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lunes, 1 de febrero de 2016

MIS PELÍCULAS ESPAÑOLAS FAVORITAS: "EL DÍA DE LA BESTIA" (Álex de la Iglesia, 1995)

   

    
LA FILMOGRAFÍA DE ÁLEX

   Tras un cortometraje, Mirindas asesinas, y un largo, Acción mutante (1992), producido por Almodóvar, el director vasco Álex de la Iglesia -con el soporte económico de Andrés Vicente Gómez y manejando un presupuesto de 350 millones (de pesetas, claro)- logra que su segunda película sea una de las mejores, más celebradas y originales de la década, convirtiéndose por ello, gracias al gran impacto comercial y el notable éxito de crítica, en venerado icono de la postmodernidad y las nuevas formas dentro del cine de nuestro país, reverenciado incluso por los detractores de sus anteriores trabajos. Con su film Perdita Durango (1997) una superproducción con aires de western moderno, fronterizo e hiperviolento, adaptación de una novela de Barry Gifford impregnada de la cultura Tex-Mex, para la que contó con un reparto internacional y gran disposición de medios -1000 millones de pesetas, el mayor presupuesto de una película española hasta esa fecha-  el director bilbaíno se sitúo lejos del talento, la inspiración y la imantación visual de El día de la bestia, con mucho, su mejor película. Muertos de risa (1999) es una comedia ácida que se pasea por los entresijos de la cultura y los espectáculos de la década de los 70. 


    La comunidad (2000) creada bajo la influencia de El quimérico inquilino (Roman Polanski, 1976) es una mezcla de comedia, thriller y película te horror. 800 balas (2002) peculiar homenaje al western hispano que constituyó un auténtico fracaso. Crimen ferpecto (2004) es una magnífica comedia cáustica en la mejor tradición de la sátira social y el esperpento nacional. Los crímenes de Oxford (2008) es un thriller milimetricamente medido que resulta en exceso frío y cerebral. Balada triste de trompeta (2010) es un espernto freak, una rara avis, un film surrealista e inclasificable. La chispa de la vida (2011) se impone como un invento fallido a mayor gloria de José Mota. Las brujas de Zugarramurdi (2013) es una comedia negra y fantástica a la que penaliza en exceso su aparatoso final. Mi gran noche (2015) no pasa de ser un histriónico homenaje al desfase de la Nochevieja. De la Iglesia, además de todas sus iconoclastas películas, ha publicado una divertida novela, “Payasos en la lavadora”.

EL DÍA DE LA BESTIA
    
     Sinopsis: un cura, Ángel Barriartua (Álex Angulo) catedrático de la universidad de Deusto, lleva mucho tiempo estudiando obsesivamente “El libro del Apocalipsis”. Después de veinticinco años de investigación ha llegado a una conclusión: el anticristo va a nacer en Madrid el día de navidad. Para enfrentarse a él reúne todo un arsenal y desarrolla de paso todo un itinerario delictivo. Seguro del advenimiento busca la ayuda de un tipo heavy (Santiago Segura) y un presentador de un reality show ocultista (Armando De Razza). A través de la noche madrileña se sumergen en una sangrienta cruzada, en la que entre oros obstáculos está el intentar conseguir la sangre de una jovencita virgen (Natalie Seseña) para llevar a cabo una invocación.


    Aficionado a la literatura de aventuras, terror y los cómics, y preferentemente dentro de estos géneros a autores tan clásicos como Stevenson, Poe, Stan Lee, el realizador español se nos presenta, a través de su corta filmografía, como uno de los más claros ejemplos de gravitación temática, exposición plástica y definición de estilo. Como consecuencia de esa mirada, tan lúcida como imaginativa, y del más puro concepto del cine como espectáculo generador de sueños, diversión y emociones, El día de la bestia es un film revitalizante, original, y sin exagerar, liberalizador de ciertos complejos que se sustentan y eternizan por medio de unos ridículos clichés entroncados en la cinematografía española, y porqué no decirlo -salvo el caso de Francia- también en Europa. Es por eso, que si el resultado no hubiera sido tan redondo, el film de Álex habría cumplido igualmente con un objetivo cardinal: desencorsetar el cine de autor español, con demasiada frecuencia tan pedante, ombliguista y pagado de sí mismo, elevando a obra de arte una historia fantástica tan singular como sencilla, bautizada crípticamente como “Comedia satánica”, que a pesar de su tono costumbrista obtuvo gran éxito y la suficiente resonancia más allá de nuestras fronteras. 


     El director elabora con maestría unos mecanismos narrativos y visuales en los que se aúnan y complementan varios géneros, entre ellos la comedia y el fantástico, produciendo en el espectador efectos sorprendentes, confirmando además que, con la simbiosis de esos dos géneros, se puede crear una obra magistral si se tienen las dotes y el ingenio suficiente, reafirmando también que a pesar de lo denostados -hay absurdamente quien los etiqueta como menores- resultan los menos limitados en cuanto al campo de acción o posibilidades imaginativas, sobre todo cuando la realidad dice que son los que más suelen multiplicar sensaciones y activar emociones compartidas. Aproximándonos a los gustos del autor, expuestos por el mismo repetidas veces, reflejados manifiestamente en la película, uno no puede sino conectar y sentir simpatía por este director que, de forma calculadamente desafiante, actualiza rasgos de la mejor tradición americana y española, embarcándose en un proyecto altamente arriesgado para la endeble industria española. Simpatía que se extiende hacia los personajes de su película, ese trío de héroes visionarios cuya misión es salvar a la humanidad de las garras del maligno.
    

    Cosas del rodaje: aprovechando la iluminación navideña y los permisos del ayuntamiento, Álex de la Iglesia se vio obligado a rodar las escenas más difíciles que había que dejar para el final al principio, movilizado a más de 500 personas en la calle Preciados hasta altas horas de la madrugada. A destacar el libreto del mismo Álex y su colaborador habitual Jorge Gerricaechevarría, sólido y competente... Y la banda sonora a cargo del grupo Def Con Dos, que en el film sale actuando con el seudónimo de “Satánica”.

2 comentarios:

  1. Pese a que es un tanto irregular, considero a Álex de la Iglesia uno de nuestros directores más interesantes. Me encanta esta película, aunque a mi parecer es todavía mejor "La comunidad", menos rompedora pero más redonda.

    Un abrazo.

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  2. El gran problema de "La comunidad" es que es un plagio nada soterrado de "El quimérico inquilino" de Polanski (ésta sí una obra maestra total, redonda y absoluta) cosa que no es óbice para que me lo pase muy bien cada vez que la veo a pesar de su estruendosos final, un desparrame que emborrona los muchos logros de la función. "El día de la bestia" es para mí la mejor peli de De la Iglesia y una de las 100 mejores de la historia del cine español, una afirmación nada categórica si observamos el paupérrimo del legado del cine fantástico español.

    Un abrazo.

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