Brutal escuela de seducción
“GORRIÓN ROJO”
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DIRECTOR: FRANCIS
LAWRENCE.
INTÉRPRETES: JENNIFER LAWRENCE,
JOEL EDGERTON, MATTHIAS SCHONAERTS, JEREMY IRONS, CHARLOTTE RAMPLING.
GÉNERO: ESPÍAS / EE.UU. / 2018 / DURACIÓN: 139
MINUTOS.
Dirigida por Francis Lawrence (Constantine, Soy Leyenda, Agua
para elefantes, Los juegos del hambre), con un guión
Justin Haythe según la novela de Jason Matthews, Gorrión rojo nos presenta
a Dominika Egorova (Jennifer
Lawrence) una bella y joven rusa que tras la muerte de su padre es reclutada
contra su voluntad para ser un “gorrión”, una mujer seductora adiestrada por el
servicio de seguridad ruso. Dominika aprende a utilizar su cuerpo como arma,
pero lucha por conservar su sentido de la identidad durante su deshumanizador
proceso de adiestramiento.
Hallando su fuerza en un sistema injusto, se revela
como uno de los activos más sólidos del programa. Su primer objetivo es Nate Nash (Joel Edgerton), un
funcionario de la CIA que dirige la infiltración más confidencial de la agencia
en la inteligencia rusa. Los dos jóvenes caerán en una espiral de atracción y
engaños que amenaza sus carreras, sus lealtades y la seguridad de sus
respectivos países.
Con un reparto competente que cuenta
además con nombres tan significativos como Jeremy Irons, Charlotte Rampling y
Matthias Schonaerts, el director de Soy leyenda construye un thriller de
espías que surgieron del frío y que lejos de convencionalismos y artificios
ofrece una lección básica de contención y sobriedad sin constreñir en ningún
momento la fogosa pasión de los personajes, que nos regalan algunas escenas muy
crudas y otras de un tórrido erotismo.
Gorrión rojo presume de una gran
brillantez técnica y artística, pero el mayor y poderoso activo de la función
lo encontramos en el personaje de Dominika Egorova que luce espléndida en la
piel de Jennifer Lawrence. La actriz se entrega en cuerpo y alma al brutal itinerario
tanto físico como psicológico que le exige el papel: una bailarina del Bolshoi con lo que eso conlleva de
disciplina y sacrificio, y que reconvertida a la fuerza en espía, vivirá una
experiencia deshumanizadora y de una dureza extrema, siempre en un entorno
sórdido y amenazante, en donde sacará a relucir sus habilidades para la
supervivencia y demostrará un control de su cuerpo y de su mente en situaciones
límites de torturas y chantajes. Así, la atmósfera que el film recrea resulta
tan turbia y glacial como el filo de un cuchillo.
El único problema de Gorrión rojo es su
excesivo metraje, necesitado de una poda en escenas que se me antojan innecesariamente
alargadas y que restan dinamismo a la trama. Al parecer el film está ambientado
en la época actual, pero asume los códigos y claves del cine de espías de la
Guerra Fría (atmósfera, escenarios, agentes dobles) lo que dota de una sombría
gelidez a la propuesta. Como conclusión diremos que lo mejor de la
función lo encontramos en las escenas de adiestramiento de la bella y seductora Mata Hari, un proceso que está destinado a anular la inteligencia emocional de la
protagonista y su total deshumanización a pesar de que ella demostrará una gran
fortaleza mental. Lo menos conseguido está en los confusos retruécanos finales, un clímax que emborrona la pulcritud narrativa de la función y el escrupuloso montaje. Aun
así, una película digna.
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