si se la
pide la policía) siendo consciente de que no tiene la sangre fría de disparar
contra nadie. Esto es Japón, y no América, y él es un soñador, no un asesino.
Pero Hideo se ve impelido a convertirse
en uno de esos héroes anónimos que aparecen en las historietas. No estará solo,
pues acompañándole hasta el final estará la joven estudiante Hiromi Hayakari (Kasumi Arimura) que le ayudará a abrirse paso entre las
hordas rabiosas de zombies. Con la
referencia clara de los films británicos del subgénero, en los que las
transformaciones son prácticamente automáticas y los infectados menos torpes y
muy veloces, Sato nos entrega una película saturada de exquisitos efectos
especiales que elevan su nivel técnico a la categoría de impecable.
El espectador contará con el aliciente
de observar el reino del caos y el terror en un país tan educado y cuadriculado
como Japón. Porque si fantásticas son las secuencias rodadas en interiores
(atención a la transformación de la novia de Hideo vista a través de la rendija
del buzón o la escena en la oficina donde trabaja el protagonista), impactantes
resultan las que suceden en exteriores con la cámara abriendo campo para
registrar las persecuciones y el horror que se vive en las calles y carreteras
de la ciudad, o en ese Fuji Outlet Park, donde un grupo de personas se ha hecho
fuerte en la azotea de un edificio.
I Am a Hero funciona como un reloj
suizo, una maquinaria de perfecto engranaje que nace de un musculoso guión, una
gran dirección de actores, una cáustica ironía (los dientes de la novia de
Hideo, los Rolex que salvan la vida dos veces al protagonista), excelente labor
de interpretación de todo el elenco, una hermosa fotografía e incluso un
peculiar atleta villano de cabeza abollada que hará las delicias del
aficionado. Puede que toda la película se resuma en una ácida metáfora sobre el
voraz consumismo de la sociedad japonesa… pero eso ya nos importa menos.
Espléndido divertimento.
Gran reseña amigo. Por fin una película de zombies sin un personaje cliché o plano.
ResponderEliminarGracias, nordius, totalmente de acuerdo. Si aún no la has visto, te recomiendo también "Train to Busan", un film que no se puede perder un aficionado a este subgénero tan maltratado últimamente.
ResponderEliminarUn abrazo.