Las dimensiones del espacio-tiempo
“TENET” êêê
DIRECTOR: Christopher Nolan.
INTÉRPRETE: John David
Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Dimple Kapadia,
Aaron Taylor Johnson.
GÉNERO: Thriller / DURACIÓN: 150 minutos / PAÍS:
EE.UU. / AÑO: 2020.
Tras la épica y magistral Dunkerque (2017) un subyugante relato
bélico que narra la angustiosa situación de miles de soldados británicos
rodeados por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial en las playas
de Dunkerque (Francia), Christopher Nolan nos regala un críptico y entretenido
artefacto centrado en el mundo del espionaje internacional.
Tenet sigue a un agente de la CIA, El
Protagonista
(John David Washington) que prefiere morir antes que entregar a sus compañeros.
Tras superar esta difícil prueba, este hombre junto con su aliado, Neil (Robert Pattinson) tendrá
una importante misión: evitar una amenaza mucho más peligrosa que la tercera
guerra mundial. La clave está en una sola palabra: TENET.
El confuso prólogo sirve como introducción
de una historia inextricable y advierte del desafío que les espera a los
espectadores. Con la fuerza visual que caracteriza a sus creaciones
y una intrincada arquitectura narrativa que juega con el tiempo y el espacio y siempre
rebosante de MacGuffins y agujeros negros, el director británico utiliza como
título un palíndromo, Tenet (abrir o cerrar puertas) y camufla con verborrea
científica e intelectual la trama de siempre: la lucha del bien contra el mal,
para armar un relato tan prodigioso en la coreografía de la acción como
complejo en su estructura narrativa.
Un laberinto con el caparazón de thriller
de espías en donde vemos correr el tiempo hacia atrás (que es uno de los trucos
más antiguos del cinematógrafo al igual que los viajes en el tiempo) y en donde
un espía seleccionado por sus poderosas cualidades tiene que salvar a la humanidad
de un apocalipsis inminente (la rutina de James Bond), teniendo como némesis a
un villano con acento ruso que da oxígeno Kenneth Branagh que se verá
traicionado por su mujer (Elizabeth Debicki). Todo en orden, pero tratándose de
Nolan la sencilla premisa se convierte en un complejo jeroglífico con la
reversión del tiempo, sus causas y efectos.
Tenet luce muy bien, cuenta con una magnífica fotografía
de Hoyte van Hoytema (habitual en los últimos films del director) que imprime
garra a la acción, siempre apoyada en la excelsa y adrenalínica labor de
montaje. Tenet no es un gran Nolan, está muy alejada del inaccesible
listón dejado por las sublimes El Caballero Oscuro y Dunkerque, pero al espectador se le
pide que se deje arrastrar sin que merezca la pena el esfuerzo de tratar de
entender los subterfugios de un argumento que en el fondo sólo es una película
de espionaje que no emociona pero deslumbra por el tratamiento sonoro (buen
trabajo de Ludwig Göransson), visual y técnico, con set-pieces apabullantes como
la persecución de los coches marchando hacia atrás o la del avión. Ejemplos de
ese punto megalómano que caracteriza al director.
La
obsesión por la noción del tiempo es uno de los temas recurrentes en la
filmografía de Nolan desde su segundo largometraje, Memento, el problema es que su
narrativa se ha vuelto cada vez más críptica e insondable, quedando la premisa
enterrada bajo múltiples capas. Tenet es una película multigenérica, una
mezcla de géneros que se fusionan muy bien con la trama, que no es otra cosa
que una lucha de poderes de la que depende el futuro y el equilibrio de la
humanidad, y en donde conceptos como la construcción y la destrucción, el caos
y la entropía prefiguran un universo de infinitas dimensiones.
Un argumento muy sofisticado en sus detalles para -como bien dices- una sencilla película de espías que sigue el patrón marcado por la serie de James Bond. En cuaquier caso, es un entretenimiento de buen nivel y muy eficaz si uno consigue no dejarse apabullar por el exceso de información.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Ricard, Nolan y su obsesión por el tiempo. Pero siempre sabe jugar bien sus cartas y aunque para mí alejada de la calidad de "Dunkerque", no es ni mucho menos una película despreciable.
ResponderEliminarUn abrazo.