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domingo, 7 de octubre de 2012

CRÍTICA DE VENGANZA: CONEXIÓN ESTAMBUL


También en Estambul la venganza se sirve en plato frío
VENGANZA: CONEXIÓN ESTAMBUL
DIRECTOR: OLIVIER MEGATON.
INTÉRPRETES: LIAM NEESON, MAGGIE GRACE, FANKE JANSSEN, LUKE GRIMES, RADE SERBDZIJA.
GÉNERO: ACCIÓN / EE. UU. / 2012  DURACIÓN: 91 MINUTOS.   
         
      La productora de Luc Besson, Europa Corp., apadrinó en 2008 a Pierre Morel para que, partiendo de un guión del propio Besson y Robert Mark Kamen, presentara uno de los thrillers de acción más recordado por el aficionado de los últimos años. Venganza tenía un argumento muy simple: un agente especial de la CIA retirado (Liam Neeson) se ve obligado a volver a la acción para liberar a su hija (Maggie Grace), raptada en París por una banda de albanokosovares dedicada a la trata de blancas. Con una factura técnica impecable, una dirección enérgica y los explosivos momentos de violencia con que Neeson resolvía las situaciones deparó un espectáculo entretenido rodado a un ritmo vertiginoso. Debió de quedar ahí, pero muchos nos temimos que tras su éxito asistiríamos a una secuela que como esta VENGANZA: CONEXIÓN ESTAMBUL estiraría el chicle buscando réditos comerciales sin importar la calidad final del producto.

      En esta nueva entrega Bryan Mills (Liam Nesson), recibe un encargo como consultor de seguridad que le lleva a Estambul, donde le visitan por sorpresa su hija Kim (Maggie Grace) y su ex mujer, Leonor (Fanke Janssen), que está en trámites de separarse de su actual marido, pues después de lo ocurrido en París está dispuesta a darle una nueva oportunidad a Bryan. En el exótico entorno de la hermosa ciudad turca parece que la vida familiar toma un nuevo impulso. La armonía quedará rota cuando un grupo de albaneses liderados por Murad (Rede Serbdzija), que quieren dar cumplida venganza por la muerte de sus compañeros en París, raptan a Leonor en presencia de Bryan, que tiene la suficiente habilidad para ponerse a salvo y advertir a su hija del peligro que corre. Mills contará así con la inestimable ayuda de Maggie, que ha aprendido cómo huir de sus perseguidores, para enfrentarse a los esbirros de Murad y tratar de rescatar a Leonor.

      Con la previsibilidad del invento ya contábamos, la secuela de Venganza no podía ser de ningún modo una comedia musical. Situando al frente del proyecto a Olivier Megaton, otro director de la escuela bessoniana, la nueva entrega se limita a seguir el sendero ya trillado por la anterior película pero desprovista de la garra, el rencor y la mala uva que le confirió Morel. Los dos films quedan definidos por la omnipresente figura de Liam Neeson, el actor irlandés, convertido en una insólita e incendiaria mezcla de Jason Bourne, Jack Bauer y McGyver, derrocha facultades y carisma en situaciones absolutamente increíbles que su marcada personalidad te hace deglutir sin empacho. VENGANZA: CONEXIÓN ESTAMBUL tendría muy poco recorrido sin su presencia, sin su control y pasmosa serenidad a la hora de encarar momentos límites, sin su asumida consciencia de lo peregrino de un relato que en demasiadas ocasiones transita por lo absurdo, y que sólo puede servir de fugaz evasión. De modo que el espectador no debe esperar sorpresas de una cinta cuya única condición es la de ejercer de caja de resonancias del film fundacional.    

      Insisto, la repetición de esquemas es el mayor hándicap  de esta secuela que atiende a prototipos ya muy quemados, porque lo novedoso no puede quedar en la alucinante conversión de Maggie Grace en heroína de acción lanzando granadas, un rol que a todos nos parece muy disparatado. El purista cinéfilo, el que sólo se retroalimenta de películas  memorables con la certera impresión de que el mejor cine ya se ha hecho, pasará de este artefacto como de la mierda… Aún así, yo me atrevo a recomendarlo a un cierto público que sólo va al cine para aparcar durante un rato el estrés evitando que sus neuronas trabajen a destajo. 

       Lo diré, el film se erige sobre un guión lamentable que se convierte en una retahíla de set pieces no siempre bien ejecutadas (las persecuciones por los tejados de Estambul quedan muy alejadas de la magistral planificación lograda en una escena similar de El ultimátum de Bourne) y su eco tiene demasiadas resonancias, para colmo, el villano, siempre en segundo plano, no da juego en su pelea final con un Neeson que se lo come con papas. Los constantes e inútiles subrayados confirman las carencias de un director que a falta de recursos todo lo fía a la acción adrenalínica, con la convicción de que una ensalada de ostias bastará para sanarnos.


2 comentarios:

  1. Estoy deseando ver esta entrega de Liam Neeson, he podido ver el trailer en Español y promete ser una entrega entretenida y llena de acción.

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  2. ES MÁS FLOJA QUE EL FILM ORIGINAL, AÚN ASÍ LOS FANS DE LA PELI SEMINAL NO SE LA QUERRÁN PERDER, Y SÍ, TIENE ACCIÓN, TANTA QUE SIRVE PARA CAMUFLAR UN GUIÓN TORPE Y PREVISIBLE.

    UN SALUDO

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