Nueva excursión en el geriátrico hollywoodiense
LOS MERCENARIOS 3 ê
DIRECTOR: PATRICK
HUGUES.
INTÉRPRETES: SYLVESTER
STALLONE, JASON STATHAM, ARNOLD SCHWARZENEGGER, HARRISON FORD, MEL GIBSON,
DOLPH LUMDGREN, ANTONIO BANDERAS, WESLEY SNIPES.
GÉNERO: ACCIÓN / EE.
UU. / 2014 DURACIÓN: 123 MINUTOS.
¡Qué verano de cine más cansino! ¿Queda
alguna otra secuela por estrenar? Pues aquí tenemos de nuevo a estos musculosos
matusalenes repartiendo hostias, una saga de jubilados que regresan para
cumplir la imposible misión de recuperar la gloria perdida haciendo
proselitismo de su virilidad en un mundo en que todos los armarios están
quedándose vacíos. Lo hacen con el aliño de un guión que se puede escribir con
los dedos de los pies cuando uno se encuentra echando una siesta tras una noche
de exceso etílico: puñetazos, tiroteos, explosiones, humor tosco, nostalgia
impenitente y acción a raudales que horada mi sistema nervioso sin que las
meninges puedan desarrollar su función de barrera protectora.
En esta nueva
entrega, Barney (Sylvester
Stallone), Navidad (Jason Statham) y
el resto del equipo se enfrentan a Conrad
Stonebanks (Mel Gibson), el hombre que fundó los Mercenarios hace años,
antes de convertirse en un despiadado traficante de armas y al que Barney tuvo
que matar… o eso creía él hasta ahora. Stonebanks, que ya esquivó la muerte una
vez, tiene un solo objetivo: acabar con los Mercenarios. Pero los planes de
Barney son otros, y se le ocurre que lo mejor es reclutar sangre nueva para
luchar contra la nueva generación. Así reúne a un grupo de jóvenes compuesto
por tres hombres y una mujer que son más rápidos y con más conocimientos
técnicos. La misión vieja escuela contra nueva escuela se convierte en la
batalla más personal que han librado los Mercenarios.
Nunca fui un fan
rendido de los actioners de la década
de los 80, y en múltiples ocasiones me sentí estafado por las aventuras
disparatadas y algo fascistoides de los Stallone, Schwarzenegger, Norris, Van
Damme, Lumdgren y Seagal (dejo al margen la figura de Bruce Willis, que tal vez
esté necesitada de otros matices), casi nunca me convencieron sus cochambrosos
guiones basados en el elogio del músculo y la testosterona para dar validez al
slogan “Yo soy la justicia” desarrollado tiempo atrás y con más acierto por
Charles Bronson en su saga justiciera a principios de la citada década.
Aun así, Los
Mercenarios (Sylvester Stallone, 2010), un pasatiempo esperpéntico
ideado como celebración de la virilidad y para lucimiento de una simbólica
representación geriátrica rebosante de viagra, nos regaló algunos momentos de
sorna y acción descerebrada en las dosis suficientes como para que nos la
tomásemos como una gamberrada autoconsciente cercana al placer culpable. La cosa
incluso mejoró un poco con Los Mercenarios 2 (Simon West,
2012), un entretenimiento conscientemente estúpido y rodada con cierto pulso,
ritmo y desfachatez. La cosa debió de quedar ahí, pero Stallone empeñado en sacar todo el jugo gástrico y la bilis a su saga,
nos presenta ahora LOS MERCENARIOS 3,
un artefacto tan innecesario como una patada en los huevos. Nada hay que se
pueda salvar en esta vulgar secuela en la que la irrupción de savia nueva
resulta intrascendente y que no es sino una sucesión de set-pieces de acción
filmadas sin mucho tino y en la que ni los continuos cambios de localizaciones
aportan nada especial.
Ya la veré cuando la echen por televisión. Un abrazo.
ResponderEliminarNi siquiera así merece la pena. En fin, lo del libro que te comenté: llevo muchos años colaborando como voluntario en asociaciones benéficas o sin ánimo de lucro. En los inicios de una de ellas, PROINES (asociación prointegración del enfermo psíquico) me propusieron hace ya mucho tiempo (creo que fue en el 99), que como colaboraba con medios de comunicación realizando críticas de cine y dedicando poemas y epistolarios a las musas de la moda, el rock y el cine, publicarme un libro con la intención de que lo que se recaudara por su venta fuera a parar a la asociación para tapar algún agujero, entonces esta asociación carecía de subvenciones.
ResponderEliminarYo sólo tenía dos libros terminados; un poemario titulado "Plástico: poemas desde las entrañas de mi nave"; y un libro de críticas cinematográficas titulado "100 películas que me llevaría a una isla desierta" que reunía muchas de las películas que más me habían gustado de cada década. Publicaron el primero porque el segundo se iba de presupuesto, puesto que yo sólo ponía una condición para su publicación: que el libro tenía que contener un cuadernillo central con los carteles de todas las películas. El extraño libro de poemas se vendió casi en su totalidad (aunque todavía veo que se puede encontrar algún ejemplar en la red) a 1.000 pesetas de las de entonces el ejemplar. También me encargué del diseño y realicé el dibujo de la portada.
En cuanto al libro de cine, muchas de las películas que lo componen aparecen aquí en mi blog, han habido otros organismos interesados en publicarlo, pero ya no estoy yo por la labor: no se vende un puto libro... y menos de cine, y publicar por publicar me resulta una idiotez. Lo que si estoy escribiendo es una novelita que sí verá la luz en formato digital y en papel, pues es algo que ya me han ofrecido cuando me he tomado la molestia de mandar un par de capítulos de la misma a algunas editoriales de por aquí ¿cuándo? A una página cada dos días, calculo que el año que viene. Bueno, esa es toda la historia.
Un abrazo.
Hola Pedro; hombre, lo de Antonio Banderas no me extraña, y si dices que cada vez que sale viene acompañado por acordes de guitarra con aires españoles, entonces será igualito que en Shrek que cuando aparece el gato con botas al que él le da voz tenemos la misma musiquilla; Me ha hecho gracia lo de saltimbanqui, hacía tiempo no escuchaba la palabreja, pero vamos tampoco creo que llegue a la altura de Burt Lancaster y Nick Cravat. Ya te digo lo de Banderas no me extraña pero y lo de Harrison Ford, que? me parece que está en los títulos de crédito.
ResponderEliminarBueno a ver cuando me haces seguidor del blog, supongo que algún regalito tipo cartel de cine me caerá, vamos digo yo.
Pero hombre Pascasio, si yo lo que quiero, ya que las visitas van a buena marcha, es tener miles de miembros en este blog, pero eso depende sólo de ti hacerlo con una simple cuenta gmail. El papel de Harrison Ford es tan irrelevante que no merece la pena subrayarlo y Antonio Banderas me parece que puede dar por finiquitada su muy irregular carrera de galán en Hollywood. Me gusta el idioma de Cervantes, de ahí que utilice siempre palabras no muy usuales, subterfugios y meandros que hagan sentir mi lengua materna como algo muy cercano.
EliminarYa estás tardando en hacerte miembro, y en recompensa intentaré hacerme con un póster de "Lucy" de tu adorada Scarlett, si es que finalmente la estrenan aquí, o mejor dicho, si les sirven alguna copia. Mañana lo sabremos.
Un abrazo