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domingo, 28 de octubre de 2012

LAS FOTOS HIPNÓTICAS: ANGELINA JOLIE



      ANGELINA JOLIE (Los Ángeles, 4 de junio de 1975), es hija del actor John Voight (con el que guarda un gran parecido) y de la desconocida actriz canadiense la Marcheline Bertrand. Su debut cinematográfico oficial se produjo en 1993 en el subproducto de ciencia-ficción Cyborg 2 (Michael Schroeder), aunque se da a conocer internacionalmente con la película Hackers (Ian Soltley, 1995), un thriller informático rutinario protagonizado por un grupo de expertos alucinados con la tecnología. Film donde conoció a su primer marido, el actor británico Johnny Lee Miller, lo mismo que ocurrió con su segundo esposo, el actor Billy Bob Thorton, tras coincidir ambos en aquella mediocre película sobre controladores aéreos titulada Fuera de control (Mike Newell, 1999), y lo mismo que sucedió con su actual pareja, el deseado Brad Pitt, con el que protagonizó la insufrible Sr. Y Sra. Smith (Doug Liman, 2005), y que casado con la actriz Jennifer Aniston lo dejó todo para unirse a la diva de labios pulposos y convertirse en un todo que la prensa rosa chicle bautizo con el apelativo de “Brangelina”. 

      Tras participar en el mediocre thriller El coleccionista de huesos (Phillip Noice, 1999), consigue el Globo de Oro y el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por Inocencia interrumpida (James Mangold, 1999), un drama protagonizado por Winona Ryder sobre una mujer que durante los años 60 vivió cerca de dos años en un hospital psiquiátrico porque a sus padres no les gustaba su peculiar personalidad. Con la adaptación del vídeo-juego Lara Croft: Tom Raider (Simon West, 2001) y su secuela en 2003, se convierte en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood. Recordemos que junto a nuestro Antonio Banderas protagonizó aquel bodrio titulado Pecado original (Michael Cristofer, 2001), remake del clásico La sirena del Mississippi y en el que la pareja aparecía en una secuencias muy tórridas que fueron muy comentadas. La mejor interpretación de su carrera la logra con El intercambio (Clint Eastwood, 2008), magistral y sombrío relato del maestro en el que Angelina hace de una madre soltera cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Actualmente,  Angelina es embajadora de buena voluntad de ACNUR USA.       

        Buena voluntad que también tuviste conmigo, que me acogiste sin preguntarme nada. Yo era como un peluche sucio y maloliente abandonado en la basura, un títere en la agonía recitando el estribillo de una canción fúnebre. Fuiste mi salvación, Angelina, estabas tan delgada que oía chirriar tus huesos, tan pálida como una flor agostada, como el espectro de una virgen sin pintura. Cuando hacíamos el amor salía el imbécil que llevo dentro, adornando los movimientos con una torpe impostura deportiva, hasta que te enfadabas, fruncías tus labios caníbales y apagando el cigarrillo en el vaso de whisky me gritabas: ¡Fóllame de una puta vez! Sentencia heavy, irreverente y nada furtiva que me conminaba a desflorar tu alma preñándola de primavera. Sin ningún respeto, como si se tratara de un Brad “Pitto” cualquiera.


     

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