"THE VILLAINESS" (AK-NYEO) êêê
Del director surcoreano Jung Byung-Gil, que debutó con un documental sobre una academia en donde se entrena a los jóvenes para ser dobles de acción en el cine, recuerdo su primer largometraje de ficción titulado Confession of Muder (2012) sobre un asesino en serie que publica una autobiografía en la que describe con detalles sus crímenes. Tras este sugerente trabajo nos presenta ahora La Villana (Ak-Nyeo) que sigue la historia de Sook-Hee (Kim Ok-Bin) que desde niña ha sido entrenada para ser una asesina sin piedad. Cuando la jefa del servicio de información de Corea del Sur la recluta como agente durmiente, le ofrecen una segunda oportunidad y le propone: “danos diez años de tu vida y tendrás tu libertad”. Su nueva identidad es Chae Yeon Soo, una actriz de teatro de 27 años. Con la promesa de una libertad completa a cambio de servir a su país durante diez años, Sook-Hee emprende una nueva vida, pero después de un pasado como asesina no resulta sencillo llevar una vida normal. Así, cuando dos hombres entran en su vida, los secretos de su pasado serán desvelados.
La Villana sería una
película redonda si no se hubiera cometido la torpeza de enredar
innecesariamente la trama, pues técnicamente es un film impecable, con unas
secuencias de peleas y persecuciones espectaculares en sus aceleradas
coreografías de la acción, tan sangrientas como bien ejecutadas, lo que habla muy
bien del gran trabajo de cámara. Presentada en los Festivales de Cannes y Sitges
y bajo la influencia de films como Nikita, Kill Bill, Hardcore
Henry,
John
Wick…
la acción comienza con una magistral
secuencia rodada en primera persona como un videojuego shooter teniendo
como escenario un sórdido edificio en donde tendrá lugar una tremenda
carnicería. El espectador sólo ve las manos empuñando una pistola del ejecutor y cómo va
liquidando a una legión de rivales armados hasta los dientes. Un magistral
plano secuencia de diez minutos que al confrontar al mortífero asesino con un
espejo durante una pelea en un gimnasio vemos que se trata de mujer la que está
matando a todos sus agresores.
De momento
contamos ya con un rostro, nos falta la historia. Y ésta es la de Sook-Hee,
quien es detenida y enviada a un centro de reclutamiento de agentes encubiertos.
Deudora del campo del vídeojuego y los cómics, estamos ante una enrevesada
historia de violencia y venganza condimentada con gotas de romanticismo que entroniza la
acción por encima de una narrativa no lineal y punteada con flash backs sobre
el pasado de la protagonista que cuando niña fue testigo del asesinato de su
padre.
Aun
así, La Villana es un thriller de
acción visualmente impactante muy recomendable. Y se hace preciso resaltar, aun
con la ayuda del croma y los efectos CGI, la pericia del debutante director de
fotografía Park Jung-Hun: nada escapa a su objetivo y nos regala primorosas
secuencias de acción (la secuencia inicial, la sangrienta persecución en moto,
el clímax final de la pelea en el autobús), filmadas con un vértigo, una rabia
y unas virguerías técnicas envidiables como esa cámara que gira en 360º. Tras haber sido convertida en una asesina
letal por una organización criminal, el gobierno le ofrece su libertad total a
cambio de sus servicios durante diez años, pero Sook-Hee, madre ya de una niña
pequeña, intuye que nunca será libre, que derramará más lágrimas y sangre sobre
su rostro angelical, que nadie huye de un pasado como el suyo sin pagar un
trágico peaje.
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