Con el espejo de Hereditary
“THE LODGE” êê
DIRECTOR: Severin Fiala y Veronika Franz.
INTÉRPRETES: Riley Keough,
Jaeden Martell, Lia McHugh, Richard Armitage, Alicia Silverstone, Danny Keough.
GÉNERO: Terror / DURACIÓN: 100 minutos / PAÍS: Reino
Unido / AÑO: 2019.
Tras debutar con el documental Kern (2012) sobre el irascible
actor y controvertido director Peter Kern, la pareja de directores austriaca Severin
Fiala y Veronika
Franz
realizaron su primera película de ficción en 2014, Goodnight Mommy, film que trata sobre el
desconcierto de dos hermanos gemelos que se preguntan si la mujer que ahora está
con ellos es realmente su madre tras haber pasado por el quirófano para una
operación de cirugía plástica. Es para quien esto firma el mejor trabajo de la
pareja de cineastas que posteriormente participarían en la película episódica The Field
Guide to Evil (2018).
The Lodge, que pasó por el Festival de Sitges con aceptable
éxito de público y crítica, narra la historia de una mujer, Grace (Riley Keough) que está a
punto de convertirse en madrastra y que junto a los dos hijos de su prometido Richard (Richard Armitage), se
encontrará atrapada en una casa aislada debido a una fuerte nevada. Richard se
tiene que ausentar por cuestiones laborales dejando a sus hijos con Grace en la
cabaña, pero cuando la relación entre los niños comienza a florecer (los hermanos
acusan a Grace de ser la responsable del suicidio de Laura, su madre
biológica), Grace empieza a adoptar una actitud aterradora seguramente derivada
del adoctrinamiento religioso que sufrió durante su infancia.
Tras el visionado de The Lodge queda
claro que no es Hereditary (2018) aunque lo pretende, pero es esta obra
magna de Ari Aster a la que intenta plagiar con descaro sin demasiado éxito,
entre otras cosas porque carece del pulso narrativo y la malsana introspección
psicológica de aquella. Con muchos elementos prácticamente copiados de la
película citada, Fiala y Franz indagan en el peligroso deterioro mental que
puede conllevar una educación religiosa integrista y fanática. The Lodge tarda en arrancar, pero se
hace necesario el prólogo para sentar las bases de una historia que comienza de
forma dramática cuando una mujer, Laura (Alicia Silverstone) se suicida al conocer de boca
de su exmarido que quiere el divorcio para casarse con una mujer mucho más
joven que él.
Es en ese punto de ignición cuando al espectador, tras observar
la aflicción de los hermanos por la muerte de su madre y la información que
recaban sobre la nueva pareja de su padre integrante en su infancia de una
secta que llevó a cabo un suicidio colectivo siendo ella la única superviviente,
que la acción deparará momentos de tensión, terror y supervivencia dentro de
esa lujosa cabaña aislada donde pasarán las fiestas navideñas junto a su futura
madrastra.
Y es allí, en esa casa aislada en medio de un
paisaje nevado donde Fiala y Franz preparan el escenario perfecto para una
pesadilla infernal rebosante de giros, revelaciones y espeluznantes situaciones
sin hacer uso de los trillados efectos de sonido y los sustos fáciles. La acción se
ve reforzada por una atmósfera densa e intrigante a medida que la convivencia
entre los niños (con sus juegos macabros) y Grace se hace cada vez más claustrofóbica,
aumentando así la escalada del suspense con situaciones cada vez más extremas y
ofreciendo al espectador las distintas visiones de los personajes. The Lodge
sortea bien el riesgo de caer en una narrativa reiterativa y pone énfasis en el
peligro que supone horadar el cerebro de los niños con fundamentalismos
religiosos hasta el punto de poder llegar a convertirlos en verdaderos
psicópatas. Eso sí, dejemos claro que si The Lodge existe es porque toma
como espejo a Hereditary.
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