“BRIGHT” êêê
Como cinéfilo aficionado al cine negro y
policíaco, sigo la carrera de David Ayer
desde su debut en el año 2005 con el drama criminal Harsh &Times,
una película amarga protagonizada por Christian Bale y Freddy Rodríguez sobre
la lealtad, la ambición y los sueños rotos. Con un guión original de James
Ellroy levantó su siguiente cinta, Dueños de la calle (2008) que con
Keanu Reeves al frente del reparto nos sumerge entre un grupo de polis malos
que cuestiona la moralidad de los defensores de la ley. Su mejor película hasta
la fecha según mi humilde opinión es Sin tregua (2012) un thriller con
magníficas interpretaciones de Kake Gyllenhaal y Michael Peña dando vida a dos
policías que patrullan los barrios más peligrosos de Los Ángeles. Ayer bajó el
listón en su siguiente film titulado Sabotage (2014) un vehículo para el
lucimiento de Arnold Schwarzenegger al frente de un equipo de élite de la
agencia antidroga. Tampoco me convenció Corazones de acero (2014) film
bélico que no aporta nada al género y con un rudimentario concepto de la
guerra. De Escuadrón suicida (2016) mejor no hablar aunque fue todo un
taquillazo.
Con un guión de Max Landis (hijo del
mítico director John Landis) esta lujosa producción Netflix nos presenta una
sociedad alternativa donde los seres humanos, orcos, elfos y hadas han
convivido desde el inicio de los tiempos. Dos policías con perfiles muy
distintos patrullan las calles juntos. Uno es el humano Ward (Will Smith) y el otro el orco Jakoby (Joel Edgerton). Ambos inician una guardia nocturna que
cambiará el futuro y el mundo que conocen. A pesar de sus diferencias
personales, deberán trabajar juntos para proteger a una joven elfo y una
reliquia perdida que, de caer en las manos equivocadas, podría destruirlo todo.
Con 90 millones de dólares de presupuesto
y buen diseño de producción, Bright es la apuesta de Netflix para
competir con las grandes majors de Hollywood, para ello toma el formato de las
buddy movies de los 80 (Límite: 48 horas, Arma
letal) y la clara influencia de aquella película de culto ochentera
titulada Alien nación (Graham Baker, 1988) y construir así el andamiaje
de un historia a la que le sobra verborrea irrelevante y secuencias inanes, por lo que una buena
poda le hubiera sentado de maravilla a un relato cuya trama se podría escribir
en una servilleta de papel. No hablamos de una película desdeñable si tenemos
en cuenta que el anodino macGuffin es una varita mágica que en las manos
equivocadas podría suponer la destrucción de toda la ciudad.
Como alegato a favor de las sociedades
interraciales Bright nos muestra un mundo en el que conviven en aparente
armonía seres humanos, orcos, hadas y elfos siendo estos la clase más alta de
la pirámide y los orcos la más baja, pero en las relaciones físicas nunca se
diluye la desconfianza, de ahí que los distritos estén clasificados en guetos y
exista una jerarquía que impone su ley. Ayer
demuestra su pericia para el thriller creando una atmósfera decadente,
amenazante y de tintes apocalípticos para embarcar a la atípica pareja de
policías en una jornada que servirá al orco Jakoby (un simpático Joel
Edgerton), el primero de su raza que consigue entrar en la policía, como un
baño de realidad que nos recuerda al film de Antoine Fuqua Día de entrenamiento.
Además
de verse penalizada por su excesivo metraje, la función apunta demasiado alto
tanto en sus intenciones como en su carácter de artefacto multigenérico
(película de policías colegas, ciencia-ficción, fantasía y drama sobre la
problemática social) dejando inconclusa
una tajante reflexión sobre este último aspecto. David Ayer hace un buen
trabajo de planificación en las secuencias de acción y la fusión entre fantasía
y realidad funciona a nivel estético, pero si hay algo que merece subrayar es
el buen trabajo de los intérpretes, con un Will Smith que da el do de pecho en
su vertiente de actioner y de actor
dramático. También Noomi Rapace luce en su papel de poderosa y siniestra elfa,
capaz de pasar por encima del cadáver de cualquiera para conseguir la varita,
ella protagoniza las mejores secuencias de acción. Con Bright, Netflix da un
paso de gigante, pero es pronto para afirmar si será suficiente para jugar en
la misma liga que lo hacen los blockbusters hollywoodienses.
Mia opinion: https://hyperjumpingblog.wordpress.com/2017/12/30/ayers-bright-difference-discomfort-and-lessons-in-integration/
ResponderEliminarPues muy bien.
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