Uno de los grandes bombazos (tal vez el que más) de la carrera del maestro Wes Craven. La primera y mejor entrega de las correrías de Freddy Krueger, el "Cara de Pizza" de jersey a rayas y manopla con cuchillas que forma parte ya del imaginario colectivo y que dio lugar a un cansino goteo de nefastas secuelas. La acción transcurre en una pequeña localidad en la que unos jóvenes tienen habitualmente pesadillas en las que son perseguidos por un hombre deformado por el fuego y que usa un guante con cuchillas. Algunos de ellos son asesinados mientras duermen por ese terrorífico ser, que resulta que es un asesino al que los padres de los chicos mataron tras descubrir que había asesinado a varios niños.
Heredera de films como La matanza de Texas (1974), Craven convirtió en un clásico del terror un relato en el que juega a confundir ficción y realidad, armando así un film con una atmósfera inquietante y morbosa, a la que pone un ruido escalofriante el sonido chirriante de las cuchillas de Freddy Krueger, que siempre hace uso de un humor macabro. Una de las mejores películas de su director, que creó un mito del terror imperecedero al que tenemos mucho cariño.
Una película de terror tan divertida como inquietante; y muy imaginativa. Un clásico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, rindo homenaje. Por cierto, la protagonista femenina, Heather Langenkamp, era de esas típicas actrices de los años 80 que apenas enseñaban nunca nada y tal vez por eso inflamaban más nuestro morbo. Johnny Depp en sus comienzos, mucho antes de que se volviera un verdadero gilipollas.
ResponderEliminarUn abrazo.