No debería ser necesario subrayar que siento debilidad por Paul Schrader (Grand Rapids, Michigan, 1946)
que para quien ignore el dato es el autor del guión de Taxi Driver (1976), un
libreto que escribió en cinco días hundido en una severa depresión y con una
pistola encima del escritorio para inspirarse. También firmó el guión de otra
obra magistral dirigida por Scorsese, Toro Salvaje (1980), pero es que
además de su excelente labor como guionista ha dirigido un puñado de películas
magníficas a lo largo de una dilatada carrera que comenzó con Blue
Collar (1978) un film comprometido sobre los conflictos de tres obreros
de una fábrica de automóviles. Con Hardcore: un mundo oculto (1979) logró
un espléndido film sobre la desaparición de una joven y la búsqueda desesperada
de su padre con el mundo de la pornografía como trasfondo. No fue menos celebrada El
placer de los extraños (1990) historia de una pareja que intenta encauzar
su matrimonio con un romántico viaje a Venecia. Su mejor película es para mí Posibilidad
de escape (1992) un relato sobre un camello y su relación con su jefa.
Schrader lleva sin presentar una película medianamente aseada desde 1997, año
en el que estrenó aquel potente y desgarrador drama titulado Aflicción.
Títulos como Forever Mine (1999), Desenfocado (2002), El
exorcista: El comienzo (2007) y Adam resucitado (2008), nos
llevan a pensar que los buenos tiempos no volverán para el viejo Schrader.
Sin apenas
presupuesto, el director estrenó en 2013 The Canyons, película que cuenta la
historia de cinco veinteañeros de Los Ángeles que viven en los márgenes de la
industria del cine. Christian (James
Deen) un auténtico hijo de papá, pone el dinero para rodar una película de
terror de bajo presupuesto en la cual hace de productora su asistenta, Gina (Amanda Brooks) y el actor
protagonista es el novio de ésta, Ryan
(Nolan Gerard Funk). Christian vive con Tara
(Lindsay Lohan) una ex modelo que tiene una relación con Ryan. Christian,
mientras tanto, se está beneficiando a Cynthia
(Tenille Houston), quien a su vez hizo lo propio con Ryan. Las complicaciones
no se harán esperar…
Con un guión del pope de corriente literaria
Generación X, Brest Easton Ellis, The
Canyons tiene como escenario ese
lugar tan dado a los ritos de la locura llamado Hollywood, un espacio siempre
inquietante habitado por una fauna variopinta de seres neuróticos, ególatras y
paranoicos a los que los personajes del film sirven de grotesca caricatura. De hecho,
la película se abre con las señales de extinción de un sueño: fachadas,
vestíbulos y salas de cine carcomidas por la herrumbre y el abandono. Una señal
de alerta y declaración de principios sobre la agonía irreversible del cine
como siempre lo conocimos, ante la preferencia de los espectadores de disfrutar
de las películas en la comodidad de sus hogares. El sorprendente
protagonismo de Lindsay Lohan no debe de extrañar por la
debilidad del moralista director por los juguetes rotos, por las ovejas descarriadas, y
dentro de ese rebaño, Lindsay Lohan (con el rostro hinchado por la cirugía, el
botox y las huellas latentes de su mala vida) es uno de sus más significados
modelos.
En el film,
Lohan da oxígeno a Tara, un simple objeto en manos su pareja, un pijo
egocéntrico y depredador sexual con mansión en las colinas de Hollywood que financia películas
de terror de serie B, un tipo muy celoso a pesar de que él se lo monta con cualquiera
cada vez que puede. Por ejemplo, con Cynthia, una monitora de yoga y personaje
clave de una tragedia de la que no desvelaré nada. Por otro lado, tenemos a la
asistenta personal de Christian, Gina, y al novio de ésta, Ryan, actor
principal de la nueva producción de Christian, juntos componen una maraña de
infidelidades, sueños y deseos que concluirá de manera funesta. The Canyons parte de una buena idea
original torpemente desarrollada por Schrader, y lo que podía haber sido una
mirada incendiaria y perversa sobre los entresijos más oscuros de la industria del
cine, ese lado siniestro que acoge a víctimas jóvenes e ingenuas capaces de
vender su alma al diablo a cambio de un lugar en el Olimpo, pero que finalmente
caen en las redes de gente sin escrúpulos, no pasa de ser un culebrón de tono
erótico y televisivo que despliega de manera atolondrada una miscelánea de
relaciones cruzadas, traiciones y bajas pasiones. Con un reparto absolutamente
demencial que da protagonismo al pésimo actor porno James Deen y a otro
desastroso intérprete que responde por el nombre de Nolan Gerard Funk,
lamentable en su rol de trepa capaz de vender su cuerpo al mejor postor por
conseguir su sueño. De estética feista y realización chapucera, The
Canyons se impone como una apuesta cutre, casposa, hueca y arrítmica, a
la que ni siquiera el bajo presupuesto sirve de excusa para justificar su merecido
y sonoro fracaso.
¡Pues vaya! Paul Schrader en decadencia y, encima, Bret Easton Ellis (en este caso, más previsible, pero nunca podré olvidar el impacto que me causaron las páginas de su "American Psycho").
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que yo rindo pleitesía a este antiguo crítico de cine, excelente guionista e interesantísimo director al que su estricta educación calvinista marcó profundamente dejando una huella indeleble en sus mejores obras, tanto de guionista como de director. Pero es que lleva desde "Aflicción" (1997) sin entregarnos una obra aseada. Yo deseo que vuelva el gran Paul Schrader, el de "Posibilidad de escape", y volver a disfrutar de su innegable talento, si no es posible en el cine, en series televisivas.
ResponderEliminarEn cualquier caso, "The Canyons" es una película horrorosa, aunque cuente con un libreto de Easton Ellis, y lo único salvable son los múltiples desnudos de femmes fatales como Lindsay Lohan. De ahí este post.
Un abrazo.
Por favor,donde la puedo encontrar para verla o descargarla .
ResponderEliminarUn saludo y Gracias, ME ENCANTA TU PAGINA.....
Según veo, la puedes encontrar para ver online subtitulada en español en pordede.com
ResponderEliminarGracias por tus elogiosas palabras. Un abrazo.