La carne, sus peligros y tormentos.
UNDER THE SKIN êêê
DIRECTOR: JONATHAN GLAZER.
INTÉRPRETES: SCARLETT JOHANSSON, PAUL BRANNIGAN, ROBERT J.
GODWIN, KRYSTOF HADEK, SCOTT DYMOND.
GÉNERO: CIENCIA-
FICCIÓN / EE. UU. / 2012 DURACIÓN: 108 MINUTOS.
Todo el
mundo se pregunta cómo ha logrado el pavo de Jonathan Glazer que Scarlett Johansson se desnude totalmente en
esta película. Hay mucha gente que piensa que ese es el único reclamo de UNDER
THE SKIN, yo no estoy de acurdo con esa afirmación, aunque no me cuesta
reconocer que estamos ante un ejercicio estilístico que puede resultar tan aburrido
como farragoso para el gran público. Lo cierto es que Glazer sorprende a
propios y extraños con un relato que resulta sobrecogedor y bello en su aspecto
visual. La historia nos narra cómo unos alienígenas aterrizan en la Tierra
(concretamente en Glasgow, Escocia) para llevar a cabo una misión específica:
abducir a los confiados autoestopistas para transportarlos a su mundo, donde la carne humana está
considerada una delicatesen a la altura de la trufa o el caviar. Para ello
cuentan con la colaboración de una infiltrada en la Tierra, una atractiva mujer
(Scarlett Johansson) que sirve de cebo a los incautos.
Diez años ha estado Jonathan Glazer
en pergeñar el que supone su tercer largometraje tras Sexy Beast (2000) y Birth
(2004), el cineasta, firmante de algunos de los mejores videoclips de las
últimas décadas, utiliza algunos recursos que se nos antojan consecuentes como
el uso de la cámara oculta para rodar escenas espontáneas en la calle y
utilizar a algunos transeúntes como actores en la película, algo que potencia
el toque realista y el sentido críptico de la función. Otro gran acierto son
los escenarios elegidos, las gélidas playas y montañas de Escocia y las húmedas
calles de sus vetustas ciudades,
transitadas por una fauna variopinta de
palurdos y algún chulo de discoteca. UNDER THE SKIN avanza con un ritmo
pausado y, como queda apuntado, no resulta aconsejable para ese público que huye
de las complejidades, pues algún despistado puede creer por los tráilers que
estamos ante un film con muchas semejanzas con Species (Roger Donaldson,
1995) y se estará equivocando totalmente, tal vez su film referente sea El
hombre que vino de las estrellas (Nicolas Roeg, 1976) que contaba con
el reclamo de David Bowie y con el que sí guarda algunos puntos en común.
Basada en la novela Bajo la piel de Michel Faber (editada en España por Anagrama) la
cinta abraza los contrastes como señales discordantes de dos dimensiones: la
belleza e impenetrabilidad de la alienígena enfrentada a la vulgaridad y los
instintos primarios de las personas abducidas, el aspecto anodino del vestuario
de Scarlett Johansson propio de una choni poligonera y que se aleja de la
imagen que proyecta en casi todas sus películas, su mirada neutra e impasible,
sin sentimientos, en la que ningún inocente repara para evitar el peligro. Algo
que puede ser tomado como una alegoría sobre la atracción de la carne y sus tormentos
y la insensibilidad del ser humano para mirar más allá de la superficie.
Con gran miscelánea de géneros que van desde la
ciencia-ficción y el thriller pasando por el drama psicológico con cierta
pátina erótica, UNDER THE
SKIN es un film que ataca más por la vía sensitiva, sensual y
visual que por lo atractivo de unos diálogos que quedan siempre en segundo
plano y que están forzados por los contactos que tiene la alienígena con sus
potenciales víctimas en su deambular conduciendo una furgoneta por las
desangeladas calles de Glasgow. Llama la atención que el magnetismo, el hechizo
de Scarlett y su generoso y por nuestra parte ansiado desnudo, se produzca de
una forma gradual en cada uno de esos encuentros en los que arrastra a los
pardillos (simples carnazas) hacia la nada. El
espectador tendrá tiempo para sentirse fascinado, incómodo, absorbido,
aburrido, desorientado, abducido, de todo hay en un relato que le va exigir que
rellene demasiados huecos. Una labor de composición pictórica exultante y una
fotografía atmosférica y envolvente convierten el extraño viaje por Escocia en
toda una experiencia donde predomina la imagen, la sugerencia y las sensaciones
del mejor cine contemplativo. Que el chico afectado por neurofibromatosis sea
el único al que deje escapar la bella depredadora da que pensar sobre el
alcance de su oculta humanidad, una ternura mucho más lacerante cuando, tras un
intento de violación, se tiene que desprender de una piel a la que había
cogido verdadero afecto.
BONO REGALO
Que linda tiene la chochita la Johansson , lastima que hoy esté mas delgada que hace unos años....me parece interesante la trama de historia , es de ver el film....
ResponderEliminarSí, amante de gorditas, pero Scarlett es bajita y tiene que controlarse mucho el peso si quiere seguir en primera línea, porque ya sabes tú que el canon de belleza actual es quedarse en el esqueleto como Jennifer Connelly, Angelina Jolie o Demi Moore. Los latinos tenemos otros stándares y nos gustan las mujeres macizas (algo que hemos impuesto en la red) porque para tocar huesos nos tocamos las rodillas.
EliminarUn abrazo
Qué hermosa la melodía que acompaña a la página. Por la hora de publicación me imagino algo...
ResponderEliminarUn abrazo
Una banda sonora realmente preciosa la creada por Bernard Herrmann para Taxi Driver, un autor nunca lo suficientemente ponderado. Claro, la melodía es tan sugerente que pone los órganos sensoriales a flor de piel. La imaginación es una gran herramienta para huir de la vulgaridad e incendiar pasiones. Vi anoche un par de películas espléndidas y muy diferentes: Shelter, de Jonah Markowitz, y la española Todos están muertos, de Beatriz Sanchís, espero que te sirvan las recomendaciones.
EliminarUn abrazo