Episodio sobre el pasado vergonzoso de
una nación
SELMA êêêê
DIRECTOR: AVA
DUVERNAY.
INTÉRPRETES: DAVID OYELOWO, TOM WILKINSON, TIM ROTH,
GIOVANNI RIBISI, CARMEN EYOGO, CUBA GOODING JR.
GÉNERO: DRAMA
HISTÓRICO / EE. UU. / 2015 DURACIÓN: 123 MINUTOS.
La carrera como
directora cinematográfica de Ava
DuVernay comenzó en el año 2008 con el documental sobre el movimiento
artístico LA Good Life Café titulado This
is the Life. Una cinta que desconozco, lo mismo que el drama I
Will Follow (2011) un film independiente inédito en España que narra la
etapa depresiva de una mujer y los doce visitantes que acuden para ayudarla. Sí
tuve la oportunidad de ver su siguiente trabajo, Middle of Nowhere (2012)
un poderoso drama sobre la supervivencia
de una mujer afroamericana que se esfuerza por mantener su matrimonio y su
identidad cuando su marido es condenado a 8 años de prisión. Un film en el que
ya contó con el concurso de David Oyelowo. La directora afroamericana nacida en
Los Ángeles, siempre preocupada por los dramas íntimos, la alienación, la
soledad de la mujer y las tensiones sociales, levanta acta sobre uno de los
acontecimientos más señalados de la historia de Norteamérica y por los
activistas de los derechos civiles y la comunidad afroamericana: la marcha
liderada por Martin Luther King Jr., desde Selma a Montgomery (Alabama) por la
igualdad del derecho al voto de todos los estadounidenses sin importar la raza.
Selma
es la crónica sobre la lucha del político y activista Martin Luther King Jr. (David Oyelowo) en defensa de los derechos
civiles y narra la mítica marcha que llevó al presidente Lyndon B. Johnson (Tom Wilkinson) a aprobar la ley sobre el derecho
al voto de los ciudadanos de color en los estados sureños donde en la década de
los sesenta todavía estaba vigente la segregación racial. En realidad, se realizaron
tres marchas: las dos primeras hasta el puente de Edmund Pettus de Selma en
donde tuvo lugar la brutal represión conocida como Domingo Sangriento el 7 de
marzo de 1965; y la última, que comenzó el 21 del mismo mes y que terminó en
Montgomery el día 24.
Tras disfrutar de esta estupenda
película me gustaría reseñar en primer lugar que hasta la fecha nadie en la
historia del cine y la televisión ha logrado encarnar con tanta empatía,
dignidad, realismo, humanidad, majestuosidad y cercanía como David Oyelowo al
reverendo Luther King, captando con prodigioso mimetismo su espíritu humanista,
inconformista y luchador y sus geniales dotes de estratega y orador (atención a
su discurso en el funeral del joven activista asesinado por la policía). Un
retrato conmovedor de uno de los hombres más importantes de la historia de la
humanidad por su oposición a la guerra, su lucha contra la pobreza, la no
discriminación y los derechos civiles básicos de la comunidad negra de los
Estados Unidos. Quiero recalcar esto porque se me antoja el mayor aliciente
como síntesis pedagógica sobre la figura de un hombre que con sus pensamientos,
sus palabras y marchas pacíficas consiguió aunar los anhelos y voluntades de la
América negra por salir del gueto y formar parte activa y representativa de una
nación que tras abolir la esclavitud les enfrentó con su condición de
ciudadanos de segunda negándoles los más fundamentales derechos en estados como
Alabama. Ava DuVernay recrea con exquisita pulcritud y rigurosidad aquellos
convulsos días de marzo de 1965 en un
contexto de cambios profundos de la sociedad y en donde la figura colosal de
King se agiganta alumbrando su faceta espiritual y de activista, su vida familiar,
sus dilemas morales y existenciales y su dimensión histórica. Una visión
didáctica aunque nada academicista que fusiona el conflicto íntimo con el
pálpito de la calle, y que en su meta triunfal encendió la llama de la
esperanza.
Selma
es un film que, despojado de todo lo que no es esencial, se eleva como un
hermoso homenaje a todas las personas que han dado su vida luchando por un
mundo más justo, un canto a la esperanza a favor de la dignidad de todos los
seres humanos sin distinción de clase o raza poniendo el énfasis en el valor de la solidaridad. Sólo
alguien con un nivel de estupidez rayano en la inconsciencia puede negar el
legado imperecedero dejado por el doctor
Martin Luther King Jr., y a pesar de que estamos ante un relato episódico sobre
las movilizaciones sociales que tuvieron lugar en aquellos días de mediados de
la década de los sesenta (y no ante un biopic) en la población de Selma, la
figura de King (que ya había sido galardonado con el Premio Nobel en 1964) se
impone como eje central y guía cuyas decisiones nunca son irreflexivas, consciente
de que de ellas dependían en parte suma los avances en derechos humanos que
marcaron un punto de inflexión en la historia.
Con una potentísima
fotografía a cargo de Bradford Young y espléndidas actuaciones de secundarios
como Tom Wilkinson dando oxígeno a un cobarde Lyndon B. Johnson, Tim Roth encarnando
al fanático racista gobernador demócrata George Wallace, Carmen Ejogo como la
esposa de King y Giovanni Ribisi como asesor en derechos civiles del presidente
Johnson, el film contiene momentos de gran emotividad (la bomba que estalla segando
la vida de las cuatro niñas en la iglesia, la carga bestial de la policía en el
puente Pettus contra una marcha pacífica y unas personas vulnerables) así como
las trascendentes palabras de King como eco del pensamiento hondo de aquel gran
orador y luchador irreductible. Mi
severa conclusión es que detrás del biombo de la alta política, las injusticias
sociales sólo les interesan a quienes las sufren. De nuestra lucha depende
cambiar el rumbo de la historia.
No soy fan de los biopics pero me la apunto. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, no es un biopic, sino como apunto, una película episódica sobre los tremendos sucesos ocurridos en la población de Selma a mediados de los sesenta, días cruciales en los que pagando un precio muy alto se consiguió que la comunidad negra lograse el derecho al voto en los Estados sureños como Alabama. De todas formas, creo que logrará emocionarte y te gustará. De lo que hablamos es de derechos civiles y conquistas sociales. Y Martin Luther King Jr. fue en ese aspecto una figura esencial.
EliminarUn abrazo