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miércoles, 2 de mayo de 2018

"BASADA EN HECHOS REALES" (Roman Polanski, 2017)


Las musas abandonan a Polanski
BASADA EN HECHOS REALESêê
(Roman Polanski, 2017)
     

    El maestro Polanski está perdiendo el favor de las musas, nada extraño en un director que cuenta ya con 84 años y que aunque conserve esencias de su contrastado talento lo mejor de su vida como creador lo ha entregado ya. Al autor franco-polaco le falta frescura, esa chispa que le hizo alcanzar momentos sublimes a la altura de su admirado Hitchcock para convertirse en uno de los mejores cineastas de la historia. No me gustó nada la teatral La Venus de las pieles (2013) una de sus películas más aburridas, y tampoco me ha convencido ésta Basada en hechos reales, otro film menor para olvido que sigue a Delphine (Emmanuelle Signer) una atormentada novelista de éxito con el pánico al folio en blanco. Un día conoce a Elle (Eva Green), una atractiva, inteligente y cautivadora joven que comprende a Delphine mejor que nadie. Pronto se convierte en su confidente y le abre las puertas de su casa y de su vida. Pero, ¿quién es Elle en realidad y qué pretende? Ha llegado para dar un nuevo impulso a la vida de Delphine o para arrebatársela.


      No sé muy bien qué nos ha querido contar el director de Repulsión en este abstruso relato sobre la pérdida de la inspiración y el bloqueo creativo, pues la función no resulta nada novedosa en su premisa argumental ni cuenta con un planteamiento ingenioso. Basada en hechos reales es un film que puede servir de espejo para el estado creativo del director; confusa, errática, insuficiente, con personajes nada magnéticos. Con un libreto escrito junto a Olivier Assayas que adapta la novela de Delphine DeVigan, Polanski juega con sus dos protagonistas (la escritora de éxito que perdió la gracia de las musas y su fan fatal) situándolas en espacios claustrofóbicos no por ello menos cotidianos, y así asistimos a una verdadera vampirización por parte de la joven admiradora que poco a poco irá succionando la vida de su idolatrada escritora hasta dejarla exhausta y casi agonizante, ocupando su lugar e impidiéndola escribir. 


   Con ciertas analogías con Misery (Rob Reiner, 1990) e incluso con la última película aseada del director, El escritor (2010), Polanski firma un film noir mediocre, que aunque rodado con su personal estilo y pulcritud (salvo esas risibles secuencias oníricas) se nos antoja rebosante de tropos y no aporta nada a este maravilloso arte llamado cine.

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