Páginas

domingo, 19 de noviembre de 2023

CRÍTICA: "ÚLTIMA NOCHE EN MILÁN" (Andrea Di Stefano, 2023)

El veneno de la corrupción

“ÚLTIMA NOCHE EN MILÁN” êêê

DIRECTOR: Andrea Di Stefano.

INTÉRPRETES: Pierfrancesco Favino, Linda Caridi, Francesco Di Leva, Antonio Gerardi.

GÉNERO: Thriller / DURACIÓN: 124 minutos / PAÍS: Italia / AÑO: 2023

    El tercer largometraje como director del también actor y guionista italiano Andrea Di Stefano proyecta una aguda mirada sobre las condiciones de vida de los agentes de policía, con bajos salarios, pluriempleo y corrupción. La función nos presenta a Franco Amore (Pierfrancesco Favino), un teniente de la policía que está a punto de jubilarse. Precisamente, la noche antes de su despedida es requerido para investigar la escena del crimen donde han matado a su mejor amigo, Dino (Francesco Di Leva). Pero Franco sabe muy bien, porque estaba con él, que fue asesinado durante un robo de diamantes.

    El teniente de la policía Franco Amore es un hombre íntegro y justo, un buen padre, un buen marido y un buen compañero. Dueño de una honestidad inquebrantable, jamás ha dispara su arma en sus 35 años de servicio. Diez días antes de su jubilación, salvó la vida de un jefe criminal chino que sufrió un infarto. El capo oriental ve en él a un profesional con un alto rigor moral y le hace un encargo muy simple por el que cobrará cinco mil euros: recoger en el aeropuerto a una persona con un misterioso maletín y llevarla hasta su casa. Una especie de regalito por su jubilación. Sin embargo, durante el trayecto de la misión y acompañado de su amigo y colega Dino, son detenidos en un control de la policía, la situación se pone fea, se produce un tiroteo y todos mueren menos él. Franco llora la muerte de su amigo y se pregunta qué puede hacer ahora para salir limpio del terrible suceso y al mismo tiempo poner a salvo a sus seres queridos. Franco Amore no podía imaginar que esa última noche en Milán antes de su jubilación se convertiría en una pesadilla.

    La película comienza con los créditos en grandes letras rojas sobre un magnífico plano secuencia aéreo de una ciudad de Milán lívida, sobrevolando sus arterias, avenidas, líneas ferroviarias y autopistas hasta que penetra por la ventana de un edificio donde se celebra una fiesta sorpresa que ha preparado la mujer del protagonista por su jubilación. Milán es un personaje más del relato, un testigo silencioso en donde se desarrollarán escenas trágicas como la del túnel que ocupa gran parte de la trama. En última noche en Milán queda bien subrayado que Franco Amore ha sido siempre un policía honesto, que tal vez por debilidad nunca ha disparado a nadie, al mismo tiempo se quiere demostrar que nadie es inaccesible a la tentación, y así poner en entredicho toda la plácida y limpia trayectoria del inspector de policía en una larga y fría noche, la última para él. El director Andrea Di Stefano pulsa con rigor las emociones y los estados de ánimo con planos expresivos que captan a un hombre abatido, atenazado por un miedo justificado, que se balancea entre la luz y la oscuridad  

       Última noche en Milán está protagonizada por un inmenso Pierfrancesco Favino, sobre el que descansa buena parte del peso de la cinta y que, con sus tristes miradas y sonrisas, nos ofrece una severa introspección sobre los claroscuros existenciales de un hombre que, en su último día de servicio, tira por la borda su inmaculado expediente para finalmente ser perseguido por la ley, sus colegas corruptos y las diferentes mafias. Sus palabras, sus gestos y su expresividad facial nos van mostrando las dudas, la tormenta emocional, el arrepentimiento y la intensa sensación de opresión que provoca caminar por la delgada línea que existe entre la justicia y el deber y la traición y el engaño. Él es el ejemplo clarividente de que nadie está a salvo de la corrupción. Tomando como referencia los grandes temas del poliziesco italiano de los 70 (crímenes y corrupción institucional), con Última noche en Milán Di Stefano logra un aseado y compacto neo-noir, que lejos de resultar anacrónico, consigue un buen equilibrio  entre la tradición y la innovación. Armonía que sostiene la tensión dramática en las interacciones con su mujer, con parentesco con una familia de la mafia (una espléndida Linda Caridi), poniendo énfasis en el poder del amor, la confianza, la integridad personal y el sacrificio cuando no hay posibilidad de un epílogo feliz.



2 comentarios:

  1. Tiene un arranque magnífico y los actores están muy bien (con nota, por supuesto, para Pierfrancesco Favino). Sin embargo, me pareció que la parte central en la autopista era demasiado larga.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Pero esa parte es, prácticamente, toda la película entera. Una película aseada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar