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domingo, 21 de octubre de 2012

CRÍTICA DE : LOOPER


El mejor film de ciencia ficción desde “Origen”
 LOOPER êêêê
DIRECTOR: RIAN JOHNSON.
INTÉRPRETES: JOSEPH GORDON-LEWITT, BRUCE WILLIS, EMILY BLUNT, PAUL DANO, JEFF DANIELS, PIPER PERABO.
GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN / EE. UU. / 2012  DURACIÓN: 118 MINUTOS.            
      
      No hay duda, amigo lector, estamos ante el auténtico sleeper de la temporada, una interesantísima propuesta que dignifica el género de la ciencia ficción en unos tiempos en los que la imaginación escasea y casi todo gira en torno a manidas repeticiones de esquemas. El nombre de Rian Johnson no es nuevo en esto del cine, todavía recuerdo con satisfacción su debut con aquella muestra de cine negro titulada Brick (2005), en la que contando con el que se convertiría a partir de entonces en su actor fetiche, Joseph Gordon-Lewitt, nos regaló una entretenida y curiosa cinta de suspense en la que se podía atisbar un talento poco común. También para su segundo –e inferior- trabajo, Los hermanos Bloom (2008), contó con la aparición estelar de Gordon-Lewiit aunque en esta ocasión los papeles protagónicos corrieran a cargo de Rachel Weisz y Adrien Brody, en un ejercicio de malabarismo convertido en una miscelánea de géneros, algo por lo que tiene debilidad este cineasta.   

      Con esta premisa, a nadie  le debe extrañar que Johnson se encuentre en la cima de los directores más notables aparecidos en la última década, al menos para este cronista. En LOOPER juega con los viajes en el tiempo en un relato que nos sitúa en el año 2072, una época en que los asesinatos están prohibidos, por lo que las víctimas son enviadas a través de una máquina al pasado (año 2042), donde los Loopers, una organización de asesinos a sueldo que trabajan para una compañía mafiosa, se encargan de matar a los objetivos y hacer desaparecer los cadáveres. El problema surge cuando Joe Simmons (Joseph Gordon-Lewitt), recibe desde el futuro un encargo tan especial cómo trágico: eliminarse a sí mismo (un papel que recae en Bruce Willis dando vida a Joe con 30 años más). La cuestión le genera un momento de duda que permite a su versión mayor escapar, iniciándose una persecución en la que su vida está en juego, pues jamás le perdonarán haber dejado escapar un objetivo fundamental para la organización.

      La idea de los viajes en el tiempo es ya vieja en la literatura de anticipación y el cine Sci-Fi, pero la pirueta temporal de convertir al protagonista en cazador y presa permite a Johnson llevar la historia al terreno en que mejor se mueve, el cine negro, para lo que desarrolla un libreto espléndido con estructura de puzzle en donde todas las piezas tienen que encajar para cerrar el bucle narrativo, acción que en el film siempre lleva aparejada la eliminación de uno mismo.

      En este tipo de premisas siempre quedan cabos sueltos y recursos que se antojan forzados (el elemento telequinésico resulta algo vago e impostado), lo cual no impide que la trama esté bien narrada como consecuencia del esfuerzo del director/guionista para que el espectador no se pierda en un tramo inicial que define el planteamiento del relato con la voz en off del protagonista., dotando a la acción inherente de las dosis justas de confusión y suspense. En LOOPER, la desastrada ambientación va en consonancia con la degradación de esa sociedad de un futuro cercano, una visión distópica de un mundo mísero y corrompido hasta en sus cimientos, donde la ley y la justicia son pura entelequia, y las calles sucias y destartaladas laberintos donde reinan el caos y el crimen.

      El aficionado encontrará ecos referenciales de películas como Terminator, 12 monos, Frecuency, Regreso al futuro… pero esto no le quita un ápice de originalidad a una función que introduce al espectador en dos futuros próximos que seccionan la cinta en dos partes bien determinadas: una primera trepidante que sirve de introducción; y una segunda donde la reflexión se acentúa para indagar en las emociones de los personajes. La fusión de géneros que bandea entre el thriller futurista, el cine negro, el western y los toques de comedia, remarcan la indefinición –sumamente atractiva- de una historia argumentalmente intrincada, una cuestión que viene señalada por las diferentes localizaciones –rurales y urbanas- y los saltos temporales que fracturan la dinámica dramática del relato. Por otra parte, la genial interpretación de Joseph Gordon-Lewitt y la solvente y magnética presencia de Bruce Willis no deberían ocultar  la innecesaria inclusión de de personajes como el de Piper Perabo, un precioso florero que no aporta nada a la historia. 

       Me gusta especialmente esa visión realista sobre el triunfo del Mal (criminales viviendo en la opulencia mientras el pueblo malvive en pudrideros humanos), que sirve de espejo a los siniestros tiempos que nos ha tocado vivir. Esa dicotomía en su texto y subtexto se reproduce a lo largo de todo el metraje alcanzando su cúspide con la aparición del personaje al que da oxígeno Emily Blunt (sobre el que no contaré nada), que finalmente marcará un giro emotivo y dramático que cambiará el destino de los personajes. LOOPER desprende aromas de cine puro e inteligente, y Johnson logra un control exhaustivo de la narración y la dirección de actores, el poso y las vibrantes sensaciones que deja el film perduran mucho tiempo después de su visionado.

3 comentarios:

  1. ME HAS CONVENCIDO TOTALMENTE... ESTE FIN DE, ME VOY A VERLA SIN FALTA!!

    UN SALUDO ;D

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  2. BUENO, ES UNA PELÍCULA CREADA CON INTELIGENCIA, ELEMENTO QUE SUELE ESCASEAR EN EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN MAINSTREAM, ES POR ESO QUE TAL VEZ SEA UNA RARA AVIS SÓLO APTA PARA UN PÚBLICO REFLEXIVO.

    DE MODO QUE, UNA PEPELÍCULA IDEAL PARA TI, QUERIDA VERO.

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  3. GRACIAS POR LA PARTE QUE ME CORRESPONDE :P

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