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jueves, 1 de mayo de 2014

MIS PELÍCULAS FAVORITAS: “EL APARTAMENTO”


EL APARTAMENTO
(THE APARTAMENT)
Comedia - USA, 1960 - 125 Minutos.
DIRECTOR: BILLY WILDER.
INTÉRPRETES: JACK LEMMON, SHIRLEY McLAINE, FRED McMURRAY, RAY WALSTON.

Billy Wilder nació en Viena en 1906. Director de origen judío, está considerado uno de los grandes maestros del cine y más en particular de la comedia ácida y de enredo. En los años veinte fue periodista y cursó estudios de derecho, más tarde escribiría guiones para la productora alemana UFA. A principios de los años treinta llega a París huyendo de los nazis, en dicha ciudad debuta como realizador con Curvas peligrosas (1934). Ante el avance de las tropas hitlerianas emigra a Hollywood el mismo año de su debut. En la meca del cine comienza de guionista al lado de los exiliados y de Ernest Lubitsch, para el que escribió los libretos de La octava mujer de Barba Azul y Ninotchka, su prestigio va en aumento y en 1942 firma El Mayor y la menor, su primera comedia norteamericana, a la que seguirá el film bélico Cinco tumbas al Cairo (1943) y el clásico del cine negro Perdición (1944). Su primer éxito internacional le llega con Días sin huella (1945) relato dramático sobre un hombre alcoholizado. De su filmografía, que consta de veintiséis películas, me atrevo a significar las siguientes: El crepúsculo de los dioses (1950), La tentación vive arriba (1955), Testigo de cargo (1958), Con faldas y a lo loco (1959), Uno, dos, tres (1961), Irma la dulce(1963), Bésame tonto (1964) y Primera plana (1974).

      Wilder logra su mejor comedia al narrar las relaciones de C.C. Baxter (Jack Lemmon) oficinista modélico y servil de una compañía de seguros, que consigue ascender en la empresa gracias a que le presta su apartamento al jefe, el director de personal Jeff D. Sheldrake (Fred McMurray) un hombre felizmente casado que lo utiliza para sus encuentros con su amante, la encantadora ascensorista Fran Kubelik (Shirley McLaine) que a la vez es el amor platónico de Baxter.

      A pesar de que para mí no es Dios ni el “one”, tengo que reconocer que Billy Wilder consigue una de las mejores comedias del siglo con esta divertida y patética historia que también escribe y produce, sobre las miserias y renuncias que se desprenden de las escalas del éxito y la búsqueda del reconocimiento social. Comedia corrosiva que refleja de manera realista ese servilismo del empleado hasta cotas vergonzosas que suponen la pérdida de la autoestima y la humillación, un tema tan candente y actual que se presenta como la película de su autor que mejor ha resistido el paso del tiempo. Relato en el que el director de Perdición plantea una agria crítica del carácter antropófago del sistema laboral y la sociedad norteamericana, que avanza oscilando entre el drama y la comedia, por lo que El Apartamento se pude considerar una radiografía bastante fiel de las muchas situaciones que se producen en el mundillo de los empleados de empresas, donde las constantes de sumisión y servilismo suelen ser imprescindibles para ir sumando puntos para el ascenso. Es, por otra parte, una película sobre Nueva York, sobre su febril actividad diaria, representada por esa monumental y kafkiana oficina, en donde los trabajadores bullen y se esfuerzan como hormigas en su incesante rutina.

     
El cineasta, que suele enfocar sus comedias costumbristas, realistas y de enredo con una tristeza teñida siempre de algunos toques sarcásticos, nos fija en la retina momentos inolvidables, entre las mejores escenas están las que se desprenden del intento de suicidio de Fran por el desengaño sufrido tras ser abandonada por Jeff -un estupendo McMurray- y que tienen lugar en el apartamento, o aquella en que los empleados de ambos sexos de la compañía celebran la fiesta de navidad con desenfreno de alcohol y lujuria, que son los mismos que se afanan codo con codo todo el año para que la empresa funcione, están desarrolladas con ese efecto amargo y al mismo tiempo picaresco tan característico de su autor.

     Secuencias que hicieron reflexionar a un sector crítica de la época que se preguntaba por la extraña moralidad, agresividad y singular cinismo del director austriaco. Efectivamente, El Apartamento es una obra maestra que consiguió cinco Oscars de Hollywood -Película, Director, Guión, Montaje y Dirección artística- es, del mismo modo, una muestra más de que la comedia, tantas veces menospreciada como un género ligero, puede resultar el mejor vehículo para desnudar las emociones de manera descarnada, sobre todo en manos de alguien con el talento y el oficio de Billy Wilder, poseedor, además, de una actitud irónica y un inherente escepticismo. Como bien dice el realizador, en el momento decisivo C.C. Baxter se niega a prestarle a su jefe las llaves de su apartamento, es una decisión ética que va a influir negativamente en su carrera, no obstante, esa negativa le va a liberar y producir otras satisfacciones morales.

      Grandes interpretaciones del trío protagonista y un gran guión escrito por I. A. L. Diamond. De su maravillosa línea de diálogos puede servir el siguiente ejemplo que se produce entre Baxter y Kubelik, cuando él ha descubierto, por el espejo de bolsillo roto, que ella es quien usó su apartamento con su jefe:
-El espejo...se ha roto.
-Ya lo sé, me gusta así, me veo tal y como me siento.

4 comentarios:

  1. La escena del espejo roto es genial. Es uno de los mejores guiones de la historia, si no el mejor. Un abrazo.

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  2. No sólo eso, también es para mí la mejor comedia de la historia, o mejor dicho, la mejor tragicomedia. La más grande obra maestra de Wilder.

    Un abrazo

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  3. Hola Pedro: no puedo estar más de acuerdo contigo, magnífica película!! y estupendo artículo. Y si Wilder no es Dios seguro que forma parte de la Santísima Trinidad al menos en lo que a comedia toca. Como me recuerda este película al realismo social de los italianos, a mi queridisimo Rafael Azcona; ya lo apuntas tú: "costumbrista, realista y de enredo", pero estos vinieron después verdad? después de El Padre.
    Saludos.
    Pascasio

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    Respuestas
    1. Bienvenido al blog, Pascasio. Totalmente de acuerdo contigo, un film memorable, a la vez tierno, amargo, irónico y desesperado. Y como coincidimos también en la devoción por el riojano Rafael Azcona, hay que recordar que su debut en el cine como guionista le vino de la mano de el italiano Marco Ferreri con su magistral "El Pisito", pero el guión adaptaba una novela del propio Azcona titulada "El Pisito: Novela de Amor e inquilinato".

      Saludos, te invito a hacerte miembro del blog y a seguir participando con tus agudos comentarios.

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