El actor y
director Alex Cox tiene ganada fama
de cineasta de culto y su nombre está asociado con el cine independiente y su
amor por la música y la estética punk, corriente musical y contracultural a la
que ha dedicado fervorosos homenajes en trabajos como Sid y Nancy (1986) sobre
la trayectoria y los últimos días del bajista de Sex Pistols Sid Vicious, e
incluso pergeñó un spaghetti western titulado Directos al infierno
(1987) protagonizado por el vocalista y frontman de The Clash Joe Strummer,
cuyo elenco completaban Elvis Costello, Courtney Love y Grace Jones, así como
el director Jim Jarmusch y Dennis Hopper. Repo Man supuso el debut de Cox en
la pantalla grande y sigue siendo hoy su mejor película junto con El
patrullero (1991) una producción mexicana sobre un joven que tras
graduarse en la Academia Nacional de Patrulleros de Carretera, recibe órdenes
muy particulares de cómo realizar su trabajo.
Repo Man
mezcla diferentes géneros como la ciencia ficción, el drama, la comedia y la
acción para otorgar un papel preponderante a la filosofía punk y so conocido
lema “no future”. La historia tiene como escenario la periferia de una ciudad
de Los Ángeles sucia y decadente, un vertedero rebosante de basura y chatarra, en
donde un adolescente, Otto (Emilio
Estevez) que acaba de ser despedido de su trabajo como reponedor de un
supermercado. Sin embargo, seguidamente es contratado por Bud (Harry Dean Stanton) para un trabajo que consiste en recuperar
los coches sin pagar. Un día, se cruza en su itinerario un coche que guarda en
su maletero algo muy preciado incluso por los agentes del gobierno… y comienzan
los problemas.
No nos engañemos,
la sustancia tóxica letal que esconde el maletero del coche es sólo una excusa,
un McGuffin para montar un circo surrealista en el que se verán envueltos
extraterrestres, ladrones, policías, pandilleros, agentes del gobierno y, por
supuesto, nuestro protagonista, un joven punk marginal que hará todo lo posible
para nadie le robe la extraña mercancía que oculta el maletero de un Chevrolet
Malibu. Repo Man puede ser considerada una película generacional que
muestra su simpatía por el movimiento punk surgido a finales de los 70 y cuyos
momentos de gloria se prolongaron hasta bien avanzada la década de los 80, un
relato por donde desfilan una variada fauna de personajes frikis como Dean
Stanton y su particular forma de trabajar, o ese mecánico que cuenta
fantasiosas historias sobre extraterrestres.
Sí, amigos, una extravagancia underground,
una rareza de culto que provoca sentimientos encontrados entre los espectadores
(o la amas o la odias) y que con un guión tan espontáneo como delirante es una
pieza extraña, paranoica, transgresora, delirante que esconde una taimada crítica
contra la guerra nuclear y una reflexión sobre la marginalidad social de lo que
se considera diferente. Con canciones de Iggy Pop y temas de bandas punk de
la época como Circle Jerks, Black Flag, X, Suicidal Tendences, The Plugz... y
unos efectos conseguidos para el año de su realización, el film retrata de una
manera pesadillesca y espectral un Los Ángeles casi de tono apocalíptico, y
llama la atención que en ningún momento del metraje aparezcan marcas
comerciales, por lo que uno está más atento la inspiradora estética que te hace
sentir nostalgia de un tiempo que no volverá.
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